𝐼𝑐𝑒 𝐶𝑟𝑒𝑎𝑚 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖

Capítulo 28

Kai subió sus piernas en la silla, entrelazándolas, y bostezó, viendo a un Soobin casi dormido en su silla, masticando de forma automática.
Hasta su tía lo vio, preocupado.

—¿Todo bien? Soobin parece cansado...

—No es nada, es sólo que ahora dormí más horas que las que acostumbro, supongo que ahí hay una consecuencia. —rió nervioso, moviendo su rodilla.

Hueningkai sólo alzó su ceja, aguantando una risa.

Nadie sabía que habían follado toda la noche.

Cómo Soobin había besado cada centímetro de su cuerpo, cuando pegó su frente en su pecho y le dijo que lo ama por decimoquinta vez, cómo cada pulgada de el había complacido por completo a Kai, y cómo el hizo lo mismo. y no podría estar más orgulloso de el.

¿Era feliz? Mucho, el amor y respeto que le hicieron creer que no merecía y que nunca iba a tener lo estaba teniendo, multiplicado por números grandes que lo hacen sentir chico, y sabía, que no era todo el amor que podía recibir, podía recibir más por ese chico que tenía sentada a su sobrina en su rodilla, jugando con ella.

Sí, Kai se apoyó en su mano, sonriendo.
Cosa que hizo que el rubio apenas lo vio, sonrió grande. Sintió cómo se sonrojó al instante.

Sólo se estiró, se quejó un poco, y apenas terminó, escuchó un grito.

—¡Hora de abrir los regalos!

Y sonrió al saber que su novio perfecto había llevado regalos a toda su familia. Suspiró, levantándose, encaminando a un adormilado Soobin que lo abrazó por detrás, besando su cuello, y luego apoyándose en él, casi durmiendo.

Hasta escuchó leves ronquidos, haciendo a Kai carcajear, abrazando esos brazos que lo rodeaban. Se dejó querer por todo ese tiempo, y volteó a ver al chico.

—Tengo tu otro regalo en casa, pero sigue incompleto, ¿Podrías esperar unos días? —dijo mientras le cedía una caja.

—Claro, sí... ¿Son los boletos para la nueva película de SpiderMan? —sonrió, abriendo la caja, pero lo que recibió fue una figura de DeadPool, y sólo ahogó una risa. —¿Es la que rompimos cuando... —un asentir del otro y abrió su boca. —¡Es la versión limitada que sus ojos brillan en la oscuridad! ¡¿Cómo-

—Lili me la pudo conseguir, la consiguió barato pero ya sabes, lo caro-

—Es pagarle a él. —dijeron al mismo tiempo, riendo, viéndose. —Es el mejor regalo, yo tenía la versión simple pero conseguiste la limitada... Dios, te amo mucho. —su nariz que se volvió rojiza y comenzó a lagrimear hizo que Kai soltará un agudo 'Aww' y apretó sus mejillas, haciendo un puchero.

—Mi amorcito, me alegro tanto que te haya gustado.

El rubio asintió, haciendo un puchero, que fue besado por el mayor, riendo. El otro apuntó una caja grande, y fue por el corriendo, volviendo de la misma forma con el otro, sonriendo.

—El regalo puede que no sea mucho pero pensé mucho en ti al hacerlo.

Y si ese regalo no era mucho, los otros regalos eran nada.

Hueningkai sonó su nariz al ver la caja llena de dulces sabor a banana, peluches y dos tazas, haciéndolo abrazar al otro, riendo.

—Será mejor que escondas los dulces en casa porque soy capaz de comerlos todos en un día y entrar en un coma diabético. —el otro asintió.

—Lo tuve en mente, la caja es sólo para que lo veas, lo demás estará escondido en casa.

—¿Y ustedes ya viven juntos? —preguntó una tía, haciendo a Hueningkai asentir alegre.