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La alfa estaba con un hermoso vestido azul, le hacía ver más linda de lo que estaba o eso pensaba Julián.

El omega bloqueaba la puerta principal de su casa, con ambas brazos estirados.

— Adrián, prometo que volveré rápido, solo voy a hablar si

— no quiero — se comportaba como un niño pequeño

— yo voy a estar con Julia no le pasara nada — trataba de sacar a su hermano de ahí sin lastimar lo

— seguro no se recupera de su fiebre, debe de estar sana para salir — infla sus cachetes

— ya no eres un niño — Julián trata de sacarlo

— Adrián, prometo que vendré rápido y te traeré tu helado favorito — dice con tranquilidad mientras el omega le brillan los ojos para luego ir hacía ella y abrazarla con cuidado de lastimar su brazo

— quiero un helado de mente con chispas de chocolate

— bien, te traeré ese sabor, ahora ve y trata de hacer tus cosas en tu habitación, si te pasa algo llámame

— si — deja de abrazar a la alfa y se va a su habitación

— ¿estás segura de ir? — abre la puerta para salir junto a la alfa y cerrarla

— si, quiero hablar con él

— Damián logro tomar una foto de ambos, pero no te gustará — desactiva la alarma de seguridad del carro para ingresar ambos sin ningún problema — cinturón de seguridad

Hace lo que le dijo — ¿De ambos?

— si — lo enciende y lo pone en marcha el auto yendo a la casa del omega de ojos verdes — ¿Quieres verlo?

— si — pedía a la Luna que fuera mentira, que no era él teniendo las esperanzas, pero fue como si un balde de agua fría le hubieran echado — él... — tenía el celular de Julián en sus manos, donde ahí la fotografía mostraba a Bernal y Hugo besándose —sintió un dolor en el pecho

— lo siento, yo solo quiero que sepas la verdad y no te engañe él

Un pequeño silencio se apodero.

— yo... él eligió a mi hermano — sus ojos se cristalizaron

— lo siento — se muerdo su labio un poco

— quiero hablar con él pero alavés no quiero

— vamos al club de alfas — decide cambiar de tema — ahí que divertirnos y olvidar

Agacha su cabeza — si quiere ser feliz con mi hermano está bien, pero... — susurra para ella misma

— falta poco para llegar,.... podemos irnos si quieres — mira de reojo a su amiga

La pelinegra solo niega con la cabeza

Después de unos seis minutos, llegaron en la casa donde vive aquel omega de ojos verdes.

— ya llegamos — estaciona el carro

La alfa solo salió del auto y fue a la puerta de aquella casa, su brazo le dolía un poco pero no le tomo importancia.

Tocó un par de veces la puerta de la casa hasta salir una beta ya mayor de edad.

— ¿Que desea? — mira a la alfa de pies a cabeza

— me puede dejar ingresar a la habitación de Bernal por favor

— ¿para qué?

— por favor señora, solo quiero hablar con el

Mi destino (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora