Capítulo 9

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La reunión con el director de la secundaria terminó con resultados favorables, especialmente para las chicas que eran las que más molestas se mostraban por poner un baile escolar en la primera semana de clases. ¿A quién se le ocurrió semejante barbaridad?

Gracias a la ayuda de Nigel Uno, que sirvió como vocero y líder del movimiento que las chicas habían formado en protesta por la fecha, el baile de bienvenida se celebraría el viernes por la noche de la siguiente semana. Con tiempo suficiente para que las chicas buscarán el vestido o atuendo perfecto para la ocasión.

Nigel ya sabía a quién invitar, a pesar de que había confianza entre ellos no podía evitar sentirse un poco nervioso.

Hoagie llevaría al baile a su novia, en realidad no tenía que preguntarle porque era bastante obvio pero quizás se lo diría en los próximos días.

Kuki se sentía ansiosa porque esperaba que cierto chico que tenía en la mira la invitara. En realidad, esperaba que se armara de valor para hacerle la propuesta.

Wally estaba de mal humor como siempre, pensando que las chicas se estaban tomando demasiado en serio un tonto baile. Por supuesto que tenía a la chica ideal en mente pero de solo pensar en invitarla le daba muchísima pena, sin embargo, haría el esfuerzo de hacerlo.

Abby no le daba mucha importancia como el resto de las chicas pero con gusto acompañaría a Kuki a escoger que ponerse de las tiendas que había en el centro comercial. Ella por su parte tomaría algún atuendo del armario de su hermana mayor Cree, que de seguro no le importará ya que ella está lejos y no le daría uso en los próximos meses. Ella estaría junto con sus amigos aunque estaba segura de que todos tendrían pareja. No le molestaba, pero tal vez en el momento del baile se sentiría un poco sola mientras todos bailan. La mesa de bocadillos definitivamente sería su cita predilecta de la noche.

Cuando ese día terminaron las clases, todos se dirigieron a sus casas a cambiarse de ropa, comer algo, en fin, hacer sus cosas antes de reunirse todos nuevamente en la casa del árbol de la casa de Nigel. La verdad tenía a todos, menos a Wally, intrigados con eso de que él quería decirles algo importante. Se comportaba un tanto extraño. Al atardecer, llegaron todos puntuales y ansiosos ya que hacía varias semanas no se reunían como siempre lo solían hacer.

―Definitivamente extrañaba venir aquí― dijo Abby muy relajada en un sofá mientras estiraba las piernas ―Ya quiero darle sus regalos a todos.

―Uhhh, ¿Nos trajiste regalos a todos?― preguntó Kuki muy animada sentándose al lado de su amiga mientras la observaba mejor. El cambio de look de Abby le favoreció bastante y no pudo evitar sentirse un poco inferior. Quizás ya era hora de hacer algún cambio en su imagen también.

―Por supuesto nena― le respondió abriendo un pequeño bolso que traía consigo. En ese momento entraron Hoagie y Alice a la casa del árbol pero Abby siguió en lo suyo sin mirarlos.

A Nigel le tocó un par de gafas de sol que el chico le agradeció un montón pues sus gafas que solía usar se estaban quedando un poco pequeñas para su rostro. Para Kuki, un llavero de edición especial de los simios arcoíris hawaianos que solo podías conseguirlo en la isla. A Wally le tocó una playera naranja con un diseño del sol y la playa en el frente y él solo se limitó a sonreír tímidamente, la verdad no esperaba ningún regalo de su parte. Por último, Abby se acercó a Hoagie y le dio un regalo envuelto, era el único que tenía envoltura. Alice notó algo raro en sus miradas pero decidió ignorarlo. Si bien era cierto que apenas si había intercambiado palabras con la chica, sabía que ellos llevaban siendo amigos desde siempre pero por alguna razón se encontraban peleados.

―Gracias Abby― el chico no pudo evitar sonrojarse un poco pero nadie parecía notarlo.

―Si me permiten― se aclaró la garganta Nigel llamando así la atención de todos, tenía puesta la mirada en su celular y luego lo guardó en su bolsillo ―Hay algo que quiero decirles, bueno, no es algo malo, al c-contrario es algo muy bueno, yo solo... realmente q-quiero pedirles que sean amables y me dejen esos chistesitos para después, en serio no quiero que bueno ya saben...

KND El verano que nos cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora