Un nuevo día comenzaba para los ciudadanos, los rayos del cálido sol llenaban cada rincón de la ciudad calentando el aire. Nuestro héroe se encontraba aun en su ensoñación cuando una chirriante chicharra sonaba de fondo, era su despertador, ayer llego muy noche a casa así que tardo en ir hacia la cama ya que Pigsy le obligo a darse un baño ya que estaba todo sudado y con restos de comida chatarra en su cara, después de darse el baño y ponerse su pijama ya pasaban de la 1 de la mañana así que estaba realmente desvelado, tomo su despertador para poder silenciarlo y al hacer esto cayo de su cómoda cama al frio suelo.
Este sonido le hizo saber al cocinero y al erudito que su pequeño hijo había despertado, en la noche anterior tuvieron una pequeña discusión acerca de lo que ambos vieron la noche anterior, su criatura angelical con un demonio, y no cualquiera, sino con su primer enemigo, y aunque el chico había cambiado radicalmente e incluso cuando ellos recibieron su ayuda aun no confiaban del todo en él y menos cuando se trataba de confiarle el corazón frágil de su pequeño, pensar en eso le enfado de gran manera al mitad cerdo ya que para él sigue siendo el niño pequeño, sucio y solitario de aquel día en que llego a su vida para darle un sentido diferente, un motivo para seguir adelante además del erudito que estaba a su lado comiendo un tazón de fideos gratis, y fiel a su rutina le comenzó a gritar que pagara por ellos aun si nunca lo hiciera el seguiría haciéndose de la vista gorda, le agradaba que a la persona que ha amado siempre guste de su comida.
El joven castaño bajo corriendo mientras se colocaba a toda prisa su filipina para comenzar con su trabajo matutino e intentar acabar rápido para su entrenamiento en la tarde, ese día solo trabajaría medio día ya que ese día se haría inventario y reposición de materiales e ingredientes, en ese local los platos no duraban lo que deberían.
- Buenos días dormilón, como diría mi abuela, anoche daban risa y hoy dan miedo- Dijo el cocinero dándole la espalda ya que estaba revolviendo un caso lleno de comida.
- si... lo siento Pigsy... no volverá a pasar- El chico se veía cabizbajo, no le gustaba que lo regañen y menos él.
-sing...- suspiro de forma ruidosa el rosado y se giró para ver al chico que estaba cabizbajo tomando una escoba y barriendo casi sin ganas, miro a su pareja buscando apoyo cosa que el otro hizo señas "discretas" a su pareja y solo atinó a decir - 11:30-
- ¿Em? - respondió sorprendido el de bandana roja - ¿Qué? -
- 11:30 es el límite, ¿Entiendes? ayer llegaste muy noche y estaba muy preocupado, sé que eres fuerte, pero eso no quita que aun te puedan lastimar ¿si me entiendes? ¿Un abrazo para tu viejo padre? - ambos se vieron un momento y feliz el chico corrió a darle un abraso - ¡Uggh! cuanto amor jajajaja, recuerda que tienes más fuerza que mis viejos huesos- lo alejo un poco para ver su cara algo arrepentida pero feliz - Bueno ya, este lugar no se va a limpiar solo además que pronto van a llegar clientes y tú tienes entrenamiento con ese loco de las montañas- riendo un poco por el bobo apodo el chico soltó todas sus preocupaciones y malos sentimientos y limpio el restaurante no sin antes desayunar.
- Me alegra que hayan podido habla- dijo casi en un susurro al chico que, terminada de limpiar las mesas, no le preocupaba que los oyesen ya que él tenía en su cabeza sus auriculares con alto volumen, luego le regañarían por eso- de verdad, me preocupaba que no lo pudieran arreglar antes de tiempo-
- Si... no quiero que estemos peleados en su cumpleaños- contesto volviendo a cortar más ingredientes y preparar los domos para llevar de los clientes qué ya habían hecho su pedido.
- Es dentro de poco, los vas a invitar... ¿A todos? - sorbio de manera ruidosa, si no lo amara tanto ya lo habría corrido del local hace mucho.
- No lo sé, no me agrada que MK se junte con ese guerrero de las sombras y el inmortal, pero sobre todo ese chico de fuego- sus ojos parecían arder son tan solo el recuerdo de ayer, lo cerca que estaba de su hijo y lo poco, pero contundente que escucho.
- No deberías ser tan celoso, ya está grande y sabe lo que hace, además literalmente es un héroe que salvo a todos en la ciudad y no sola la ciudad el mundo o no solo el mundo el universo Y NO SOLO- sabía que si no lo paraba ahora tendría un ataque de pánico por recordar los sucesos que han pasado los últimos meses, incluso la ciudad (que no es exactamente pequeña o poco tecnológica) estaba aún pagando los estragos de las ultimas peleas.
- No me importa la maldita edad que tenga, cada que lo veo yo... miro a ese niño delicado como un flor casi marchita acercarse a este local por un poco de comida- acaricio la barra recordando como el pequeño se asomaba y con sus pequeñas manos apenas podía aferrarse al borde y el cómo a pesar de estar en puntillas solo lograba asomar sus grandes ojos curiosos con color tan dulce como el caramelo, brillando por el enorme plato de comida que este le ofrecía; esos recuerdos le mataban al mismo tiempo que le daban muchas razones para vivir, le dolía recordar lo maltratado que se veía en ese entonces y le dolía casi lo mismo e incluso un poco más ver como creció, pero estaba orgulloso del hombre en el que se había convertido, en el hombre que él lo convirtió con amor y paciencia, alguien amable, cariñoso y respetuoso, se sentía verdaderamente orgulloso y de igual manera preocupado por la gran valentía y responsabilidad que este portaba desde pequeño, curioso y valiente, o según sus palabras algo tonto, era tan puro que el solo salir al mundo cruel e injusto para su padre era su pesadilla al igual que su sueño más preciado.
- ¿De nuevo esa dualidad al recordar? ya habíamos hablado de eso amor- el de lentes tomo la mano del demonio cerdo el cual se había perdido en sus recuerdos - Se que como yo amas a MK, pero el que quiera salir y buscar su propio camino es parte de la vida, pero eso no significa que no estemos para el en el momento que él nos necesite- sobo con cariño el dorso de la mano de su pareja el cual solo atino a soltar pequeñas lágrimas, después de un rato habían comenzado un tierno abraso- lo bueno es que MK ya se fue a repartir y no te vio llorar, se hubiera preocupado -
El contrario solo se hecho a reír, si su hijo tenía un gran corazón, siempre pensando en los demás, eso es justamente lo que le preocupaba, que este saliese lastimado.
Por otro lado, el joven comenzó su ruta para terminar pronto, no hubo muchos contratiempos excepto cuando una manada de perros intentó arrancarle un pedido, tuvo que usar el bastón a pesar de haber decidido no usarlo en el trabajo.
Llego a un lugar al cual se le parecía conocido, pero no recordaba el porqué, por suerte esta era su última entrega por el momento, toco la puerta algo nervioso, un aura obscura llenaba el lugar, parecía una trampa, llamo de nuevo, esta ve si hubo respuesta.
- Entra joven- Una voz que parecía a la de una anciana llego sus oídos - pasa y ayúdame a acomodar la mesa por favor- normalmente no lo aria pero la señora se oía como una persona realmente mayor.
- s-si- entro y en medio de un salón enorme dejo la comida que a su parecer es mucha para una persona mayo, tal vez viva con alguien más, en caso de que si este viva y si se trataba de una fantasma correría lo más lejos que pudiera - lo deje en la mesa- Nervioso tomo el dinero que estaba en la mesilla - Gracias por su comp-
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por lo pronto, dejen su estrellita y un comentario, hasta pronto :D!!.
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junto a ti
FanfictionLa primer historia que estoy dispuesta a terminar (eso espero) si tienen sugerencias o dudas no sientan pena en preguntar Publicación lenta Descripción: Han pasado años desde que tuvieron una intervención hecha y derecha, sin pelear ni insultar, pe...