Army of lovers 《Shuri x Namor》

Capítulo 5《Confusión》

—¿Qué hace usted aquí?— preguntó ella nuevamente con un tono de voz molesto y a la defensiva.

—También es un gusto verla majestad— responde el con soberbia.

—Es un peligro que estés aquí

—No estoy aquí por usted. Mis asuntos no deben involucrarla. Usted lo dijo, Talokan tiene a su protector así que si me permite iré a hacer mi trabajo

Namor no dice más, se da vuelta dejando a Shuri confundida e intrigada con más dudas que respuestas. Sonreía victorioso pues sabía que la princesa lo seguiría toda la velada tratando de descubrir qué hacía el ahí.

—Namor— llamó Shuri molesta, y  tratando de no llamar mucho la atención le sigue el paso —Namor. ¡Namor!— exclama provocando que el detenga sus pasos, se de vuelta y caminé de vuelta a ella con una postura retadora.

—¿Ahora somos enemigos alteza?— se acerca tanto que Shuri es capaz de sentir su cálido aliento besandole la piel recordandole aquél vago pensamiento.

Esa pregunta llenó a Shuri de rabia e impotencia, trajo a su memoria las atrocidades que Namor cometió en contra de su nación. Atrocidades que debían pagarse con sangre. Dichos pensamientos dieron pie a esta sensación de rabia en su interior, un fuego que subía por su garganta y una presión en el pecho que no la dejaba respirar.

—Creo que dejamos eso claro desde que asesinó a mi madre y aterrorizó a mi pueblo ¿no lo cree alteza? — responde apretando la mandíbula, dejandole en claro que ella no lo olvidaría.

Estaban tan cerca el uno del otro que jurarían que podían escuchar el palpitar de ambos corazones. Namor la miró con arrepentimiento, sin saber qué decir para revertir su error. Más bien, quisiera poder mirarla de ese modo, pero la manera en la que ella le hablaba le hacía imposible concentrarse, miraba sus labios deseoso de probarlos, sentía su respiración deseando aumentar el ritmo de estas.

El se acercó más quedando a centímetros de sus labios, notando que la princesa no había hecho ni el mínimo intento de echarse para atrás. Lo haría, si tan solo no tuviera culpa, si fuera descarado.

—Encárgate de tus propias asuntos princesa. No te entrometas

Iba a retirarse cuando Ross se acerca a ambos. Shuri trata de disimular, y temiendo que Namor haga algo imprudente lo toma del brazo con fuerza acercandolo a ella. Acción que confunde al rey; la mira con el semblante serio para después mirar al colonizador.

—Alteza— saluda Ross haciendo una especie de reverencia, a lo que Namor lo mira con el entrecejo fruncido y los ojos bien abiertos. —Permitame presentarle al señor Marc Spector

—¿Marc?— pregunta Namor confundido. Marc lo mira incrédulo mientras Ross solo lo ignora.

—Y creo que ya lo conoce, el doctor Stephen Strange

—Si. Peleamos juntos— menciona Shuri con una sonrisa a la par que estrecha la mano del doctor. —Un gusto señor Spector

Una atmósfera bastante incomoda se crea encapsulandolos a los cinco en este círculo dejando paso al sonido de los platos, el piano y risas forzadas en el fondo.

Shuri busca a donde mirar sin soltar al Dios junto a ella, mientras Namor solo busca las palabras adecuadas para referirse a estos terranos.

—¿Obsidiana? — pregunta Strange señalando las joyas que cuelgan del cuello del rey. Namor baja la mirada y asiente llamando la atención de la joven princesa. —Vi uno en mi viaje a Merida, pero estaba en un museo, ¿cómo lo conseguiste?

—Es fabricante— Shuri se apresura a decir robandole la palabra al rey y llamando la atención de los tres hombres.

—Oh— dice Marc —interesante. Haces representaciones exactas, los detalles son asombrosos