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Continuó acariciando su nuca, escuchando como seguía jadeando mientras su delicado cuerpo se relajaba cada vez más y más, hasta que finalmente se quedó dormido entre sus brazos.

El Tsugikuni se puso de pie cargándolo cual princesa y lo recostó con cuidado en la cama, quitándole las zapatillas y el pantalón, dirigiéndose al armario en el cual abrió la puerta del lado derecho, guardando el pantalón bien doblado en un estante y las zapatillas en el suelo del armario. Se estiró y agarró unos shorts suaves de algodón color rosa pastel, cerró la puerta y regresó con Douma.

Le colocó con cuidado de no despertarlo el short, aprovechando la oportunidad para acariciar y besar sus suaves, pálidas y largas piernas, apretando un poco sus muslos y glúteos, pero muy poco, no quería despertarlo.

Se acercó a su rostro y besó dulcemente su frente mientras le quitaba la coleta soltando sus platinados cabellos.

Finalmente cubrió a Douma con las mantas y se recostó en el colchón del suelo, revisando en su celular si tenía alguna que otra notificación.

Mientras dormía, Douma se removía inquieto sollozando al tener pesadillas en las que sus padres lo encuentran y lo obligan a casarse con Kyojuro.

En un giro cayó encima del Tsugikuni, quien rápidamente dejó el celular de lado y lo abrazó por la cintura escuchándolo sollozar. -¡Dou!¡Despierta Dou!-

Douma abrió los ojos aterrado y comenzó a llorar desconsolado en sus brazos. -S-Soñé que mis padres me encontraban y me obligaban a casarme con Kyo.- Rompió en llanto escondiendo el rostro en su cuello.

-Mi niño, no llores. Solo fue un horrible sueño.- Llevó una mano a su rostro y limpió cuidadosamente sus mejillas. -Te prometo que mientras estes a mi lado ni tus padres ni nadie te obligará a casarte con Kyojuro.-

El híbrido de zorro chilló emocionado moviendo la cola alegre y comenzó a ronronear hundiendo el rostro en su cuello sintiéndose seguro entre sus brazos.

Michikatsu sonrió encantado con su adorable zorrito y acarició suavemente sus pequeñas caderas.

-¿K-Kokushibo?- Preguntó Douma tímidamente alzando la mirada hacia el mayor.

-¿Si mi niño?- Preguntó el pelinegro viendo sus hermosos arcoíris.

-¿Cuándo vamos a poder salir a pasear?- Preguntó haciendo un puchero con las orejitas bajas y la mirada cristalina.

Michikatsu gruñó ansioso al ver esa escena tan adorable y se aferró a las caderas del híbrido de zorro. -Cuando entres en celo y te marque como mi omega y nadie pueda llevarte ni tu puedas alejarte de mí.- Pensó. -Cuando seas más grande y puedas cuidarte solo.- Sonrió dulcemente dando un besito en su nariz.

-¡P-Pero ya soy grande!- Se quejó el peliplata frunciendo el ceño.

-Si pero no te sabes cuidar solo. Si tus padres o Kyojuro te encuentran y te atacan para llevarte y que te cases con Kyojuro, ¿qué harás Dou?-

-Correr y esconderme detrás tuyo Koku.- Sonrió tímidamente el zorrito devolviendo el besito pero en el mentón del pelinegro.

-Yo siempre te protegeré mi niño. Pero si algo llega a pasarme estarías tu solo.-

-¡NO!- Chilló Douma aferrándose al cuello del alfa. -¡No quiero que te pase nada!-

-Ya lo sé cariño, y nada me pasará. Es solo en un caso hipotético... ¡Ya sé! Te voy a enseñar defensa personal.-

-¡YEY!- Sonrió emocionado Douma alzando las orejitas mientras movía la colita felíz ronroneando en brazos del alfa.

Mi omega [MichiDou](+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora