↳ *doce* ༉‧₊˚✧

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Ella ignoró el llamado y siguió caminando, cuando un fuerte jalón de su brazo la hizo retroceder y estar frente al chico.

— Lo hice por los chicos, yo solo les quise ayudar.—se excusó Charlie.

Alice simplemente lo veía con sus brazos cruzados, sin ninguna expresión en su rostro, no sabía como sentirse al respecto con lo que Charlie estaba pretendiendo hacer y con lo que había pasado con Knox.

— Eso no es lo que me molesta, si querías estar con ellas en consuelo por que yo decidí irme a la fiesta es asunto tuyo, pero "¿es solamente la hija del director y por eso tiene ese privilegio?"—habló la chica entre comillas. — ¿No pudiste decirles que tienes novia? si quisiste ayudar a los chicos, cuando llegue ellas ni siquiera la prestaban a los chicos, toda su atención era para ti.

Charlie la miraba entristecido, sin realmente tener algo que decir, él sabía que ella tenía razón.

— ¿Realmente significó algo para ti, soy algo para ti? ¿o soy simplemente un reto el que estes conmigo solo por ser la hija del director?.—se cruzó de brazos.

No podía evitar que pequeñas lágrimas salieran de su rostro, era la segunda vez que discutían por algo y ella aún se sentía mal por lo que había pasado en la fiesta. Charlie no decía ninguna palabra, solamente miraba al suelo como si estuviera buscando las palabras correctas para hablar.

La chica no dijo nada al respecto y simplemente se dirigió de nuevo a la cueva, tratando  de ocultar los rastros de que había llorado simplemente se sentó entre Pitts y Meeks. Minutos después Charlie entró con una sonrisa un poco forzada, le arrebató de las manos la botella a una de las otras chicas y bebió un trago.

— Tengo un anuncio que hacer siguiendo con el espíritu de apasionada experimentación de los Poetas Muertos voy a dejar el nombre de Charles Dalton, desde ahora, llámenme Nuwanda.—Charlie dijo, arrebatándole el lápiz labial a la chica y dibujó unas extrañas líneas en sus mejillas mientras los chicos lo miraban con diversión.

Alice solamente negó con la cabeza, ¿como podía estar como si nada, después de que discutieron? aparte hizo caso omiso a la pregunta que ella le había hecho.

— No te llamaré así .— murmuro la chica mirándolo seriamente, ella aún seguía dolida y molesta con él y a él parecía no importarle.

— Me refería a los demás, tú puedes llamarme como quieras bonita.—le sonrió tímidamente sin apartar su mirada de ella.

Alice sonrió a medias pero rápidamente rompió el contacto visual, no iba a ceder tan rápido, aún no hablaban de todo lo ocurrido.

—Bien entonces, ¿comenzaremos con la reunión o que?—volvió a decir.

— Sí, si ustedes no tienen una reunión
¿cómo sabremos si nosotras queremos unirnos?—
preguntó una de ellas con sonrisa maliciosa, la otra sólo aplaudió emocionada.

— ¿Disculpa?—preguntó Alice con sorpresa, los demás chicos murmuraban entre ellos.

Charlie aclaro su garganta y comenzó a recitar un poema, esta vez sin leerlo de ninguna revista, pero si de una pequeña hoja que parecía que él mismo había escrito.

—"Ella camina en belleza como la noche... —comenzó a recitar Charlie . —de climas despejados y cielos estrellados. Todo lo que es mejor, oscuro y brillante se encuentran en su aspecto y sus ojos".—terminó de decir clavando su mirada en su novia.

La chica no pudo evitar sonreír, ese poema lo había hecho él para ella, quizás sea aquel poema que no quiso leer en la clase. Odiaba lo fácil que era enojarse con Charlie pero lo difícil que era mantenerse enojada.

Muse ; Charlie DaltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora