Caminaba lentamente por la carretera la cual yacía mojada por la torrencial lluvia que había sucedido tan solo algunas horas antes. Caminaba con lentitud ya pues no tenía ningún interés ni necesidad por apresurar mi paso, había salido tan temprano de mi casa cosa que había sorprendido a mis padres yo siempre fui de ese tipo de chica que siempre llegaba tarde, a cualquier lugar que fuese, sin embargo esa mañana en específico me había levantado más temprano de lo normal siendo despertada por unas de mis muy consecutivas pesadillas. Desde que tengo uso de memoria siempre he soñando con él...
Sus ojos... Sus ojos son tan azules y escalofriantes, es en lo único que pienso al dormirme y al despertar, nunca he visto su rostro ni en sueños ni en la vida real. nunca y a pesar de que no lo conozco de nada... Algo en mi interior me dice que ya lo he visto en alguna parte...
Despierto de mi ensoñación al darme cuenta de que había llegado a mi destino... El prestigioso instituto en que mis padres me habían obligado a asistir para "tener una educación mejor" cosa que me parece una estupidez. Desde cuándo una escuela llena de niños ricos y mimados, en donde la popularidad no se elegía por la inteligencia sino por cuan bonito y rico eras, era una buena educación para mí?
Yo odiaba con todo mi ser esta institución, los profesores se hacían los de la vista gorda al ver a una persona criticando, dañando he insultado a otra, por el simple hecho de no buscarse un problema con la sociedad, porque si los padres de casi todos lo chicos de esta escuela eran personas muy importantes tales como empresarios, diseñadores, arquitectos etc. Aquí habían los típicos grupos de categorías estaban "los nerd" conocidos como, "ratas de bibliotecas", "celebritios", estos eran cogidos para hacer las tareas, proyectos y todo el trabajo escolar de los populares, estos eran los jugadores de los equipos de fútbol, ellos eran esos tipos de chicos súper guapos y sexis, esos que te hacían hacer cualquier cosa que te pidieran, en fin, unos completos idiotas. Luego estaban las animadoras chicas plasticas de cabeza a pies, eran tales como las que usaban muy poca ropa, las típicas rubias teñidas y busca pleitos. Y luego estaba yo, yo no estaba en ninguna de esas categorías las aborrecía con el alma. Y por supuesto que en una que otra vez las animadoras habían puesto sus ojos en mi y gracias a eso había ido varias veces a dirección acabando siempre como la culpable de todo por las influencias que tenía la líder de el equipo, Isabela. Gracias a estos problemas casi no me acercaba a ninguno de ellos bueno... A todas las personas en general, me concentraba solamente en sacar buenas notas, no necesitaba a ese montón de gente falsa a mi alrededor.
Mis padres me habían regañado varias veces diciendo que no me metiera en tantos problemas, que intentara ser un poco más sociable con las personas,que tuviera amigos, yo siempre me había negado hasta hoy, lunes. Mis padres me había convencido a que consiguiera algún amigo o al menos que le hablara a alguien de la escuela. Yo a regañadientes había aceptado no debe ser tan complicado no?
Solté un suspiro al percatarme de que había entrado ya al instituto fui directamente a mi primera clase ya que había sonado el timbre. Fue una larga y aburrida clase de física seguido de esa vino la de historia hasta que por fin llegó el receso. Las personas a mi alrededor recogían sus libros de forma desesperada y agitada apurados por salir ya a las gloriosas dos horas de receso. Yo sin embargo recogía normal y para nada apresurada, a sabiendas de lo que tenía que hacer por promesa a mis padres no me apetecía nada de nada salir a el receso.
Suspiré pesadamente al ver que ya no tenía más nada por recoger, me levanté y fui directamente al comedor, me aturdió un poco los murmullos de las personas pero poco a poco me fui acostumbrando al nuevo entorno para luego esperar la larga fila y por fin lograr conseguir mi alimento. Fui con mi bandeja en mano y miré desconcertada donde poder sentarme todo estaba casi lleno excepto una mesa con 3 personas en ella hablando animadamente, suspiré con fuerza mientras me acercaba lentamente a su mesa.