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» Julia

La palabra dormir es muy hermosa porque puedes echarte en tu camita con tus mantitas abrigadoras y tu cuerpo se relaja, pero dormir en un asiento es doloroso. Ya tenía más de media hora de que melodía el cuello y las piernas al tener a mi primo dormir encima de mí al igual que Julián tenia al otro primo y el del medio otro.

— por favor a qué hora llegamos, ya son dos días que estamos en la misma posición que incluso me duele el cuello — se quejó mi primo mientras se movía un poco de su lugar

— tranquilo Omar, estamos casi iguales y el único que se salva son las dos personas que están en el asiento del piloto y copiloto!! — grito un poco Julián — deja de moverte

— ¡cierra la boca Julián! Durante la noche no dejabas dormir por tus ronquidos fuertes además de que casi se me sale el corazón del pecho — gruño el tío mientras apretaba muy fuerte el timón del auto — desde hace ratos su primo me ha estado ayudando a despertar porque conducía casi durmiendo e incluso casi atropello a alguien

— ustedes durmieron bien y yo casi veo un muerto — sobo sus ojos que estaban un poco rojos, al ser beta no podía oler las feromonas que soltaba Julián — quiero estar en mi cama, se supone que esto ya no lo íbamos a repetir pero matare a aquellos que tienen a mi primito

se pueden callar!!! Como me aburre ser su tío de ustedes — utilizo su voz de alfa y todos nos quedamos en silencio — llegamos

El auto dejo de moverse, el primero en salir fue Maicol que estaba en el asiento del copiloto para luego estirarse y mirarnos de manera burlona.

— solo caminemos por unos diez minuto y veremos una mansión algo vieja — hablo fuerte mostrando su gran escopeta — iremos de casería, todos me seguirán a mi

— y este viejo como sabe — hablo en susurro mi hermano

— mientras ustedes dormían, recibimos una llamada del abuelo que ellos ya habían llegado y encontraron la casa, dijo que tal vez eso sea ya que preguntaron por segunda vez a los viejitos y le dijeron donde podría ser aquel lugar o algo así entendí — salió el tío de la camioneta, se notaba que estaba harto de todo

— Julia tu primero — Omar quería salir rápido

— pero no puedo, Tomás bájate tú de mi encima para salir, estas gordito

— es que no puedo salir mi pierna me duele, además que vergüenza que una chica me cargue

— bájate Tomás, me duelen las piernas

— ¡¡por qué no salen de una vez!! — se escuchó el fuerte grito del abuelo

— Dylan sal entonces tu primero ya que Julián te carga donde están al costado de la puerta ­— mire molesto al alfa que solo sobaba sus piernas

— tampoco puedo, mi brazo me duele al igual que la pierna y mi columna

Entre quejas y quejas salimos de aquella camioneta, no era cómodo dormir en el asiento.

— se supone que teníamos que ser silenciosos, no ruidosos — el abuelo miro molesto a cada uno de sus hijos y yernos — síganme y lleven lo necesario, iremos caminando solo un poco para estirar las piernas

Agarre una mochila que estaba detrás de la camioneta y me lo coloque en el hombro, todos hacían lo mismo.

— vamos pequeña — me agarro del brazo y me jalo

— estos alfas no cambian — rió nuestro padre, guardo su celular en su abrigo y se colocó una mascarilla negra

— se vinieron gritando durante el camino diciéndose algunas verdades y otros de mentiras — Omar se escondió detrás de los mayores — ellos son violentos tío

Mi destino (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora