62. El interrogatorio

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— En resumen. Se supone que debo mantenerme de pie con los ojos cerrados mientras me concentro y relajo ¿Y todo eso mientras intento detectar lo que ocurre a mi alrededor y esquivar los ataques que me lancéis? —digo pensativo.

Poco después de llegar anoche de Hosu volví a la vivienda de mis instructores. Una vez allí me alegré de volver a verlos y darme cuenta de que estaban bien. Cenamos bastante por lo que me fui a la cama con el estómago bien lleno. Según me han contado ellos también han estado colaborando con la policía de la ciudad. Se ve que hace poco se ha obtenido una posible información valiosa sobre el villano al que nos enfrentemos y los tres son piezas clave para la investigación. Ahora que estoy aquí es probable que tenga que ir a dar testimonio alguna que otra vez. Me gustaría dedicar el mayor tiempo posible al entrenamiento pero siendo realistas, ayudar a la policía con el caso es más importante que el entrenamiento.

— Más o menos. Nosotros no te atacaremos directamente si no que las máquinas que hemos colocado alrededor de todo el patio irán saliendo disparadas hacia tí. Son bastante silenciosas pero si te concentras bien podrás detectarlas cuando se acerquen. Deberás esquivarlas o bloquearlas. —Okarasu me explica el entrenamiento señalando a los maniquíes de madera con ruedas que hay a nuestro alrededor.

— Vale... ¿Y esto va a servir para mejorar mis habilidades físicas?

— Lo harás manteniendo en todo momento tus alas en su forma metálica. Así tendrás que aprender a moverte rápido con tu peso y a bloquear ataques. Si te ves muy bien puedes intentar golpear los maniquíes además de esquivarlos. —explica Ancient.

— Si nos damos prisa podremos entrenar unas dos horas antes de la hora de comer.

— Ya has escuchado a Toxic. Mantente alerta, Okarasu y yo vamos a ir lanzándote los maniquíes sin esperar a que te hayas recuperado del anterior. El ejercicio termina cuando seas derribado o hayas dejado fuera de uso a todos los maniquíes.

— ¿Y como dejo fuera de uso a los maniquíes?

— golpeándolos para destruirlos. —responde Okarasu.— Los que esquives y los que bloquees sin destruirlos volverán a usarse para atacarte. Los que se queden en mitad del patio los recogeré mientras Ancient continúa lanzándote ataques.

— Vale... Creo que ya lo he entendido.

El entrenamiento comienza. Me encuentro en el centro del patio con los ojos cerrados intentando meditar mientras me mantengo atento a lo que me rodea. Es bastante difícil intentar concentrarme en mis emociones sin dejar de lado mi entorno y la verdad que al principio todo sale bastante mal.

Escucho un poco el sonido de las ruedas de uno de los maniquíes acercándose. Intento esquivar pero es tan rápido que antes de que pueda moverme me golpea desde atrás y caigo al suelo. EL entrenamiento para y volvemos a empezar de nuevo.

Esta vez cuando escucho el maniquí consigo moverme hacia un lado para esquivarlo con la mala suerte de que al parecer me he movido hacia el lado que no debía y no he salido de la trayectoria del muñeco de madera rodante. vuelvo a ser arrollado y volvemos a empezar de nuevo. Tengo que esforzarme más.

Lo hacemos durante varias veces más. Poco a poco le voy pillando el truco y aprendo a esquivar los ataques aunque todavía me cuesta mucho detectarlos a tiempo y con lo rápido que van y el poco tiempo que tengo entre ataque y ataque apenas consigo mantenerme en pie unos tres cuatro minutos.

Después de eso nos vamos a comer. Mientras almorzamos medito sobre mis fallos y cómo podría arreglarlos. Me paso toda la comida analizando todo lo que he aprendido durante el entrenamiento: el sonido de las ruedas de los maniquíes y como van aplastando la arena, la fuerza con la que se mueven y el cómo aunque no haya ningún tipo de patrón por ahora nunca han venido dos juntos desde la misma dirección como si el objetivo fuera más bien intentar acorralarme enviándome ataques desde varios flancos.

Dark Wings |BNHA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora