La mañana siguiente Donghae despertó sintiendose mucho mejor, el dolor de cabeza había cedido gracias a los calmantes que le suministraron en el hospital durante la noche.
Desayunó en calma y luego su madre lo llamó muerta de la preocupación por su hijo, Kyuhyun la había llamado para decirle lo que le había sucedido, aquello le molesto un poco porque no pensaba decirle a su madre que estaba en el hospital por haberse desmayado y herido la cabeza, su madre era una persona mayor y no quería preocuparla demasiado.
Luego de mucho tiempo, lágrimas e insistencia de parte del menor para que su madre no tomara un autobús hacia Seúl, logró calmarla.
Habló con Kyuhyun después y quedaron en que este lo recogería en la puerta del hospital. Después de que el médico lo examinase por última vez y le diera el visto bueno para irse a casa Donghae se cambió de ropa, firmó los documentos necesario y salió a toda prisa de aquel lugar.
Odiaba los hospitales, cuando tenía nueve años su padre se enfermó de cáncer de estómago y pasaron ocho dolorosos meses en idas cada vez más largas al hospital, hasta que este murió.
Soltó un suspiro pesado al detenerse justo en la entrada del hospital, hacia un poco de frío aquella mañana y el cielo estaba nublado. A pesar de haber dormido se sentía realmente cansado, emocional y mentalmente estaba agotado. Sólo quería ver a Kyuhyun, encerrarse con él en casa y no saber nada más de nada ni de nadie.
No más hospitales, no más medicinas, ni recuerdos del pasado.
No más Hyukjae.
La verdad era que lo que sentía por él no era odio, sino miedo. Le tenía terror a que aquellos sentimientos tan intensos del pasado revivieran porque sabía que estar juntos era imposible. Después de su separación y con el paso del tiempo aprendió a aceptar que sin importar todo el amor que se tuvieran ni cuán intenso fuera este, no iba a prosperar. Siempre iba a existir algo que los mantendría separados. La familia de Hyukjae, la sociedad, su posición social superior a la suya... y Donghae no podía luchar contra todo eso.
Un taxi se detuvo justo frente a él sacándolo de sus pensamientos debido al susto. Una de las puertas traseras se abrió y Kyuhyun bajó del vehículo caminando hacia el luego con una sonrisa y la mirada llena de amor y preocupación.
—Hae... — Kyuhyun mencionó su nombre en un suspiro lleno de alivio y se lanzó a abrazarlo con fuerza.
«No puedo traicionar a Kyuhyun. No puedo hacerle eso a él.» pensó el castaño mientras lo abrazaba de vuelta.
—Llegaste. — Dijo Hae en voz baja.
Kyu se apartó un poco solo para poder verlo a los ojos, la mirada de preocupación no se fue de sus ojos, menos al verlo con aquella venda alrededor de la cabeza.
—¿Como te sientes? ¿Tienes dolor aún? ¿Tienes hambre? ¿Hablaste con tu madre? ¿Que te dijo el doctor? —
En contra de todo pronóstico, Donghae comenzó a reírse.
—Tranquilo, amor. Estoy bien, en serio. Me siento mejor, si hable con mi madre, si comi y el medico ha dicho que solo es estrés y debo tomarme las cosas con calma.—
Kyuhyun no le dejo seguir hablando, lo tomó del rostro con ambas manos y le plantó en los labios varios besos un tanto desesperados. Ahí, en público sin importarle quien los podría ver.
—Estaba tan preocupado por ti, cuando te llamé y no respondías supe que te había sucedido algo y luego cuando me dijiste que estabas en el hospital me sentí en desesperación. —
El castaño colocó sus manos en las muñecas del más alto acariciando su piel tratando de calmarlo, Kyuhyun estaba preocupado como jamás lo había visto.
—Estoy bien, vamos a casa. —
Subieron ambos al taxi y en el camino conversaron de algunas cosas, Donghae solo omitió todo aquel enredo con Hyukjae porque no quería hacer sentir inseguro a Kyuhyun.
Ya le contaría después.
Al ser temprano había un poco de tráfico pero lograron llegar al departamento relativamente rápido. Una vez alli, Hae se encargó de ordenar algo de comida y luego de darse un baño cada uno de fueron a la cama para descansar.
Kyuhyun había dormido poco debido al viaje y estaba agotado y Donghae necesitaba descansar y relajarse.
—No volveré a dejarte solo. — dijo Kyu una vez que estuvieron en la cama abrazados.
—No digas eso ¿que pasa con tus conciertos? —
—Los cancelé, mi representante no estaba feliz pero no me importa, tú eres más importante para mí. —
Hae sonrió, dejo un beso cariñoso en una de las mejillas de su prometido y luego descansó la cabeza en su pecho.
—No sé qué haría sin ti, cuando nos conocimos en la universidad no pensé que íbamos a terminar de esta manera, que ibas a ser tan indispensable para mí. —
La risa profunda del más alto resonó en su pecho haciendo eco en el oído de Donghae.
—Fuiste muy difícil de conquistar, no me la dejaste fácil. Pero me alegro de no haberme dado por vencido.—
Ambos rieron con diversión y luego Donghae bostezó, las pastillas que le recetaron para el dolor le provocaban mucho sueño, algo que agradecía. Necesitaba dormir y olvidarse de todo.
—Duerme, amor. — dijo Kyu en voz baja, dejo luego un suave beso en su frente y lo apretó un poco más contra su propio cuerpo.
Donghae no tardó mucho en quedarse dormido, se dejó llevar por el sueño y el agotamiento que sentía olvidándose de todo por las siguientes horas.
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Luchando por su amor (Eunhae)
AcakDECLARO QUE ESTA HISTORIA ES DE MI AUTORÍA Y NO PERMITO NINGÚN TIPO DE ADAPTACIÓN. LOS PERSONAJES NO ME PERTECECEN.