Comienzo incierto

446 40 5
                                    


"No podemos llevarnos todo... tenemos que dejar algo aquí, para la retirada, en caso de que las cosas no vayan acorde al plan" dijo Cypher observando dos mochilas, las personales que llevaban los agentes, otras dos que dejó Brimstone con diferentes tipo de armas y accesorios, el botiquín y una ultima bolsa mas con el kit y provisiones de supervivencia, como mucho deberían tener para una semana.

"Mmmmm..." Sonó del espectro en señal de respuesta, como es de esperarse, no era muy hablador. Se podría decir que era mas de acciones que de palabras. Así pues, empezó a meter lo mas esencial en su mochila y cargó a su espalda una de las Vandals que el capitán les había proporcionado. El centinela hizo lo mismo con su parte, Omen llevaría el botiquín y el llevaría las provisiones junto con el kit, y en lugar de una Vandal ruidosa optó por cargar una de las Phantom, su arma predilecta en todas sus misiones y junto con una Ghost. "Bien... habrá que esconder por aquí las cosas que sobren" el vigía giró sobre sus pies, echando un ojo a todo lo que les rodeaba. Grandes arboles se extendían sobre sus cabezas, la vegetación abundaba y la humedad se sentía por todas partes. "Podemos dejarlas aquí, cavar un poco y cubrirlas con tierra, pero no demasiado, hay mucha humedad" dijo finalmente.

"Dámelo, ya lo hago yo" Omen sin esperar respuesta cogió de tierra y de las manos del marroquí las mochilas sobrantes y procedió a hacer lo que había propuesto su compañero. Cypher frunció el ceño, estaba totalmente capacitado para esconder unas mochilas, si ha podido esconderse durante años sin que nadie lo encontrara, unas mochilas no iban a suponer un problema. "Haz lo que quieras... ghabiun" Esta ultima palabra la susurró para si mismo, aunque no le hubiese importado que el espectro lo oyera. Mientras Omen resguardaba las mochilas, el informante buscó su moneda de la suerte, aquella con la que jugaba pasándose de un nudillo a otro como si fuera una ficha del casino cuando estaba estresado y como la sombra le estresaba, este era el momento idóneo para sacarla. Nunca se separaba de ella, tenia mucho significado para el, había pasado de mano en mano en su familia, y por esa importancia extrañaba mucho haberla perdido, el tenia mucho cuidado de sus cosas.

"Omen ¿Has visto una moneda? Así de grande mas o menos" hizo un gesto con los dedos. Su tono sonaba preocupado algo que extrañó al controlador ¿Qué clase de moneda podía poner así al informante? Antes de contestar a su pregunta con una negación, observó a los alrededores, no le costaba nada buscarla, al fin y al cabo esa moneda parecía ser importante. Cypher revolviendo las mochilas, Omen buscando por el suelo y la maleza y el mono con una moneda en su mano los observaba sobre una roca en silencio. Omen levantó la vista y vio al tercer miembro fantasma. "Encontré tu moneda..." el centinela se giró con rapidez hacia la dirección de la voz grave. "¿¡En serio?!" y también la vio, su moneda, en las manos de un pequeño mono. "¿Que demonios?" preguntó elevando la voz. Su cara perfectamente podría ser un cuadro y sabia que a través de su mascara podía apreciarse su cara de sorpresa. Un mono le había robado su moneda de la suerte, un paso en falso y ese animal huiría con su tesoro.

"Omen ni te muevas, quédate quieto, no des un paso, no hables, no respires" y así hizo, no se movió en ningún momento, simplemente esperó y estuvo atento a la no mejor de las situaciones en la que se encontraban y a las instrucciones del vigía. Cypher se acercó lentamente al animal, con el sumo cuidado de no alertarlo y perder su moneda para siempre. El animal se movió en respuesta al acercamiento del hombre, retrocedió con el objeto aun en su poder. El hombre se quedó inmóvil y dirigió su mirada hacia Omen, en busca de alguna idea o ayuda. Como si pudieran comunicarse sin palabras el espectro se teletransportó silenciosamente detrás del mono, agarrándolo en el acto y liberando toda tensión que el pobre centinela tenia en el cuerpo. Omen le quito de sus pequeñas manos la moneda y la observó, era solo una moneda, normal y corriente, tal vez un poco mas grande que las demás pero solo eso, se preguntó que tenia de especial para el enmascarado. Una vez observada se la devolvió a su legitimo propietario y pudo ver como la tensión en sus hombros desaparecía.

Una taza de té muy caraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora