𝐼𝑐𝑒 𝐶𝑟𝑒𝑎𝑚 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖

Capítulo 26

—Estoy en una convención con Soobin, responderé después. —una carcajada sonó el el teléfono y Kai sólo apretó sus dientes, viendo al rubio sacar su billetera para pagar la comida, y volvió al teléfono. —Nunca dije algo gracioso...

—Oh, dios, chico, es sólo que jamás te esperé ver ahí por una polla.

—Pues no, porque estoy aquí por mi novio y para compartir intereses con el. —un puchero mientras hablaba y veía a su alrededor.

Aunque sí, Taehyun tenía razón, no estaría ahí jamás, en la vida, pero con su rubio sí. Se despidió del otro, y volteó a ver a su novio, que volvía con la bandeja y una gran sonrisa.

El motivo se lo mostró, emocionado.

—Dan figuritas de papel de Shingeki no Kyojin, pude elegir la de Historia, mira, te traje la de Ymir. —sí, valía la pena. Kai sonrió bobo mientras veía a Soobin hablar sobre su papel por más de dos minutos, emocionado, mientras comía. 

El mismo limpio esa ketchup que había caído en su mejilla, de forma tierna, haciendo al otro sonreír, sólo viéndolo.

—Gracias por venir conmigo aunque puede que te incomode esto, lo aprecio mucho. —Kai sólo se acercó y lo abrazó más, apachurrándolo en sus brazos.
Soobin seguía siendo ese conejito que siempre quería estrujar en sus brazos, era el peluche con el que quería dormir abrazado, frotarse, que le de...

Si, seguía ahí ese pensamiento.

Relamió sus labios, riendo nervioso, mientras sostenía su rostro y besaba su mejilla, haciendo al otro reír por los piquitos. Lo vio fija.

—Te amo tanto, amor. —el pelinegro ahogó su chillido, lo vio, y sonrió, acariciando sus mejillas que anteriormente habían sido besadas. Relamió sus labios antes de hablar.

—Nunca habías dicho el 'tanto'. —una risa por parte de los ambos, pero una voz fue la que los interrumpió. Una voz no tan molesta pero en ese momento sonaba como una horrible, chillona.

Hueningkai volteó a ver a su hermana, viéndola de pies a cabeza.

—¿Qué quieres, Bahiyyih?

—Que nos des más dinero a Hikaru y a mi.

—¿Y el que les di? —Bahiyyih sólo sonrió con dientes, haciendo que su pequeña novia sonriera de la misma forma, y ahí, finalmente, Kai torció sus ojos. —No les daré más, esto te pasa por gastarte lo que le di a los dos en un sable láser semirealista.

—Yo les doy más, pero gástenlo con sabiduría, no creo que un Jedi gaste todo en una. —el otro asintió repetidas veces, aceptando el dinero, y se fue corriendo con Hikaru, haciendo al pelinegro voltear a ver al rubio, serio. El otro sólo habló.
—Quiero ganarme a tu familia.

—Bahiyyih es tu esclava desde que le diste un mecha para armar, y mi papá te llama por tu nombre y no por tu apellido, te adoran. —el rubio sólo lo volteó a ver, parpadeando.

—Entonces me estoy preparando para el próximo sábado que vaya a comer con tu familia, hasta he practicado cuántos centímetros debo separar la silla para sentarme de manera correcta. Kai torció sus ojos mientras se paraba, haciendo que el otro lo siguiera al instante.

Sí, ese no era su hábitat en el que se sentía seguro, pero de alguna manera lo hacía al lado de Soobin, que lo veía, hablando, se detenían en puestos a ver algunas cosas que le parecieran interesantes al más alto, y bueno, sí, le estaba gustando.

Quitando la gente que pasaba con trajes gigantes de lobo a su lado, la gente que pasaba sólo viéndolo, sorprendidos, y los chicos que se le acercaban a Soobin y este lo volteaba a ver, con un puchero.
Tenía que responder al llamado de su novio. 

Se acercó, fingiendo que no vio al chico. —¿Todo bien, amor?

El rostro nervioso del chico, su sonrojo, y se fue, haciendo a Hueningkai sonreír victorioso. ¿Cuándo, la gente entendería que la razón por la que tenían sus manos entrelazadas era porque eran novios, y no por ser besties?

Le gruñó a un chico que se le acercó, sacando su celular, y se abrazó más a Soobin, frunciendo su ceño. Ok, sí, no, no se sentía tan cómodo.

Soobin era un caso diferente a la gente que estaba ahí, porque el olor que se acumulaba, el sudor de varias camisas y escuchaba las palabras 'waifus, lolis' sólo arrugaba su nariz y se acercaba más al rubio, que reía nervioso, acariciándolo.

Qué bueno que le había agradecido hace unos minutos.

Bahiyyih había querido ir a una convención con Hikaru y Kai fue el que lo había invitado para pasar tiempo mientras cuidaba a la hermanita menor de la chica, y no pudo decirle que no a una convención... y a su novio, a su novio.

Había ido varias veces con Beomgyu, que aprovechaba para comprar algunos libros eróticos y con Yeonjun, que sólo lo acompañaba, compraba algunas cosas, pero Hueningkai...

Esta era su primera vez, se la estaba pasando bien, de verdad, pero cada que el furro pasaba a su lado Kai parecía congelarse y se acurrucaba contra el, y bueno, era algo gracioso. 

Pero fuera de eso, estaba bien, perfecto. Soobin se acercó a besarlo mientras este veía un peluche y se sonrojó, riendo, usando el pequeño peluche como protector de su sonrojo, de su avergonzado rostro. Lindo. 

Hasta el momento de irse, escuchar a los dos menores hablar de lo perfecto que fue, a Bahiyyih presumir su sable de luz, al papá de Kai decirle que no lo prenda mientras está en el carro, y el pelinegro, diciendo que fue perfecto, que le gustó, y que la presencia de Soobin fue lo mejor.

Lo volteó a ver, queriendo besarlo, pero Hikaru en el medio fue la que les interrumpió, sonriendo nerviosa con dientes.

—Lo siento, pero... si gustan puedo...

—Está bien, le daré uno más tarde. —el mayor le guiñó un ojo, y Soobin sólo sonrió, asintiendo.

Uno, dos, demasiados, muchos besos fue lo que le dio Hueningkai esa noche, y lo que el también le dio.

Besó su espalda, sintiéndose cálido, y el escuchar sus pieles chocar fue lo más placentero del día, y más, los gemidos de ambos, el ruido que producían.

Y más, cuando sus manos se entrelazaron, los besos descendieron de su nuca a su hombro, y ahí, lo plantó, junto a un 'te amo', haciendo sentir a Kai, de nuevo, amado. 

Y no era una novedad desde que estaba de ese modo con Soobin.

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