-Capitulo 7-

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-.Centímetros de distancia.-

Día: Domingo

Lugar: Lima-Perú

Clima: Soleado

Un joven de pelos azabaches se encontraba moviéndose repetidas veces en su cama, intentando ocultar su cara de los tenues rayos de sol que se reflejaban en cada esquina de su habitación.

Apunto de volver a conciliar el sueño, este tomo en cuenta que se encontraba solo en su habitación, de un salto este se sentó en su cama de la manera más rápida que pudo, recibiendo como consecuencia un dolor de cabeza.

Abrió los ojos de par en par y miro cada rincón de su habitación, mientras intentaba adaptar sus ojos a la iluminación de esta.

7: 16

Era la hora que marcaba su despertador, faltando menos de una hora para que este suene de manera oficial.

De manera un tanto apresurada, el de cabellos azabaches intentaba encontrar algún rastro de su "amigo" en su habitación con su mirada.

Ignorando todos los recuerdos de la noche anterior, que eran opacados por la preocupación, se paro buscando en cada rincón de su casa, sin encontrar ningún rastro de este, hasta que vio el baño, el cual se encontraba con la puerta cerrada.

De manera lenta, este se dirigió a la puerta del baño, girando la perilla de esta, dándose cuenta que se encontraba trabada.

Se dirigió a pasos rápidos hacia su habitación, buscando entre los cajones. 

Bingo, había encontrado un manejo de llaves de su casa, cada una con los respectivos nombres de las habitaciones que habría.

Corrió hasta la puerta del baño, imaginándose un montón de escenarios sobre lo todo y a la vez nada, pero todo con un motivo, su preocupación.

...

Grata fue su sorpresa cuando al abrir la puerta solo se encontró con un Aquino, echo bolita en el piso.

En un movimiento este se sentó al costado de su acompañante, abrazando sus piernas mientras observaba a su contrario de manera detallada, otra vez...

Percatándose de las huellas de anteriores lagrimas que recorrieron por sus mejillas.

"Lloro? pero... fue por su novia?

Demonios... no es de mi incumbencia, mejor hago algo, no quiero verlo así..."

Eran aquellas palabras las que se cuestionaba y escuchaba el azabache en su cabeza, pero decidió ignorar, para ir a mojar una toalla, y volver para sentarse más cerca a Aquino,  a una corta distancia, empezando a limpiarle la cara con suma delicadeza, queriendo evitar que este se levante o algo parecido.

Cosa que termino pasando pero ni cuenta se termino dando.

Mientras le limpiaba las huellas de las lagrimas que habían pasado por su cara antes, el de cabellos café ya se encontraba despierto, analizando lo que su "amigo" hacia.

Ya con un tenue rubor carmesí apoderándose de las mejillas del de cabellos ondulados, Duxo se percato de que Aquino ya se encontraba despierto.

Y no solo eso, si no que también noto la corta distancia que había entre ellos, decidiendo romperla.

Si, romperla, para darle un abrazo a su contrario, abrazo que tardo en ser correspondido, pero al final, si lo fue.

Luego tendrían una larga charla...

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.-Tus ojos son mi luz en la oscuridad-.





Gotas de Lluvia | DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora