Montaña

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La mañana despertó nublada y fría, la noche anterior llovió por horas el rocío aún fresco humedece el ambiente y la neblina se esparce por todos lados, el tímido sol apenas se asomaba por las lomas de la montaña frutal despertando con sus rayos cálidos a toda la vida que habitaba ahí.

Un mono dorado aún somnoliento se paró de su cama apenas manteniéndose despierto se dirigió a la cocina para buscar algo rápido de desayunar, si Macaque iba a venir tenía que tener limpio y ordenado, no es como si quisiera dar la impresión de ser un desastre con patas o algo así (cosa que si es) planeó recoger todo el lugar para luego dejarse distraer por sus amigos albinos al final solo barrio un poco el frente y limpio solo su pequeña casa.

- espero que Macaque no sé de cuenta - repetía frenético limpiado las manchas de refrescos y frituras del sillón, frotaba con desesperación un trapo húmedo con más fuerza de la que se necesitaba.

Un ruido proveniente de su puerta le erizo los pelos ¿Será el?

Corrió lo más rápido que pudo hacía la puerta, se arregló un poco los mechones sueltos de su cabello al igual que arregló su ropa

-¿S-si? ¿Quien es?- abrió la puerta con una velocidad alarmante y se paró lo más recto que pudo

- ¿mmm? ¿Monkey king?- hablo curioso su joven sucesor viendo lo agitado que estaba su maestro - ¿recogiste tu solo? ¿Esperás a alguien?- por un pequeño hueco que dejó su maestro y la puerta metió su cabeza observando el interior, solo lo dejo con más dudas que respuestas así que solo saco su cabeza de ahí y volvió a su postura anterior.

Su maestro se tenso al ver las acciones del más joven pero al ver que se volvía se pudo relajar un poco y soltó el aire que estaba sosteniendo en sus pulmones pudiendo así relajar un poco su espalda recta y tiza - ¿Que pasa kid? ¿ Pasa algo?- recuperó su postura y más tranquilo lo dejo pasar adentró ya que afuera estaba helado

-no, solo me quedé un poco preocupado por lo de ayer, ¿Todo bien entre tu y Macaque? Los ví irse juntos - respondió algo intrigado el chico de la bandana roja

- No... Bueno si es lo que y-yo- suspiro - es complicado, necesito hablar con Macaque pero la verdad no sé si vaya a venir - hablo cabizbajo agachado su cabeza, su cola apenas se mantenía elevada.

- oh...- dijo algo sorprendido el sucesor - bueno si quieres me voy y si llega a pasar algo ¡puedo venir de inmediato!- contesto animado como siempre el joven

-tsk- rio un poco el más grande - no te preocupes chico¿acaso se te olvidó con quién hablas?- tomo aire y el más pequeño supo de inmediato que es lo que iba a decir - SOY EL GRAN MONKEY KING EL DIOS IMPARABLE E IGUAL DE SABIO QUE EL MISMO CIELO - hablo orgulloso de si mismo, inflando su pecho y con un ademán exagerado golpeó su propio pecho con su puño izquierdo.

Después de eso el más pequeño solo se hecho a reír e imitar con tono burlón a su maestro.

Pasaron unos minutos que se transformaron en horas su compañero se tuvo que marchar a hacer entregas dejando al pobre mono dorado ansioso con cada hora que pasaba.

Un gran suspiro salió de su boca, miro al horizonte, ya eran casi las 4 de la tarde un viento fresco se llevaba sus esperanzas de ver al mono de cuarto orejas ese día, tomo la decisión de entrar de nuevo a su humilde hogar solo, los pequeños monitos albinos se preocuparon ya que la última vez que lo vieron así su rey no salió hasta un largo tiempo después.

Cuando estaba apunto de tirar todo por la borda oyó un grito a la lejanía.

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Ya se que me tarde un montón pero mi nuevo trabajo me consume mucho y la verdad no quiero dejar votada la historia, espero poder actualizar pronto los quiero, dejen su ⭐ si les gusto bye~

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