Finalmente el receso terminó y Douma volvió a transformarse en híbrido, acercándose nervioso a Kyojuro abrazandose a uno de sus brazos. -Hermano, me siento observado, pero nadie me está viendo.-
El híbrido de tigre lo abrazó posesivo por las caderas y miró hacia los lados gruñendo, pero efectivamente, el tampoco veía a alguien viendo a su pequeño hermanito. Volteó a ver preocupado al zorrito. -Lo siento hermanito, pero yo tampoco veo a nadie.- Acarició suavemente su cabello, viendo al zorrito cerrar los ojos y ronronear por sus caricias. -De seguro solo estás ansioso por la fiesta del sábado.-
-Si, seguramente sea eso.- Sonrió tímidamente y se separó del abrazo para caminar junto a sus dos hermanos.
Una vez que Senjuro estuvo en su salón, los veinteañeros entraron al suyo y se sentaron juntos como siempre, listos para seguir con las clases.
-Ese tigre/zorro será un problema.- Pensaron Michikatsu/Hakuji al ver que Kyojuro no se despegaba de Douma en ningún momento, por lo cual lo más seguro era que tendrían que secuestrarlos simultáneamente, y eso implicaría drogarlos para poder lograr su objetivo.
Los dos días que quedaban de la semana por fin habían acabado y Douma sonreía emocionado acomodando su atuendo ese sábado en la tarde.
Camisa roja, pantalón negro, coleta roja, saco negro y corbata morada.
Se sonrojó tenuemente viendo la corbata, recordando que ese sábado su cita sería la dulce chica de la que se sentía atraído desde segundo grado de primaria. Aún recuerda perfectamente como la conoció.
Una pelinegra de cortos cabellos con puntas moradas estaba sola sentada en la banca del patio escolar, observando con un puchero la bianda que le preparó su madre.
Realmente extrañaba su antigua escuela. Todo era más sencillo cuando sus padres se comenzaron a divorciar y ella vivía con su padre. Pero ahora volvieron a estar juntos y no le quedó de otra que estudiar en la misma escuela que la que su perfecta hermana mayor estudiaba.
Podía sentir la mirada de Kanae y sus amigos sobre su persona, y se sentía realmente incómoda y asustada. Seguramente estaban haciendo comentarios sobre como Kanae era mil veces más lista y bonita que ella y mucho más femenina.
Sintió sus ojos aguarse y miró el pequeño tenedor de plástico en su lonchera, no sabía porqué, pero quería enterrarselo en la cara. Tal vez así sus padres le presten atención más que a su hermana o a ellos mismos, tal vez así logre ser vista y oída, tal vez así logre hacer ami-
-Hola.- Sus pensamientos fueron interrumpidos por una suave y delicada voz. Al alzar la mirada, un niño de su estatura, de cortos cabellos platinados y ojos arcoíris le sonreía dulcemente señalando el espacio vacío en la banca a su lado. -¿Puedo sentarme?- Shinobu asintió con la cabeza y el mayor por un año sonrió alegremente sentándose junto a ella, abriendo su lonchera celeste con copitos de nieve. -Dicen que la comida es más rica en compañía. Me llamo Douma, Douma Rengoku. Soy del 2-A.- Sonrió con un tenue sonrojo extendiendo una mano hacia la contraria.
-Shinobu Kocho, 1-A.- Tomó la mano del contrario, sintiendo la suavidad y calidez en su mano, soltándola de inmediato con un notorio sonrojo.
Douma sonrió con ternura y comenzó a cortar su comida con sus cubiertos de plástico. -Es un gusto, Shinobu. Soy amigo de tu hermana. Ella y los demás estamos preocupados por ti, estás muy sola. ¿No quieres venir con nosotros?-
Shinobu hizo una mueca de desagrado y desvió la mirada al suelo. -No me gusta pasar tiempo con mi hermana. Siempre todos lo que la conocen se quedan con ella.- Gruñó sintiendo sus lágrimas mojar sus mejillas hasta resbalar y caer sobre su comida dentro de su lonchera morada con una mariposa negra.
-Hey.- Douma sujetó su lonchera y la de la menor cerrándolas y las dejó a un lado de ambos. -No digas esas cosas.- Se acercó y tomó con cuidado las mejillas de la ojimorada. -Entiendo como te sientes, mi hermano Kyojuro también es muy llamativo. En un tiempo me sentí igual que tu. Pero todos somos especiales a nuestra manera. Kanae es muy hiperactiva, en cambio, por lo que observé ayer y hoy tu eres reservada y tranquila, tienes momentos donde te enfadas y haces berrinches y siempre estás sola aunque observas de reojo a los grupos de chicas, se nota que eres tímida. Si te da vergüenza hablar primero, solo acercate a los demás y si ellos tienen interés en comenzar una amistad contigo te hablarán gentilmente. Y sobre Kanae... Al principio era cortante con Kyojuro, pero un día simplemente lo encaré y le dije que me molestaba lo perfecto que era, discutimos un poco y luego comenzamos a ser inseparables.- Limpió con cuidado las lágrimas de la pelinegra y le sonrió dulcemente. -Todo tarda, pero valdrá la pena la espera, te lo aseguro.-
La Kocho menor sollozó emocionada ante el apoyo del mayor y saltó encima suyo dándole un fuerte abrazo. -¡Gracias Douma-san!¡Muchas gracias!-
Douma se sonrojó notoriamente bajando sus orejitas de zorrito sintiendo la calidez de la menor y con sus brazos temblorosos la abrazó tímidamente. -D-De nada S-Shinobu-chan.-
A los pocos días la Kocho menor hizo una amistad con Mitsuri y Giyuu, dos de sus compañeros. La siguiente semana, logró encarar a su hermana y tras discutir un poco ambas lloraron abrazadas por horas, formando así un lazo que costó crearse por la separación de cinco años de sus padres
NA: Si quieren hago un apartado especial contando como Shinobu, Giyuu y Mitsuri se hicieron amigos y como Kanae y Shinobu hicieron las paces.
Douma sonreía como bobo acariciando la corbata, imaginando lo linda que se vería Shinobu con ese vestido morado, como sería bailar juntos y abrazarse. -T-Tal vez... P-Pueda darle un piquito... Y-Y regalarle mi primer beso...- Susurró juntando con sus dedos índices ansioso por la fiesta de cumpleaños de su amigo Kaigaku en ese bar.