Capítulo 11

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—Perdón. —Kai sólo frunció su ceño mientras veía a Soobin dejarlo pasar a su departamento. El rubio hacía reverencias, evitaba verlo y lo sentó frente a el en la mesa, haciéndolo confundir.

—¿Qué pasa?

—Debido a que vamos a iniciar a mantener relaciones sexuales quiero asegurarme de tu placer, el mío, y sobre todo, nuestra confianza y salud sexual... ¡Lamento haberte mentido el otro día!

—¿Qué? ¿De qué hablas, cariño? —Tomó su rostro, lo acunó, y lo miró fija, haciendo a Soobin desviar su vista varias veces.

—Cua-cuando te hice un oral dije que ya había comido varias pollas pero la verdad es que no había hecho eso nunca... lamento tanto haberte mentido, es sólo que pensé que me iba a ver más virgen si decía que no pero la verdad me siento fatal porque te mentí.

El mayor aguantó la risa mientras escuchaba la apresurada disculpa del menor, que sólo tuvo que morder su labio, tragar saliva, y carcajeó levemente.
Bueno, sí, le había mentido.

Pero fue una mentira blanca, como una mentira que le diría un hijo a su madre para ocultar algo que hizo, y sonrió. Se le acercó, hizo que subiera la mirada con su índice, relamió sus labios, y se acercó a su rostro.

—No estoy enojado contigo, Binnie, fue una mentira blanca, pero me gustaría que de ahora en adelante me digas que te incomoda o si no sabes nada, poder enseñarte, ¿Si? No tengas miedo, cariño, puedes preguntarme todo lo que quieras.

—Bi-bien, mira, ayer fui a hacerme exámenes para saber si no tengo alguna ETS y aquí están los resultados, ¿Hay necesidad de que-

—Tengo mis exámenes en casa, si gustas mañana te los muestro. —Soobin asintió mientras jugaba con sus dedos, viendo la mesa de madera y después vio su tele, tratando de no ver al castaño que miraba atento sus pantalones. —Y...

—Sí, eso... —El otro se subió a su regazo, hizo que lo mirara, con sus dos manos y mordió sus labios al sentir que el rubio sostuvo su cintura. —¿Quieres que haga algo? Si-si...

Dejó de hablar al ver que el pelinegro se estaba quitando la camisa frente a el, y su vista quiso dirigirse a otro lado, justo a su tele, que maldijo por no estar prendida y tener alguno de sus videojuegos prendidos para poder ahorrarse la vergüenza de ver cómo un idiota el pecho desnudo del castaño.

Porque sí.

Para un Soobin que jamás había visto a un hombre sin camisa fuera de los videojuegos o televisión, eso que tenía frente a el ya la tenía dura, con el corazón alborotado y su polla palpitando.

¿O era al revés?

Sólo suspiró mientras intentaba ver a los ojos a Hueningkai, que lo veía con una sonrisa muy grande. Antes de decir algo más, juntó sus labios con los del otro, haciéndolo gemir, pero que estos ruidos se perdieran en sus labios.

El pelinegro amaba los labios de Soobin, amaba su cuerpo. Siempre diría que es por su ternura y por parecer un conejito que siempre quiere abrazar, pero en realidad, era el gran conejo que siempre quería follar y hacer que lo endiosara, que lo viera y se enamorara de el y su agujero perdidamente para que siempre volviera por más.

Y supo que lo estaba logrando porque Soobin sólo hundió su cabeza en el pecho del castaño, suspiró, y se quejó sonoramente, mientras su mano tanteaba en si apoyarse en su trasero o no. El pelinegro amablemente lo hizo por el, posándolo justo ahí.

E hizo que estrujara su trasero de manera fuerte. Cómo le gustaba.
Kai era un fanático de lo rudo, que le dejaran moretones en su cadera, muslos interiores y que no lo dejaran caminar por días.

Y cuando Soobin comenzó a simular estocadas fuertes al mismo tiempo que se apoyaba en su cama, el dios de Hueningkai comenzó a babear.

El tierno rubio era un rudo, un salvaje, un dominante natural, y era todo lo que buscaba. Sólo comenzó a moverse al mismo tiempo que Soobin se frotaba de nuevo con el, sosteniendo su trasero mientras gemía y se quejaba, pareciendo rugir.

Haciendo a Hueningkai sonreír mientras comenzaba a dar vueltas con su cadera, sintiéndose un vaquero que estaba domando al semental imparable. Y no se refería a caballos.

Soobin había comenzado a dar estocadas más fuertes y continuas, haciendo al mayor gemir más fuerte mientras se apoyaba en sus hombros y se acercaba para besarlo, acariciando su lengua con la suya, chupándola. Se separó para bajar a su cuello y morder un poco, chupar, dejar un leve hematoma.

Quería ser un chico malo para que ese conejito (que ya no era su conejito de felpa, sino, su conejo feroz) lo castigara, lo azotara y lo follara rudo y sin piedad, reclamando su mala actitud, lo malo, lo zorra que era, que lo tomara y que lo...

Hueningkai ahí se dio cuenta que tiene fantasías muy oscuras que tenia hasta miedo de pensar. Sólo vio el rostro de Soobin, sus ojos cerrados, sus cejas fruncidas y su boca entreabierta que dejaba salir varios dulces gemidos que amaba.

Y ahí se daba cuenta, Hueningkai sabía que Soobin era tierno, tan tierno, pero que dejaba esa ternura de lado cuando de follar se trataba. Y eso era todo lo que buscaba. Soobin era tan natural, lindo, nada falso, y le gustaba eso.

Pero supo que debía dejar de andar con estupideces al recordar; se estaban rozando con ropas. Con un pesado pantalón de mezclilla. Su dios interior le dio un zape y gritó, gritó tanto que se quedó sin voz por unos días, por lo tanto, Hueningkai se frustró.

Sólo disfrutó de su segundo orgasmo otorgado por su conejito de peluche, y se recostó en su pecho, respirando agitado. Maldijo no haberse dado cuenta de la ropa, pero sólo vio al rubio.

Se separó de el, notando su mirada en su entrepierna y como trataba de cubrirla, así que el mayor intentó ver la suya misma.

Lo volteó a ver.

—¿Me prestas un pantalón y puedo volver a quedarme a dormir aquí? —Aunque no era necesario el dormir, Kai quiso, de forma honesta.

Y no sólo para hacer más cosas que tengan que ver con sexo. El otro día Soobin le dijo lo emocionado que estaba por armar su mecha de colección que le había acabado de llegar, así que, quiere quedarse para ayudarle.

Y bueno, decir que estaba emocionado por hacer otra actividad con Soobin que no fuera decirle y hacerle vulgaridades, era poco.

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AHHHH VIERON QUE EL SOOKAI PARECEN UNA PAREJA DE FAMOSOS 🛐🛐🛐

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AHHHH VIERON QUE EL SOOKAI PARECEN UNA PAREJA DE FAMOSOS 🛐🛐🛐

(Aclaró Soobin tiene el pelo rubio en esta historia y Kai es pelinegro, Kai es mayor en esta historia jsjsjdk)

𝐼𝑐𝑒 𝐶𝑟𝑒𝑎𝑚 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora