Douma pataleaba desesperado en el asiento de atrás, siendo abrazado posesivamente por su hermano mayor que lo tenía sentado en su regazo mientras su padre conducía y su madre tomaba fotos. -¡NO!¡BASTA!¡NO QUIERO IR CON USTEDES!¡QUIERO IR CON SHINOBU Y SENJURO!- Chillaba de miedo al sentir las obscenas caricias que su hermano hacia sobre la ropa.
-Kyojuro sujetalo bien, Ruka drogalo.- Ordenó Shinjuro viendo como su mujer dejaba la cámara para sujetar una jeringa.
-¡¡¡NOOOO!!!- Gritó Douma aterrado.
Kyojuro lo sujetó con fuerza y le dió un beso en la punta de la nariz. -Tranquilo mi amor, la heroína te va a relajar muy bien.- Susurró sobre sus labios, sonriendo al escuchar el grito de dolor de su hermanito cuando la aguja fue inyectada, liberando la droga para luego salir. -Ya pasó cariño... Ahora vas a relajarte mucho mucho mucho.-
Al rato, Douma comenzó a sentirse mareado y tranquilo, sonriendo alegremente sintiendo las manos de Kyojuro acariciar sus caderas, por lo que comenzó a reír sintiendo cosquillas.
El tigre empezó a besar cariñosamente el cuello del zorro mientras acariciaba su pecho sobre la camisa, quien reía al sentir cosquillas en la zona del estómago por las caricias del mayor por minutos.
Kyojuro gruñía ansioso bajando una mano y acarició la entrepierna de su hermano bajando hacia su entrada, quien al sentir esas caricias comenzó a patalear y chillar con un notorio sonrojo.
-Oye Kyojuro, eso hasta la boda o la marca no.- Lo regañó Ruka, pero el rubio hábilmente sujetó de los muslos al peliplata para voltearlo dejándolo sentado frente a el y acariciar su entrada mejor sobre la ropa, escuchando los chillidos del asustado zorrito quien arañaba sus hombros sobre la camisa temblando asustado en sus brazos intentando resistirse. -Shinjuro dile algo.-
El alfa tigre frenó el auto de golpe y volteó a ver entre gruñidos a su hijo mayor. -Kyojuro, te dije que no te aparearas con tu omega hasta el celo de ambos o la boda. No estás siendo nada caballeroso, sueltalo ahora.-
El primogénito de los Rengoku gruñó aferrándose posesivo a las caderas del pobre zorrito alzando las suyas dando una estocada sobre la ropa.
-¡Ay!- Douma chilló de dolor y bajó sus orejitas cubriendo su entrada con su esponjosa colita llorando de miedo en brazos de su querido hermano mayor.
Kyojuro al voltear a ver a Douma y notar que este estaba llorando gruñó frustrado soltándolo separándose de el mientras de recorría un poco y miraba su propia erección bajo la ropa. -Mierda. Perdón cariño.-
Al voltear a ver al zorrito, tanto sus padres como su hermano miraron sorprendidos el asiento vacío y la puerta abierta.
-Kyojuro... Empieza a rezar como le vaya a pasar algo a tu omega.- Siseó la omega de conejo.
-Por no haber sido un caballero, luego de la fiestita te espera un castigo.- Gruñó Shinjuro furioso. -Te dejaremos en ese bar y buscaremos a Douma con el auto.-
Aprovechando que los tres estaban distraídos viendo la erección de su hermano, Douma abrió la puerta y se transformó en zorro, bajando del auto corriendo rápidamente, yéndose lejos de su familia.
Había corrido por muchos minutos, tal vez media hora, y su pequeño y delicado cuerpo comenzaba a pasar factura.
Cayó en medio del césped y su transformación se acabó, respirando agitadamente con espasmos en su pecho. Revolvió en el bolsillo y finalmente dió con su inhalador, el cual usó para relajar su asma.
Esperó unos minutos y cuando finalmente se recuperó se sentó guardando el inhalador para observar alrededor.
Estaba sentado en el cesped junto a un gran lago, el cual era rodeado por bosque, en el sector del lago donde estaba instalado, lugar donde había pasto en lugar de árboles, habían dos casetas para ir al baño, una para hombre y otra para mujer, volteó hacia el lado contrario y se encontró con el club de pesca del pueblo pasando la acera.
Tomó su celular con sus manos temblando de miedo por la noche y marcó a la única persona en la que confiaba. -Hola Senjuro.-