-Capitulo 8-

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-.Mentiras.-

Día: Domingo

Lugar: Lima-Perú

Clima: Soleado


Una mesa, dos individuos y todo en la sala de una gran habitación.

Si  fueras una tercera persona entrando en aquel ambiente, siendo ajen@ a todo aquello, posiblemente podrías sentir un gran tención entre los dos chicos, pero todo aquello solo estaba alejado de lo que realmente pasaba y sentían aquellos protagonistas.

[...]

Silencio, era lo que reinaba en aquella habitación.

Duxo: Aquino...

Menciono el de cabellos azabaches rompiendo el silencio en aquel lugar, mientras sostenía las manos de Aquino, que no hacían más que frotar sus nudillos entre si, con un  tanto de fuerza.

Aquino: Perdón...

Soltó sin más el de cabellos café, bajando la mirada, sin dar ninguna explicación a lo dicho anteriormente por el mismo.

Duxo: No... Por qué te disculpas?

Antes de empezar, Aquino empezó a llorar, aquellas lagrimas que opacaban el rubor de sus cachetes y se apoderaba de estos-.

Aquino:  Yo... lo siento, no quiero ser una molestia, no debí haber venido acá, solo te estoy causando problemas, yo... yo... perdón, enserio, no debí haber echo lo que hice el otro día, fui imprudente, perdón perdón per-

El peli-café no pudo terminar de hablar, debido a que rápidamente el de cabellos azabaches se levanto de su sitio y lo callo mientras lo abrazaba.

Duxo: No llores, no eres una molestia, okey? no hiciste nada malo, ayer solo te desahogaste conmigo, no hay nada de malo en eso...

Aquino: Pero... ayer yo... tu...

Duxo: No hiciste nada, tu tranquilo...

Menciono el de cabellos azabaches, mientras se separaba de aquel abrazo para poder limpiarle a su acompañante aquellas lagrimas que habían salido recientemente

Otra vez, se estaban mirando, Duxo no paraba de ver los ojos de el de cabellos café mientras le limpiaba las lagrimas, y Aquino solo miraba atentamente cada acción de este.

Duxo: Debes estar agobiado...

Menciono el de cabellos azabaches mientras retiraba su mirada hacia aquel reloj colgado en el medio de la pared de la habitación

[8:43]

Marcaba este

Duxo: Sería bueno salir a tomar aire, luego podemos buscar una cafetería para desayunar, te parece?

Aquino: Bien...

.

Sea que estuvieran hablando o haciendo otras cosas, estos no paraban de ver aquellos ojos contrarios, un sentimiento y una acción única para ambos.

[...]

Mientras el peli-café se dirigía hacia el baño, el de cabellos azabaches se iba a su habitación, ambos con el mismo objetivo, pero con diferentes pensamientos en mente.

Duxo: no debí haberle mentido, aunque era lo mejor en esta situación...

Menciono Duxo mientras cerraba la puerta de su cuarto con una mano, y con la otra se tocaba los labios, con la mirada perdida a todo esto.

Y bueno, como no sentirse culpable? su amigo lo había besado, acaso ocultarlo no era lo mejor?

Quizás no...

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.-Ni el sol ni la luna se comparan a tu hermosura-.








Gotas de Lluvia | DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora