Dark Wings |BNHA|

82. Velada de drogas, balas, héroes y matones

Debido a la residencia, no estábamos obligados a ir a clase, por lo que Kirishima y yo decidimos ir con Tamaki a la agencia de FatGum para formalizar las cosas. Se siente un poco extraño estar con alguien tan enérgico y extrovertido como Kirishima y al mismo tiempo, con alguien tan reservado y distante como Amajiki. Ni siquiera me imagino cómo será cuando nos unamos a FatGum que es incluso tan extrovertido como Kirishima. En cierto modo siento algo de cosa por Tamaki... Y a la vez me siento algo perdido yo mismo porque será complicado estar en medio de tres personas tan distintas. 

— Ahora mismo nuestro principal trabajo es simplemente patrullar las calles —nos explica Amajiki. 

— ¿Solo patrullar? Pensaba que la agencia estaba participando en una investigación o algo por el estilo —digo recordando lo que me dijo Toxic cuando le llamé para hacer mi residencia con ellos y me dijo que mejor se lo pidiera a FatGum. 

— ¿Investigación? —pregunta Kirishima curioso— ¡Suena arriesgado! ¡Me muero de ganas de empezar! —exclama alzando un puño muy motivado.

— Estamos investigando sobre el posible uso de drogas para potenciar los dones entre los maleantes callejeros —me responde el de tercero—. Es preocupante el aumento de casos registrados en los últimos meses, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de simples matones. Aun así, se trata de una colaboración con la policía y hasta ahora solo hemos participado para reportarles los casos que nos encontremos durante las vigilancias. 

— ¿Entonces vamos a luchar contra villanos con sus dones potenciados? ¡¿Cuándo empezamos?! —exclama el pelirrojo, mostrándose todavía más animado que antes. 

— Primero tenéis que reuniros con FatGum y allí él os comentará lo que vamos a hacer —responde el de cabello oscuro. Es impresionante lo mucho que está hablando, aunque no se le nota muy cómodo. 

Avanzamos por el pasillo de la agencia de FatGum hasta llegar a su oficina. Aunque estuve aquí un par de veces cuando estuve entrenando con FatGum, ya me había olvidado de lo exageradamente grandes que son las puertas aquí. Aunque tiene sentido teniendo en cuenta que el héroe profesional no es una persona precisamente pequeña.

— Llegamos —dice Tamaki agarrando el pomo de la puerta y comenzando a abrirla. 

— ¡No! ¡Todavía no! —escuchamos una voz gritar mientras una enorme mole salta sobre nosotros. FatGum cubre la entrada con su enorme cuerpo sin dejarnos entrar. Pero teniendo en cuenta que todavía estamos recuperándonos del susto que nos acaba de dar, no tendrá que preocuparse mucho por eso— ¿No podéis daros una pequeña vuelta? —pregunta el héroe profesional con una suave sonrisa nerviosa. 

— ¿Q-Qué ocurre? —pregunta Amajiki preocupado. 

— Bueno... Es que... —comienza a decir FatGum rascándose la nuca avergonzado— Como sabía que ibais a venir, había decidido hacer algo para daros la bienvenida, pero... Me he comido todos los takoyaki que había hecho mientras esperaba —exclama soltando un profundo suspiro decepcionado—. Pero bueno, ya que estáis, pasad. Haremos unos pocos mientras hablamos.

Tras recuperarnos del susto, entramos a la oficina del héroe. Lo cierto es que la reacción por lo de la comida ha sido bastante exagerada, al menos para mí. Aunque es cierto que conociéndolo un poco, no es algo muy fuera de lo común. FatGum se dirige hacia una enorme cocina. No es que sea algo muy fuera de lugar, pero sigue pareciéndome extraño que más de media oficina esté ocupada por una enorme cocina mejor equipada que la de muchos restaurantes. FatGum ya tiene preparada la masa y varias bolitas de pulpo esperando a ser asadas. 

— N-No hacía falta tanto... —exclama Tamaki temblando al ver que no hay ni una sola pared que no tenga algún mueble para poder colocarse de cara a esta.