Dark Wings |BNHA|

58. Juego de sombras

Toxic avanza por los pasillos del hospital hasta llegar a la sala dónde se encuentran Okarasu y Ancient Blade. Al entrar es recibido con un suave saludo de la mujer mientras el hombre más joven mira serio hacia la puerta.

— ¿Como vas Ancient? —pregunta el mayor de los tres.

— Bastante bien, esta misma tarde podré irme.

— ¿Has hecho lo que te dijimos? —pregunta Okarasu en un tono muy serio.

— Lo he mandado un tiempo con FatGum. Estará lo bastante como para poder pensar que vamos a hacer.

— Perfecto.

— Okarasu... ¿Qué vamos a hacer? El chico tendrá que volver algún día. —pregunta Toxic a la heroína.

— Sí, pero por ahora lo mejor es que pase un tiempo lejos.

— Seguir aquí podría haberle hecho hacerse preguntas que todavía no estamos preparados para contestarle. —exclama Ancient Blade.

— Pensé que nunca volveríamos a saber de él... —dice Okarasu con claro tono de preocupación.

— Todos lo pensábamos, pero por lo que parece el destino ha querido que volviera en un momento bastante crítico. —dice Toxic.— ¿Tendrá esto algo que ver con el retiro de All Might? Varios sociólogos ya decían por los medios de comunicación que íbamos a vivir uno de los momentos más inestables en cuanto al grado de criminalidad de las últimas décadas.

— Los tres sabemos cuál es su propósito. Está claro que si iba a aparecer en algún momento sería en este. Ahora mismo la sociedad en la que vivimos es tan frágil que cualquier problema podría hacerla pedazos. —comenta Ancient observando fijamente al frente.

— Nunca lo había tenido tan fácil. Debemos hacer algo. —exclama la mujer levantándose de su silla.

— No tan rápido Okarasu. Él podría no ser el único en aprovechar esta situación para regresar, y no tenemos mucha información. Es una situación muy crítica, ahora más que nunca debemos actuar con la mayor precaución posible. —dice Ancient.

— Si vuelven más villanos de los que desaparecieron cuando él estaríamos en graves problemas. Solos no queda prepararnos. —exclama Toxic en tono preocupado.

— ¿Qué es lo que estará tramando...? —dice Okarasu.

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Mientras tanto, el villano de la armadura dorada camina tranquilamente por un callejón directo hacia la nueva guarida de la Liga de Villanos.

— ¿Dónde has estado? ¿El día que vas a conocer a Shigaraki te desapareces hasta tarde y al día siguiente vuelves a perderte por caso dos días? No estás empezando con buen pié. —Naseki se encuentra sentada sobre un contenedor observando un pequeño frasco de una sustancia líquida de color verde amarillento.

— Tenía muchos asuntos que resolver antes de comenzar a trabajar con vosotros. En estos dos días precisamente he conseguido resolver ocho de los últimos que me quedaban. Además, por ahora no parece que vayáis a comenzar a actuar hasta dentro de un tiempo.

— Ahora perteneces a la Liga, tus acciones son las nuestras por lo que te guste o no deberías hacernos saber que vas a hacer cada vez que te pierdes.

— Lo que digas, vengo bastante cansado así que si no te importa entraré a tomar algo y descansar mientras espero a que decidáis volver a las andadas.

— No hace mucho desde que All for One fue detenido. Todavía necesitamos recomponernos así que mejor ayúdanos a recobrar fuerzas y así volver a aterrar al mundo en lugar de perderte y actuar como un lobo solitario. Por cierto ¿Y esa sangre que llevas pegada a tu armadura?