Alba

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A la família de Alexia la conozco desde los 16 años. Sus padres, su hermana, sus tíos, sus primos, incluso a sus amigos de Mollet. Las veces que íbamos de visita allí, me sentía como en casa.

Con Alba siempre he tenido una relación especial, nada más allá de ser la hermana de Alexia, o eso pensaba mi yo de 20 años. Muchas veces, cuando ya vivía en BCN, quedábamos Alba y yo solas a tomar café o ir a pasear por el centro. Con Alexia ya había muchos planes que no podíamos hacer y eso nos hizo unirnos más. Además, ella aprovechaba para contarme y pedirme consejo de cosas que le daba vergüenza preguntar a su hermana.

Una tarde, de las tantas que pasábamos juntas, me confesó que le gustaban las chicas y que no sabía cómo decirlo en casa. Imaginaros su cara cuando me eché a reir, porque tanto su madre como Alexia, sabían que yo era bisexual y nunca hicieron el más mínimo comentario ofensivo. Esa tarde la acompañé a casa porque quería que estuviese presente en LA CONVERSACIÓN. Ni que fuera de vida o muerte, de verdad esta juventud!!

Estuvimos las 4 en el sofá después de cenar y por fin Alba se decidió a contarlo. Lo recuerdo como si fuera ayer.
- Mamá, Ale, tengo algo que contaros — dijo Alba nerviosa. Eli y Ale se tensaron y, me miraron. Con un gesto en la cabeza les dije que no era nada malo.
- Alba, ¿qué pasa? — Alexia contratacó. Me salió darle un manotazo a mi amiga para que se calmara. Alexia era muy impaciente, y si tenías que hablar con ella, más valía que se lo soltaras todo de golpe y no la hicieras esperar o que se pensara ella otras cosas.
- A ver, tranquilizaros todas, no es nada malo. Albita se nos está haciendo mayor y quiere deciros lo que piensa. A mi me lo ha dicho hace un ratito y no puedo estar más feliz. — dije yo cortando la tensión del ambiente. Cogí la mano de Alba y la empujé a que lo dijera.
- Me he enamorado de una chica mamá, Ale. Júlia, t'estimo. — dijo Alba dejándome sin palabras. Rápidamente, solté su mano, me levanté y miré a Alexia.
- Alba, eso no es lo que me has dicho esta tarde. Me has dicho que te gustaban las chicas, no que estabas enamorada y menos de mi — escupí con rabia. No me lo podía creer. La hermana de mi mejor amiga, enamorada de mi. Estaba flipando, estaba flotando, tenía mil sensaciones en el cuerpo que no sabría describir.

Alba se levantó, me miró y rompió a llorar. Se marchó a la habitación seguida de su madre. Alexia en cambio, me miraba cruzada de brazos.
- Júlia tía, te has pasado. Si no quieres nada con ella está bien, pero no la humilles, es mi hermana — me dijo Alexia en un tono que nunca le oí.
- Joder, perdona, no me lo esperaba. Esta tarde estábamos como siempre y luego me ha dicho eso. Le he dicho que no se preocupara e incluso me ha cogido risa porque tanto tu madre como tú sabéis que soy bisexual, pero lo de ahora me ha dejado a contrapié. Es una chica maravillosa que no se merece el feo que le he hecho - me sonrojé, Alexia se rio de forma pilla, cómo me conocía.
- Anda vamos a verla — dijo Alexia poniendo rumbo a la habitación de su hermana.

Hablamos, hablamos mucho durante esos primeros días. Alba ya no era para mi sólo la hermana de Alexia, era algo más y lo quise tapar por miedo. He de decir que he pasado con ella 5 maravillosos años de mi vida y que siempre voy a tenerle un cariño especial.

Pero ahora mismo, las cosas no están bien. Cuando le dije que me iba a Chicago a estudiar, no lo entendió. Fue egoísta e incluso diría que inmadura. Hace un año que lo dejamos. Le regalé un viaje a Disney World Orlando por mi cumpleaños. 26 de Septiembre de 2021. Me dejó, en Orlando y el día de mi cumpleaños. Se volvió a Bcn y yo me quedé allí, viviendo el sueño americano, decían.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora