52. La ¿Cita?

1K 86 79
                                    


Salgo del hospital para montar en un taxi junto a Okarasu y Toxic. Llegamos a la agencia en pocos minutos y subo a mi cuarto para prepararme. Según me ha dicho Toxic, quieren aprovechar este día para volver a sus labores rutinarias de héroes antes de volver a centrarse en mi entrenamiento. Todos parecen esforzarse mucho por ayudarme, y eso es algo de lo que me siento muy afortunado. Pensar que hay tanta gente que se esfuerza por ayudarme a mejorar me da fuerzas para seguir adelante por duro y difícil que sea el camino.

Le he escrito a Mirio para decirle de quedar a las cinco y le he mandado la ubicación de un pequeño parque a las afueras de la ciudad. Después de mucho pensar creo que es un buen lugar para poder hablar tranquilos y alejarnos del bullicio de la ciudad por un momento. La verdad es que nunca he ido allí, pero por algunas fotos que he mirado parece un lugar bastante agradable.

No se que ponerme, esto me ha 'pillado tan desprevenido que en ningún momento he pensado en que ropa llevar, ni si llevarme algo de comida o alguna que otra cosa que pudiera ser útil. Aun así es solo una quedada informal con un amigo, tampoco debería preocuparme mucho por eso.

Una vez creo que lo tengo ya todo listo, el reloj de mi cuarto marca las cuatro. Lo mejor será que vaya saliendo ya. Los taxis son bastante caros en esta ciudad y tardaré unos cuarenta minutos en llegar al parque andando. Así que recojo mis cosas y bajo las escaleras de la agencia mientras me despido en voz alta de mis maestros.

— Pasatelo bien chico. Y ten cuidado. —dice Toxic desde algún lugar que desconozco.

Una vez salgo comienzo a caminar hacia el parque dónde hemos quedado. Por el camino intento entretenerme observando los distintos edificios de la ciudad y a la gente ir de un lugar a otro demasiado ocupada con sus asuntos como para fijarse en ninguna otra cosa que no sea su camino. Sin embargo, acabo pensando en Mirio de forma involuntaria.

Todavía no soy capaz de comprender a este chico. Es decir, ¿Por qué ha venido hasta aquí solo para verme? Es la primera persona que conozco que hace algo así, no es normal que los amigos decidan irse a otra ciudad bastante lejos de la suya solo para hablar con alguien con el que al final, por muy amigo que sea, tampoco conoce de hace mucho. Teniendo en cuenta que en cuanto se enteró de que había pensado en abandonar vino corriendo hacia mi casa no es algo que deba extrañarme mucho ahora que lo pienso. Pero sigue siendo algo bastante inusual.

Mientras pienso en lo raro que puede llegar a ser Mirio no me doy cuenta de todo lo que avanzo y acabo llegando a la entrada del parque casi sin darme cuenta. Una vez dentro miro la hora en mi teléfono para darme cuenta de que quedan quince minutos para las cinco. Aunque me fijo más en los mensajes que he recibido de Mirio.

Yo ya estoy aquí. Avísame cuando llegues.

Es un lugar muy bonito, se nota que tienes buen gusto.

Los mensajes son de hace unos diez minutos, ¿Como es que ha venido tan pronto? Comprendo que no tendrá mucho que hacer aquí ya que no conoce nada de esta ciudad y estar dando vueltas por la ciudad es preferible esperar en el sitio de la quedada. Pero venir casi media hora antes... Solo me queda buscarle.

Mirando a mi alrededor doy un vistazo rápido a todo lo que puedo ver del parque desde la entrada. Por suerte no tengo que mirar mucho ya que antes de dar una vuelta completa veo a un chico alto y rubio sentado en un banco frente a un pequeño lago. Respiro hondo y comienzo a acercarme. No debería estar tan nervioso, después de todo solo es una quedada entre amigos.

— Hola. —digo algo tímidamente acercándome a él por un lado. Mirio da un pequeño salto de sorpresa y se gira para observarme con una enorme sonrisa.

Dark Wings |BNHA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora