↳ *cuatro* ༉‧₊˚✧

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— Abran sus libros, en la página 21.—El profesor se había sentado en su escritorio, viendo a los alumnos hacer lo que ordenó. —Neil Perry.—volvió a hablar, y este levantó su mirada hacia él. —El primer párrafo del prefacio, titulado: "para entender la poesía" es todo tuyo.

Neil acomodo sus lentes y asintió mientras comenzaba a leer.

— Para entender poesía por el Dr J. Evans Pritchard, debemos familiarizarnos...— Neil seguía leyendo, la lectura era un poco pesada y aburrida provocando que nadie pusiera la debida atención al chico o a la clase.

Alice se encontraba haciendo garabatos sin sentido en los espacios libres del libro, con el objetivo de distraerse de quedarse dormida.

— Excremento.

El profesor dio una larga pausa, mientras los alumnos lo veían en extrema confusión.

— Eso es lo que pienso del Sr J. Evans Pritchard.— dio una breve pausa y prosiguió. —Él habla de la poesía como si estuviéramos instalando una cañería, ¿como puede describir así algo tan mágico y único como lo es la poesía?.

Todos lo miraban con gran atención, el aburrimiento y las ganas de dormirse se habían ido. El señor Keating tenía un don asombroso y envidiable de poder expresarse de una manera única.

— Quiero que arranquen esa página.

— ¿Cómo dijo?—preguntó Cameron.

Era un poco extraño que un profesor te pidiera arrancar la hoja completa de un libro brindado por la escuela.

— Así como escucharon muchachos, y señorita.—le sonreí ante el comentario. —Arranquen esa hoja, ¡vamos!, quiero todo el prefacio fuera.

Un sonido de una hoja rompiéndose se escuchó justo cuando el maestro termino de hablar. Charlie por supuesto, tomando la iniciativa.

—¡Gracias señor Dalton!, aprecio su iniciativa, ¡vamos muchachos! ¡arranquen! ¡arranquen!.—volvió a decir con voz fuerte.

Alice miraba divertida su libro, dudando en si hacerlo o no ; como fanática de libros, para ella era una ofensa romper sus hojas. Pero ella confiaba en el profesor y decidió hacer caso y la arrancó perfectamente del libro.

El señor Keating se había metido a su despacho, parecía que estaba buscando algo, mientras que los chicos habían comenzado a hacer una guerra de papeles.

— ¿Que diablos sucede aquí?—uno de los maestros, había entrado. Su expresión facial estaba confusa y una leve molestia.

—¡No escucho que sigan arrancando!.—el profesor había salido de su despacho y freno en seco al observar al otro maestro.

— Señor Keating.—habló el otro profesor con un rostro de confusión. —Lo siento, no sabía que se encontraba aquí.

—Lo estoy.—dijo sonriente mientras asentía.

El otro profesor sonrió incómodamente y se retiró del aula. Al profesor pareció no importarle y continuó con la clase.

—Bueno ya veo que todos finalmente arrancaron sus hojas, ¡ya no tendremos nada de Pritchard aquí!.—dijo con alivio en su voz mientras en sus manos sostenía un cesto de basura. —Aquí en mi clase, quiero que ustedes aprendan a pensar por ustedes mismos.

Una vez que los papeles quedaron dentro del cesto, el profesor los invito a acercarse, a formar un pequeño círculo.

Alice caminó hacía él pero los chicos que se encontraban más cerca le bloqueaban ver al profesor, quien se encontraba de cuclillas, se quedó inmóvil en su lugar y dispuesta a quedarse solamente escuchando ; cuando escuchó un pequeño ruido y observó a Charlie quién le hizo una seña para que se sentará en la paleta del pupitre.

Muse ; Charlie DaltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora