(Tweek x Craig) - La nieve y el Café

Craig y Kenny - Onceava parte

Hace mucho tiempo, antes del lunes.

Martes 7:30

Kenny admiraba la relación de Tweek y Craig. No sé lo dijo a nadie, pero a veces fantaseaba con tener una pareja igual. Deseaba sentirse querido y protegido de la misma manera que Craig abrazaba a Tweek cuando sufría de ansiedad. En su casa era incapaz de ser vulnerable, debía mostrarse fuerte por su hermana y estoico con su padre. Tweek tenía todo lo que anhelaba tener, aún así jamás tuvo envidia ni lo detestaba. A veces Kenny se veía así mismo superior a él, por ser capaz de ser independiente emocionalmente.

Fue a sus 15 años que comenzó a notar que la gente lo miraba por la calle, tanto hombres como mujeres. Ocultaba su rostro en la capucha de su campera naranja y abrigada por cierta vergüenza, pero luego descubrió que aquello también era bueno para cubrir los golpes en los pómulos traídos de casa, a pesar de que la capucha causaba que sus palabras se distorsionen, sus compañeros se acostumbraron a entenderlo a medias. Ocultarse en su ropa era conveniente para él, porque hubo días en que lloró en silencio durante clases y nadie lo noto.

Era una contradicción continúa, soñar con ser consolado pero actuar como alguien sin problemas, bromeando y no tomando nada en serio.
Quizá su sufrimiento actual no existiría si aquel día, no hubiese llegado temprano a la escuela, y se sentase a fumar en secreto en las escaleras. Craig se acercó para pedirle un cigarrillo, era la primera vez que estaban a solas y él comenzó a hacerle conversación mientras se sentaba a su lado. Sus latidos se hicieron cada vez más rápidos, y Kenny no entendía porqué.

- Que raro que llegues temprano - Sonrió y aspiró el tabaco por sus labios.
- No dormí nada - Intento bromear, pero los nervios provocaban un raro tono en su voz.
- Yo tampoco - Respondió Craig.
- Lo raro es que no vengas con Tweek - Sonrió.
- Por favor no me hables de él- La voz de su compañero cambió.
- Uh, Lo siento.
-Lo amo, pero a veces es un hijo de puta - Volvió a inhalar el cigarrillo - Lo amo demasiado, pero en verdad es un hijo de puta - Susurró.

Esa tarde, quizás Craig estaba desvastado cómo para ser capaz de abrirse emocionalmente con Kenny, le confesó que Tweek lo había abandonado antes de ir a la escuela, y que no era la primera vez. Pareciera que Tweek no quería ni mostraba signos de mejorar con su ansiedad y terminaba desgastando demasiado a Craig. Era consciente de que era un buen novio, pero para él no era suficiente. Tweek pedía más y más de él, que ya no sabía que darle.

- A veces estoy muy enojado con él, pero cuando estamos separados no hago más que preocuparme. Pienso todo el tiempo en que está mal y me necesita, me mato la cabeza imaginando que algo malo le pase.- Kenny mientras escuchaba envidio por primera vez a Tweek y se dió cuenta de lo agradable que sería tener a alguien como Craig a su lado.
-Tweek estará bien sin ti. Quizás puede aprovechar este espacio para aprender a ser más independiente, no deberías cargar con algo tan pesado tú solo. No lo puedes controlar. También tiene a su familia.
- Se que debería pensar así, pero no puedo - Estaba demasiado triste.
- Amigo, no eres el centro del universo, ni tienes poderes sanadores, no te cargues con cosas que no podés controlar. Si, es verdad, capaz esta bien a tu lado, pero él fue el que terminó contigo.
- Lo sé, se que es un hijo de puta y no debería lamentarme por esto. - Kenny con compasión decidió intentar ser más amable al suavizar su voz.
- Ahora te sientes así, pero después no te dolerá tanto. Acaban de terminar, no te exijas no sentir nada - Arrojo su cigarrillo al suelo para pisarlo. Su rostro estaba caliente y le temblaba un poco la mano, se dió cuenta entonces de que su voz había sido entrecortada. Al no saber cómo calmar ese nerviosismo, ajusto su campera para tapar más su rostro sonrojado. Craig se rió al ver esto.
- Siempre me pregunte porqué usabas así la campera - Dijo.
- Porque tengo frío - Respondió avergonzado.
- Yo también - Quedó en silencio, y Kenny observó como graciosamente Craig ocultaba su rostro entre la capucha para ajustarla hasta ser tapada - Ahora estamos iguales.
- A ti no te sale- Sonrió.
-Voy a empezar a hablar como vos para que me salga.

Kenny ese día fue a la casa de Craig para jugar con la consola, aunque nada había ocurrido, empezaron a verse continuamente. Se conocían desde que eran niños, pero era la primera vez que tenían una amistad más profunda y después de tanto tiempo, Craig ya no cargaba con tanta culpa y por ciertos momentos olvidaba la depresión y las peleas que tenía con Tweek cuando estaba con él.