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—Deberíamos tomarnos una foto amor, hace tiempo no lo hacemos y creo que sería lindo que tus padres vieran que estamos retomando nuestro matrimonio.

Sugirió la ojiazul muy entusiasmada por su propia idea.

Eren dudaba, pero tampoco podía decirle que no a su esposa.

—Claro querida, nos la tomamos y se la envíamos a tu familia y a la mía. —sonrió.

Frieda hizo un movimiento de negación.

—No, la subiremos en tus redes sociales y de ahí me etiquetas. Ya sabes así será más fácil de ver.

La sonrisa de Eren se borro lentamente. Pensó que podría salir de esa situación sin complicación alguna, pero como era de esperarse la surte no estaba de su lado.

—Bueno deja me acomodo junto a ti.— su esposa se sentó más cerca de él mientras Eren sacaba su celular.

Ambos posaron y se escucho un click que era el indicador de ya haberla tomado.

Eren fue el primero en observar la foto y vio que por el ángulo en que la había tomado parecería que estaba recargando de forma tierna su cabeza contra la de su esposa y más por la radiante sonrisa que Frieda mostraba en la imagen.

—¿Puedo verla?

—Sí, claro.

Le volteo el celular y le mostró la foto a su esposa, ella fingiendo no verla bien le quito el dispositivo.

—La editare querido solamente le cambiare el color. — sonrió.

Eren se volvió a tensar, el sabía que era mala idea que Frieda tuviera su celular ya que podría entrar en sus conversaciones y ver el chat de Mikasa.

No tenía ni idea que tenía que eliminarlo cada vez que dejaba de hablar con su azabache, pues porque nunca antes le había sido infiel a su mujer.

Casi en un acto reflejo tomó el aparato de las delicadas manos de la Reiss y con sonrisa la más grande que le había mostrado le dijo que el lo haría y aprovecharía en subirla de una vez a sus redes con algún bonito pie de foto.

—No te olvides de los estados WhatsApp, porque es más fácil que mis padres la vean ahí.

«Y también tu amante podrá verla.»

La subió a instagram primero y de ahí  automáticamente se compartiría en Facebook. Salió de ahí y la colocó en WhatsApp.

Le dedico unas palabras muy conmovedoras más por obligación que por sentirlas realmente.

…………

Mikasa estaba haciendo zapping en la televisión, no encontraba nada bueno y se decidió por poner la aplicación de streaming y ver el capítulo que había dejado a medias de House of the Dragon.

Que fuera pediatra y no tuviera casi tiempo de ver algo no quería decir que no lo hiciera. Ella era muy fanática de los libros, pero la serie tampoco le desagradaba por dos sencillas razones; Milly Alcock y Matt Smith. 

Aparte de ser buenos actores sacaban su lado fangirl cada que los veía.

La serie ya había terminado su primera temporada pero ella apenas iba en el capítulo donde Sir Criston era rechazado por Rhaenyra por no querer dejar su título e irse a vender naranjas con él.

Estaba tan perdida viendo la serie hasta que una notificación se escucho.

Tomó su celualar de la mesita que estaba frente a ella, lo desbloqueo y solo decía:

Adúltera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora