Young and Beautiful » KookV

Capítulo XVI

Al día siguiente, antes de su sesión de tutoría con Jungkook –y después del día de clases más aburrido de su existencia– Taehyung se quedó dormido durante tres de ellas, siendo torpemente despertado, con marcas de papeles en la cara, Taehyung llama a la puerta Yoongi, sus nervios  revolviéndose frenéticamente y sus palmas sudorosas con '¿qué carajo le voy a decir?'

—Adelante,— se oye una respuesta de voz de seda y abre la puerta, sonriendo al instante mientras se reúne con Yoongi, que está vestido con shorts deportivos negros y una camiseta de Nirvana, sus manos y brazos manchados de pintura, mientras está parado delante de un lienzo cubierto de negros, grises y salpicado de blancos.

—Hey,— Taehyung saluda, con las manos en los bolsillos mientras lentamente se abre paso otra vez, sintiéndose bastante incómodo y nervioso y raro.

Yoongi sonríe al instante mientras levanta la vista. —Taehyung, —saluda, con su paleta en la mano izquierda y un pincel en la otra.

—Erm, hola,— el castaño saluda una vez más, y su torpeza está siendo absolutamente demostrastrada a medida que mentalmente trata de formar una introducción a lo que está tratando de alcanzar.

Pero Yoongi no parece curioso o intrigado, más bien continúa como si Taehyung ni siquiera estuviera en la habitación.

—Me preguntaba cuando vendrías a verme,— dice finalmente con una sonrisa, hermosos ojos color roble capturando los destellos de los cristales mientras estudia su trabajo, a continuación, sumerge su pincel en la pintura azul marino.

—Te veo todo el tiempo,— Taehyung responde con una risa pero suena nerviosa y suave y Taehyung mete sus manos más profundamente en los bolsillos.

Yoongi levanta la vista mientras baña a su pincel en el intenso color. —Estás aquí por Jungkook," es todo lo que dice.

Taehyung abre la boca. ¿¿Cómo diablos??

—Cómo hiciste-

—Relájate. No importa.— Hace una pausa, corre el pincel en la parte superior del lienzo, con la cabeza inclinada mientras sigue el movimiento de su mano. —Jimin está en una reunión. Así que estamos solos.

Taehyung asiente, comprendiendo lo que eso implica, y aprecia la tranquilidad de la privacidad. Pero su estómago sigue revuelto. Y sus zapatos de repente se sienten muy apretados, así que los golpea contra la madera oscura del suelo. Se ven tan sucios contra el pulido brillo.

Nunca ha estado a solas con Yoongi antes. Eso, junto con el incómodo tema, están dejando en blanco a Taehyung.

—Si me preguntas, voy a responder con honestidad,— la suave voz satinada del peligris lo incita y aunque sus ojos nunca dejan su lienzo, Taehyung sabe que está tratando de ayudarlo, tratando de facilitarle la entrada a una conversación a la cual no sabe cómo manejar.

Taehyung comienza a abrir la boca.

—Pero sólo en lo que me respecta a mi; situaciones que me conciernen y que son de general conocimiento. No voy a revelar ninguna información que sólo Jungkook tenga derecho a hacerlo. Bien, ¿amigo?— Le pregunta, pero en realidad no es una pregunta, y ahora sumerge su pincel en un grueso lío de oro mientras mira fijamente a la cabeza del castaño.

Bueno, mierda.

Ahí van a todas las preguntas.

Pero Taehyung asiente de todos modos, admirando los principios y la moral de Yoongi y su lealtad inquebrantable y una pequeña sonrisa ilumina su expresión mientras observa al hermoso muchaho parado delante de él.

—Muy bien,— él está de acuerdo.

Y Yoongi se remonta a pintar, en silencio y de manera constante.
Entonces. Aquí está. Pero, ¿por dónde empieza?