Revelación, el final del comienzo

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El sonido de los pasos, el hundirse en la nieve junto con el crujir de la escarcha, apenas eran audibles en medio de esa ventisca que lejos de impulsarlos hacia adelante, los arrojaba hacia atrás, separando de esta manera a los agentes que tanto había costado reunirlos. El cazador se había adelantado a todos, mientras que los demás intentaban seguirlo desde la invisibilidad y lo inaudible, a ciegas y privados de sus sentidos más básicos.

"¡Sova! ¡Vuelve atrás! ¡No podemos seguirte!" Cypher mantuvo sus lentes bien abiertas, buscando cualquier rastro del ruso, el cual por desgracia, ya habían perdido al haberse adelantado al grupo. Supuso que fue Frost quien le hizo apurarse, el entorno pareció hacerse más frío, dándole a entender que o bien estaba luchando o en peligro.

"¡Cypher no te alejes!" Omen tomó su mano rápidamente para evitar separarse del vigía. Apenas podía verlo entre toda esa tormenta que parecía hacerse más agresiva a medida que avanzaban, pero tocarlo era suficiente para sentir que estaba bien junto a él, que estaba a salvo. Kay/O lideraba el camino esta vez, siendo el que iba delante, ayudándose de sus sensores para orientarse, ser un robot tenía sus ventajas y ahora las estaba aprovechando.

"¡Estamos cerca de la estructura! La tormenta solo rodea el recinto! Pronto saldremos!" Anunció el iniciador con la sincera esperanza de que nadie más se perdiese, suficiente con la pérdida de Sova. Los agentes avanzaron a paso firme pero muy lentamente hasta las instalaciones, sin mero conocimiento de lo que les esperaba al otro lado de la ventisca.

El cambió fue sorprendente, de no ver nada a poder verlo todo en fracción de segundos. Había guardias inconscientes, otros tiritando y temblando, muchos otros congelados en el suelo sin poder moverse. Frost sin duda, había pasado por allí.

"La radianita debe estar por aquí, y con ella Frost y Sova. Seguidme" dijo la radiante, adelantando a Kay/O por la izquierda y elevando su vandal para en caso de interrupción, no sabían si habrían más guardias en adelante, debían ser precavidos. El espectro miró a su vigía, soltando su mano pero sin apartarse de este.

"Estoy bien Habibi, sigamos adelante" Cypher golpeó la espalda del otro de forma reconfortante y con seguridad, empezando a caminar en la dirección marcada por Fade. Detrás de él, Omen lo seguía, atento al entorno y alerta. Tan alerta, que sintió un zumbido en el aire, lo distinguió entre todo el ruido blanco nevado, tiró al centinela al suelo y las balas comenzaron a volar sobre ellos. Ambos comenzaron a hacer cobertura, mientras uno generaba humos, el otro tiraba jaulas cibernéticas, dando espacio a los iniciadores para cegarlos a través y asomar disparando. "Gracias, no lo vi venir..." agradeció el marroquí, elevando su arma de la misma manera y concentrándose en disparar. Omen solo asintió en respuesta. No le hacían falta agradecimientos, era algo que haría siempre sin necesidad de recibir nada a cambio.

La gente armada continuaba llegando, la resistencia continuaba disparando y podría haber sido un almacén secreto y por lo tanto poco "vigilado" para no llamar la atención, pero aun así, su situación era de 1:10, y abatir por cada uno a diez, no era tarea fácil precisamente. Aun así, los agentes se abrieron paso hasta encontrar cobertura en unos autos. El corredor de información vio eso como una oportunidad, entró a uno de ellos con un simple susurro que fue más que audible para el controlador "Cúbreme", algo que sin duda, haría. Cypher puenteó el vehículo, podría haberlo usado para arrollar a los que venían, pero prefirió colocarlo de cobertura en una posición más cercana a la entrada por la que se suponía que debían entrar. Una vez reposicionados todos, en una posición más ventajosa dada la desventaja, Kay/O tomó la decisión que anunció con anterioridad.

"Voy a apurar a Brimstone, no aguantaremos mucho más... Lo llamaré esta vez" anunció el robot, debía reconocer que algo dentro de sus sistemas temía la voz de Brimstone en ese momento y deseaba sin motivo racional alguno que Sage no estuviese al otro lado de la línea.

Una taza de té muy caraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora