Capítulo XIV

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Cuando Taehyung llega a su apartamento, su cabeza está zumbando con el caos del día –más concretamente, Jungkook– pero todo es pronto reemplazado con la cruda realidad de su madre y las secuelas con las que Taehyung, con toda seguridad, tendrá que lidiar.

Porque, claro, es casi seguro que ella ya se ha ido. Pero estuvo allí, Taehyung sabe que ella estuvo allí, y que Jin había tenido que recoger los pedazos rotos.

Y joder, Jin va a estar furioso. 

Violentamente arrojando botellas de whisky a las paredes furioso.

Así, empujando los pensamientos muy apremiantes y desconcertantes respecto a un tal Sr. Jeon a la parte posterior de su mente, Taehyung se prepara a sí mismo mientras abre la puerta, totalmente listo para una diatriba incoherente de odio irlandés.

Cierra los ojos, por si acaso.

—¡Ahí estás!— Una voz agradable lo saluda mientras cierra la puerta detrás de él con un temeroso clic, y la voz suena como Jin, pero es demasiado amable para ser Jin, así que Taehyung abre un ojo curioso, con la espalda apoyada contra la puerta.

Y realmente es Jin.

¿Qué?

—Sí. Aquí estoy,— dice Taehyung sospechosamente y casi con temor, mirando al muchacho. Está sentado en el piano, a medio vestir para la fiesta, habiendo sido obviamente distraído a mitad de su preparación; tiene puestos unos pantalones negros, un cinturón a medio prender, un chaleco y su pelo todavía está húmedo por la ducha. Con calma, juguetea con las teclas mientras que su teléfono se encuentra en la parte superior del instrumento mostrando las partituras de una canción que debió haber encontrado en línea. Ahí está el músico,

Jin.

—Te perdiste la visita de tu mamá,— comenta sin darle importancia, logrando dar con los tonos de una cancioncilla difícil con sus hábiles dedos, y Taehyung realmente no tiene idea de lo que está pasando en este momento, porque él acababa de empezar a sospechar que el buen humor de Jin se debía a que su madre no había venido después de todo... pero al parecer ese no es el caso.

Entonces.

¿Qué?

—¿Y?— Taehyung tienta, lentamente caminando hacia el mayor, preparado para cualquier ataque.

Jin se levanta, con una sonrisa fácil pintando su rostro mientras se encoge de hombros, sus manos siguen trabajando en las teclas. —Ella es agradable. La llevé a cenar.

Y Taehyung lo mira fijamente.

—Lo siento, ¿qué?

—Llevé a tu mamá a cenar.

¿Qué mierda?

—Qué-¿Por qué hiciste eso?— Taehyung balbucea, mirándolo como si acabara de hablar en alguna jerga desconocida.

Lo cual, para ser honesto, medio que hizo.

—Estaba muy molesta cuando llegó. Así que tuvimos una agradable charla, entonces me ofrecí a llevarla a cenar. Se sentía mejor después de eso, se detuvo con eso de tratar de llamarte y pedimos mousse de chocolate para el postre. Luego se fue a su casa. Le di un beso en la mejilla antes de que se marchara y prometió llamar. Creo que echa de menos tener un hijo al cual adorar,— Jin dice casualmente, y es tan simple y claro y completamente al jodido azar, que Taehyung sólo puede seguir mirándolo.

Porque por supuesto que Jin llevó su madre a cenar. Y por supuesto que se agradaron mutuamente.

—¿Te dijo por qué vino?— Taehyung le pregunta con cansancio, dirigiéndose a la cocina por un vaso de agua.

Young and Beautiful » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora