(Tweek x Craig) - La nieve y el Café

Tweek - Primera parte

Lunes 9: 47 am

Los susurros y golpes que se escuchaban en aquel baño, paralizó a Tweek. Había salido de clase, solo para orinar, sin embargo, una reconocible voz en los gemidos le angustio. Sus ojos se posaban en el espejo que tenía la frente, pero no la miraba. Estaba parado, pero se encontraba perdido. Deseaba creer que no era real lo que pasaba en aquel cubículo.

Aquellas porrazas de piel contra piel, era un ruido que el mismo había hecho con su novio. Era el mismo ruido que hacía con Craig, pero ahora él lo estaba haciendo con alguien más. Su cariño comenzó a deslizarse por cada lágrima en su rostro. Era un llanto silencioso. Tapo su boca con sus temblorosas manos y comenzó a imaginar aquello que no deseaba pensar. Tweek deseo morir, y en su mente se desembocaban imágenes dolorosas de planes posibles para hacerlo. La angustia de aquellas imágenes, le hizo inevitable callar su gimoteo, y cuando dejó de escuchar los porrazos supo que le había escuchado. Asustado abrió la puerta del baño y se fue corriendo del lugar.

Ni siquiera busco su salón y menos su mochila, se dirigió a la calle sin rumbo esperando llegar a casa. La nieve volvía resbaloso el piso, sus piernas se doblaban para mantener el equilibrio, y avanzar. Pero Tweek no vio aquella piedra escondida entre la nieve que terminó por tirarlo al piso. Lloro aún más fuerte, abrazo su cuerpo y apretó su cuello que le ardía por la presión que sentía en ella.

-¿Por que Craig? ¿Por que? ¿Que hice mal?- Tweek angustiado pensaba en aquellas veces que dependió de él y que lloraba en sus abrazos porque la ansiedad le daba pensamientos dolorosos que no podía controlar. Había llegado aquel día en que Craig se había cansado de él, de siempre verlo mal, de presionarlo a estar bien y escuchar sus tristes creencias. Tweek deseó disculparse con él. Pero a su vez, pensó en las veces que se besaron y tuvieron sexo, las ocasiones en las que compartieron sentimientos y se contaban aquellos secretos íntimos que no les decían a nadie más. Tweek pensó en que todo eso había sido falso, o no tan importante para Craig , y deseo golpearlo. Su respiración seguía inestable y cerró sus ojos esperando calmarse.