Gotas de Lluvia | Duxino

Capítulo 2

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.-La esencia de uno-.

Día: Sábado

Lugar: Lima-Perú

Clima: Lluvioso

Decidido ha averiguar quien era aquella persona que se encontraba detrás de aquella puerta, el de cabellos azabaches giro la manija de la puerta sin hacerse esperar y lo primero que hizo fue cerrar con fuerza sus ojos, por tres simples razones:

1-.El frío que sintió al abrir la puerta, el cual fue como, según el, un golpe de puro frío.

2-.El sentir a una persona abalanzarse sobre el y unirlos en un fuerte y húmedo abrazo debido a la lluvia.

3-.La fuerza con la que aquella persona lo abrazo lo hizo estar al borde de caerse.

Siendo sincero, aquel abrazo le proporciono un poco de calor, pero no le quitaba el hecho de lo mojado que terminaría luego si es que no se separaba de aquel abrazo proporcionado por una persona la cual ni siquiera alcanzo a ver por lo rápido que se abalanzo sobre el.

Y tal como se planteo, intento alejar a aquella persona la cual le estaba proporcionando aquel abrazo, y lo hubiese logrado si no fuera por los sollozos y la manera en la que la otra persona se aferraba a este, lo cual lo detuvo en el intento de alejarse. 

Aquel abrazo parecía durar horas pero tan solo habían pasado dos minutos...

En un lento movimiento el de cabellos azabaches se intentaba separar de aquel abrazo, dándose cuenta de quien se trataba aquella visita.

Duxo: ¿Aquino? ¿Qué pasa, por qué estas llorando?

Cuestiono preocupado y ansioso, por el hecho de presenciar a su mejor amigo en un momento muy vulnerable, aferrándose a su polo mientras lloraba.

Duxo sabia que Aquino había viajado a Lima con su novia como parte de unas vacaciones para ambos, según lo que este le había contado anteriormente. Por lo cual el azabache, aún sujetando a Aquino, se asomo a la puerta buscando a la dichosa novia de su visitante, el cual le había mencionado que viajaría con ella, más no la vio por ningún lado.

Aquino: N-no esta aquí...

Su voz se notaba decaída y cansada, cosa muy rara en el peli-café, el cual siempre tenia los ánimos hasta el tope, cosa muy contraria a la manera en la que este se encontraba en aquellos momentos.

Duxo:  Pues.. ¿Dónde esta?

Aquino: Ella y yo... ter-terminamos...

Si bien al peli-café le estaba costando hablar, se notaba el esfuerzo que este ponía en poder pronunciar de la manera más clara posible cada palabra que salía de su boca.

Por una parte Aquino se encontraba hecho pedazos buscando consuelo en su amigo como un cachorrito; y por la otra, el de cabellos azabaches se encontraba sorprendido e impactado, pero en especial se sentía culpable por hacer que el peli-café recordardara aquel momento que al parecer le dolía mucho, lo cual estaba demostrando.

Y sin esperar un minuto más, aquel abrazo que estaban teniendo se hizo más fuerte, dando calor y seguridad a ambos. Eso duraría un largo rato...

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.-Hasta la flor más muerta es capaz de conservar su esencia-.