Capítulo X

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El mes siguiente, Taehyung se encuentra saliendo cada día con Min Yoongi y compañía. Sus días están llenos de vino y cigarrillos, llanuras cubiertas de césped, pasteles y almuerzos. Sus noches son humo, martinis, colonias caras y asientos de cuero presionados contra su trasero a medida que viajan a la ciudad en limusinas, saltando desde y hacia destinos, con las mejores bebidas que el dinero puede comprar.

Se está encariñando con Min Yoongi.

Con su conducta tranquila, sus ojos modestos y sus movimientos lánguidos, encuentra una extraña afinidad con el muchacho; es poético sin ser pretencioso y dulce sin ser falso. Pinta en su tiempo libre –Taehyung descubre que las pilas de hermosas pinturas en su habitación son de él– y hace bocetos de cualquier cosa en pedazos de papel que encuentra antes de meterlos inadvertidamente en los bolsillos de los chicos. Es divertido, fácil, creativo, generoso y leal, y cada día Taehyung descubre cosas nuevas sobre las que reírse con él, y nuevas travesuras para hacer.

Su otro socio en el crimen, Jimin, también se está convirtiendo en un accesorio necesario en la vida de Taehyung, si no por el mero hecho de que el rubio parece adorarlo. Es limpio y profesional, dice lo correcto en todo momento, y ha sacado a los chicos de muchas una situaciones difíciles.

Particularmente esa vez, cuando Jin fue descubierto en la fuente de la escuela sin ropa, inconsciente y agarrando una gran olla llena de confeti. Lo hace todo con alegría, calma los líos con bromas y cordialidad, y entonces, cuando están de vuelta y lejos de las miradas indiscretas de sus superiores, suelta un espectáculo de mierda, tomando todas las oportunidades que le da la vida y tirándolas en el aire, bailando y jugando entre ellas, como la lluvia que cae. Está lleno de vida y puede manipular una situación a su ventaja ya que es un impresionante hombre de negocios a la medida y Taehyung admira la alegría y la bondad que parece brotar naturalmente de sus poros. Incluso aunque llegue a ser un aguafiestas en algunas ocasiones.

Sin embargo, sorprendentemente, Taehyung ha sido capaz de mantenerse al día con sus estudios, así como con su vida social, en ocasiones es capaz de convencer con éxito al grupo de ir a la biblioteca o a la habitación de Jimin –que está en una esquina de la universidad, amplia y sin distracciones.– Taehyung casi podría decir que está sobresaliendo en sus estudios, si no fuera por un curso especialmente aburrido, "El estudio de la prosa en dramaturgos de la época victoriana" que no hace nada por su autoestima o su paciencia.

Pero está casi seguro que al menos va a aprobarlo, por lo que no se preocupa.

Demasiado.

También ha gestionado con éxito el evadir a su madre (que parece estar haciéndolo bien, de acuerdo a los mensajes de Facebook de sus hermanas) e incluso se las arregló para hacer un poco de ejercicio ya que Jin y Jimin disfrutan jugar al fútbol en las altas horas del día, sobre todo después de haber fumado y tomado su brandy de la noche.

En fin, Taehyung está ganando en la vida.

Sólo hay un pequeño matiz.

Y viene en forma de cabello negro, ojos oscuros y excelente boca, que se pavonea como si fuera el dueño del lugar y revolotea a través pasiones vacías tanto como tiene escoltas. Porque sí, cada maldita vez que Taehyung ve a Jungkook, tiene una nueva conquista en su brazo, algún corazón nuevo para exprimir y mutilar contra las espinas.

Y oh, todas las 'cosas nuevas' con las que sale... es suficiente para volverlo loco.

En cada evento social, Jungkook se las arregla para mostrarse más ridículo. Ya sea por su obsesión de tres días por las rosas amarillas (todos tenían que vestirse de amarillo, y cuando asistieron a una sinfonía, Jungkook hizo que todos arrojen rosas amarillas al maldito escenario) o su enamoramiento con las palabras "pavos reales", que lo impulsó a llevar malditos pavos reales a la casa del lago de Yoongi mientras jugaban al croquet.

Young and Beautiful » KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora