25. Luz después de la tormenta

922 134 44
                                    


Abro los ojos lentamente. Una potente luz no me deja ver nada y escucho constantemente un molesto pitido intermitente que solo consigue que me ponga aún más nervioso. Cuando mis pupilas se acostumbran a la luz, veo que me encuentro en una camilla, con una bolsita de suero conectada. La luz pertenece a una lámpara que hay justo encima de donde estoy y el pitido proviene de una máquina que mide mi frecuencia cardíaca.

Intento moverme, pero me duele todo el cuerpo y no soy capaz de cambiar de postura. Me quedo por un rato mirando al techo. De vez en cuando resoplo mientras intento ordenar todo lo que está pasando por mi cabeza. No recuerdo mucho lo que pasó en los últimos momentos de combate. Solo sé que me dejé llevar por la ira y acabé perdiendo el control. Es más que obvio que perdí el combate...

Lo peor es que no tengo ni idea de lo que está pasando en el estadio. No hay ninguna televisión que retransmita el festival. Tampoco veo a nadie al que preguntarle alguna de las muchas dudas que llevo preguntándome desde que he despertado.

La verdad, esperaba llegar más lejos. Me frustra bastante que no haya tenido oportunidades de victoria hasta que no dejé que la ira me poseyera. Pensar que mientras era yo el que controlaba mi singularidad apenas podía hacer nada durante el combate...

Suspiro profundamente. Me pregunto qué habrá sido de Uraraka. Se enfrentaba a un muy duro rival, y por culpa de mi falta de control no he podido estar allí animándole. Solo espero salir de aquí pronto e ir con el resto de mis compañeros. Me agobia estar en este lugar tan solo.

De repente, la puerta se abre y Recovery Girl aparece tras esta con una mirada bastante seria. Esta mira directamente hacia mí y camina acercándose a mi camilla. Conforme se acerca cambia su expresión facial a una más parecida a la de una madre enfadada.

— ¿Así que ya has despertado? Mejor, eso significa que ya tienes suficientes fuerzas para comenzar con el tratamiento. Desde luego, estos jóvenes de hoy en día vais a acabar con mi paciencia. De los estudiantes de antes, apenas unos pocos eran tan inmaduros e impulsivos. Sin embargo con los últimos años esto se ha vuelto una característica propia de la juventud.

— Lo siento. Mi intención era inmovilizarlo pero se me salió de las manos.

— A mí no tienes que pedirte perdón. Sois vosotros los que os arriesgáis a entrar en un estado irreversible que afecte negativamente a vuestro objetivo. Ahora estate calladito.

Recovery Girl procede a usar su singularidad para curarme. Me siento algo cansado pero la menos ya puedo moverme sin problemas y no siento que mi cuerpo haya sido machacado por un montón de rocas.

— Voy a tener que hablar con los que controlan el festival de vuestro curso. Estos últimos combates se les han descontrolado demasiado. Hace ya casi una hora ha llegado un chico rubio inconsciente, después tú y hace apenas un rato otra chica. Que pueda curar vuestras heridas no significa que podáis masacraros a la mínima. —dice Recovery Girl con claro tono enfadado.

Un momento... Ha dicho que después de mí ha venido una chica inconsciente. ¿Eso significa que Uraraka ha perdido? Y no solo eso, que también a acabado inconsciente. ¿Cómo habrá sido su pelea? ¿Qué habrá pasado? Ahora mismo estoy bastante preocupado por lo que está ocurriendo. Este festival está adoptando una faceta más bien amarga en lugar de esa maravillosa y dulce oportunidad que nos presentaba en sus principios.

— ¡Muchas gracias por todo! ¡Le prometo que no volverá a ocurrir! —salgo corriendo mientras ella suspira y dice algo que no alcanzo a escuchar ya que cuando está empezando a hablar ya me encuentro cruzando la puerta.

Corro lo más rápido que puedo en dirección a las gradas de los estudiantes. Si me doy prisa al menos podré ver completas las fases que quedan. Solo espero que Uraraka esté bien, después de todo lo que se ha esforzado... Es muy duro esforzarse mucho y no recibir los frutos esperados.

Dark Wings |BNHA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora