Vigilancia

464 41 11
                                    


La música se escuchaba de forma opacada, como ruido de fondo. Brimstone había cambiado de habitación, a la contigua,  junto con los agentes para explicar mejor la situación mientras la fiesta continuaba. Se podría decir que el año había empezado con mal pie. Tal vez deberían haber cumplido la tradición a rajatabla de comerse las uvas o de llevar prendas rojas para llamar a la buena fortuna.

"Bien... Como os he adelantado antes, Fade a desaparecido, perdimos su ubicación" dijo el capitán de forma seria, toda alegría pasada por el buen ambiente había desaparecido sin dejar rastro en sus facciones. Cuando se trataba de la integridad de sus agentes, el controlador mayor, era responsable, serio y a veces, cuando debía, era estricto. Todo por el bien de estos claramente. Omen y Cypher se le quedaron mirando, sorprendidos en cuanto menos, que esta revelación de información fuese dada hacia ellos podía significar solo una cosa, Brinstone iba a enviarlos a otra misión de rescate o bien necesitaba información temprana, que era una posibilidad. "Su baliza de rastreo perdió la señal hace poco. Cypher necesito que investigues la ultima ubicación de su baliza, que busques en cámaras de seguridad, de trafico, de cajeros, lo que sea, con tal de saber que le ha pasado" ordenó el mayor con claro arrepentimiento en su voz, había perdido a muchos agentes ese mes, no necesitaba mas disgustos. Suficiente tenían con el mundo de Omega y los agentes espejo como para ir perdiendo mensualmente a un par de agentes.

"Claro, no hay problema" contestó el centinela mientras este sacaba su PDA de uno de sus bolsillos. "De hecho, puedo decirte su ultima ubicación ahora, dame unos segundos" Omen lo miró impresionado, le resultaba increíble lo ágil que era con la tecnología, en cuanto a el, saber contestar un mensaje era realmente un logro. Tal y como el marroquí dijo, en unos segundos encontró la ultima posición de su compañera registrada. "863 de Sokak, Esmirna, Turquía" Informó mientras guardaba de nuevo la PDA. "Para ver las cámaras circundantes de la zona necesitaré mi ordenador".

"Es suficiente de momento, te lo agradezco" Suspiró pesadamente Brimstone, al menos ahora sabia donde estaba Fade aproximadamente, era un alivio dentro de todo lo malo, saber que estaba en Turquía, su país natal, le tranquilizaba un poco. Brimstone aun tener controlada la posición de sus agentes en todo momento, respetaba su privacidad, jamás había visto donde se encontraban cuando estaban de permiso, era lo mínimo que podia hacer como su líder. Es mejor un líder respetado que un líder temido.

"Es una ciudad muy grande Brimstone... Es una ciudad portuaria, tiene mas de tres millones de habitantes" El vigía no lo queria desanimar, solo era realista, era como buscar una aguja en un pajar. Si las cámaras no habían captado nada útil, podia estar meses en esa ciudad que posiblemente no podrían encontrarla.

"Alguien viene..." interrumpió Omen la conversación. Girándose para encarar la puerta. Era Sage, la que entraba. Se aproximó a los agentes de brazos cruzados.

"Brimstone, algunos ya están preguntando si pasa algo. ¿Quieres contarlo?" su tonó sonaba con preocupación. Habían estado demasiado tiempo fuera y seguramente algunos agentes comenzarían a sospechar de su ausencia.

"No... No arruinemos la fiesta, mañana haré un comunicado. Y enviaré a un equipo a Turquía si hace falta. Cypher necesito esas cámaras..." Brimstone se giró para mirar al vigía. Dependía mucho de el cuando se trataba de investigación o recolección de información. Al fin y al cabo no por nada era el mejor.

"Antes de que hagas ese comunicado, las tendrás" afirmó con seguridad el centinela. Con una breve despedida de todos los reunidos en esa habitación, cada uno se fue por su lado. Omen y Cypher permanecieron en la sala, mientras que Sage y Brimstone ya se habían ido. El experto informático suspiró con cansancio. Tenia que revisar las cámaras de tal vez cientos de lugares en un radio de mínimo tres kilómetros a la ultima posición de su compañera, eso y lidiar con el sueño que lo carcomía de todo el trabajo acumulado de esa semana. Ahora, se arrepentía de no haber dormido mas tal como le había dicho Omen.

Una taza de té muy caraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora