Capitulo 2

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¿Se acuerdan de este fic? Volvió, en forma de fichas

Bueno... acá esta la continuación... falta el tercer capitulo que planeo hacerlo más como un epilogo contando cosas que, quizás, no pude resolver en este.

ACLARACIONES MUY IMPORTANTES DE LEER: EN ESTE MUNDAAAAA, EN ESTE FICCCCC... EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS FUNCIONA DE ESTA MANERAAAAAA, NO TENGO NI PUÑETERA IDEA DE COMO FUNCIONAN EN LA VIDA REAL Y ME DIO MUCHAAAA, MUCHISIMAAAA, PEREZA INVESTIGAR (NO ME MATEN POR ESO)

NO PRETENDO BURLARME DE LAS PERSONAS QUE EN SU VIDA HAN SUFRIDO VIOLENCIA FISICA/PSICOLOGICA, NI DE LAS PERSONAS QUE PRESENTAN DIFICULTADES A LA HORA DE HABLAR Y/O ESCUCHAR. ESTE FIC ES UNICAMENTE PARA ENTRETENER, NO BUSCO GENERAR POLEMICAS NI MUCHO MENOS FALTARLES AL RESPETO.

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO, YO SOLO LOS USO COMO INSPIRACION.

AHORA SI...

Capítulo 2

Hinata despertó tras escuchar como una puerta se cerraba a sus espaldas. Tardo varios segundos en recordar todo y se sonrojo furiosamente. Nunca lo hicieron al aire libre y la experiencia fue asombrosa.

- ¿estas bien? – Ella asintió, ignorando como debía comportarse con él ahora que sabia su secreto – Te preparare un baño caliente – Naruto la deposito suavemente en la cama y en seguida desapareció de su vista. Hinata aprovecho esto para estirarse en la cama y relajar los músculos de su cuerpo. Se giro de medio lado, acomodando su enorme panza, y entrecerró los ojos. Sentía un enorme peso fuera de sus hombros ahora que el rubio sabia la verdad. Hinata no creía que su tartamudeo fuera motivo de vergüenza, solo actuaba con cautela ya que su padre se encargó de hacer un infierno todos los días de su infancia. Hiashi la castigaba y humillaba constantemente por algo que ella no podía controlar. Todavía sentía nauseas al recordarlo. Pasó varios minutos en silencio absoluto, lo único que se escuchaba era el leve "Tic Tac" del fino reloj colgado en una de las paredes de la habitación. Estaba empezando a dormitar cuando la voz de Naruto la trajo de regreso a la realidad – El agua esta tibia, te deje toallas limpias cerca de la bañera ¿Puedes bañarte tu sola? – Asintió silenciosamente, pero no se movió ni un centímetro. Podía sentir la intensa mirada de Naruto en su espalda. Hinata sabía que él estaba preocupado, pero era poco lo que podía decir cuando su boca se negaba a funcionar correctamente. Intento pensar en ellos como otro negocio a finiquitar y ni así logro abrir la boca para pronunciar algo – Te daré un masaje – Soltó un sonoro gemido cuando las fuertes manos del rubio empezaron a masajearle la espalda – Necesito entenderte – Hinata cerro los ojos con fuerza – Pero sé que esto está siendo más difícil para ti que para mí –

-l-l-l-lo s-s-sie-ento – Soltó un suspiro –

- Tu eres la menos culpable – Hinata sintió los hábiles dedos de su ex en su espalda, bajando lentamente la cremallera antes de sentarla frente a él y sacarle la prenda sobre su cabeza – Toma el baño primero y yo iré después –

-B-B-Bien –

Naruto suspiro mientras veía a su mujer desaparecer de su vista. Quizás fue muy optimista cuando pensó en que las cosas irían de color de rosas entre ellos. Hinata no dijo prácticamente nada después de despertar y su silencio lo estaba matando. Odiaba ser el único miembro activo en una conversación y no sabía hasta qué punto podría llegar su paciencia.

"Brrr"

Su ceño se frunció cuando una leve vibración sonó entre las ropas olvidadas de Hinata. Rebusco entre sus pertenencias hasta dar con el celular de su esposa. Era un aparato nada ostentoso y, aunque era táctil, era de esos móviles a los que todavía se les podía quitar la batería. Encendió la pantalla cuando un segundo "Brrr" hizo acto de presencia. Hiashi Hyūga fue el nombre que apareció en la notificación de WhatsApp, eso lo extraño bastante porque era poco común que alguien llamara por el nombre a uno de sus padres. Dejo el teléfono de lado, convencido de que lo mejor era no violar la privacidad de su esposa. Peroooo, su segundo apellido era curiosidad y aquel aparato había vibrado dos veces más después de haberlo dejado sobre el colchón.

Siempre TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora