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La pequeña niña subía a su habitación mientras daba pequeños saltitos, al ingresar cerro su puerta con cuidado sino su abuela le gritaría.

De su pequeño bolsillo de su vestido saco dos fotografías que los había guardado antes de mostrarle y decirle a su mama quien era la chica.

La puerta de su habitación fue abierta mostrando a dos omegas una que era la servidumbre y la otra que era su amiga.

— acá le dejo su almuerzo — lo coloca a un lado de ella — me retiro — salió de habitación para dejar a las dos omegas.

— hola — saludo la omega

— ¿cuántos años tienes? — sonríe la pequeña — es que no me acuerdo

— descuida,.... tengo 26 años — mira la ventana — trabajar para tu padre es muy agotador sabes, cada día paran cambiando de modelos o a veces no pero no creo que las fotos que tomo se han bonitas al igual los nombre que les pongo como "la mirada radiante", "búscame" y entre otros

— pero a mí sí me gustan

— gracias pequeña

La pequeña beta mordió un poco su labio dudando de lo que iba a ser pero lo pensó unos segundos.

— mira — le muestra las dos fotografías — ¿qué te parece?

La omega solo veía cada imagen con atención, eran tomadas a la perfección y la chica era indicada, perfecta es lo que estaba en su mente, tomar fotografías de los gemelos hizo que las revistas sean más compradas aunque la chica se parecía a los gemelos.

Si hubiera una fotografía de ambos seguro seria la imagen más hermosa de todas las manadas, pero eso solo se llevaría a través de una encuesta en todas las manadas y votar por la más hermosa, los gemelos quedaron en el puesta 4 de uno de los hijos más bellos del año.

— son perfectas — sonrió de lado — aquel que la tomo esta imagen y la que está posando son perfectas

— ¿enserio? — una idea ingreso en la pequeña cabecita de la beta —llévate una de ellas y colócalo como portada en la revista

— ¿de verdad? — ve a la pequeña asentir con la cabeza — genial, pero......... ¿conoces a la alfa?

— no, pero pronto la conoceré

— me llamas o envías un mensaje cuando ella este acá — mira la imagen de la chica — es hermosa la alfa — chillo un poco — los gemelos y la alfa son hermosos, todos los alfas son hermosos

Un pequeño sonrojo apareció en el rostro de la omega mientras la pequeña solo le veía asustada, ver a alguien mayor observando las fotografías mientras susurra algo era raro, ya le daba miedo crecer.















Por otro lado, el omega estaba dentro del auto mientras su padre le veía por el retrovisor.

El olor de su alfa estaba impregnado en él, quería estar con su alfa otra vez pero su padre quería que le acompañe a comprar ropa para su mamá(omega), su suave y delicado cuerpo tenia pequeñas marcas que le hizo su alfa, le dolía todo su cuerpo pero tenía que fingir que estaba bien o si no su padre se molestaría con su amada.

Estar una hora con veinte minutos con su alfa fue lo mejor, pero quería estar más tiempo con ella si no fuera porque su padre estaba peleando con los otros alfas.

— me alegra en que me ayudes a elegir una ropa hermosa para tu mamá — sonrió el alfa

— si padre

» Gael

En realidad me obligo a acompañarlo.

Miraba por la ventana del auto la calle, solo conocía un poco de este lugar y conocer más me hacía feliz, minutos después llegamos al centro comercial y nos dirigimos a una de las tiendas más caras o más bien dicho casi caras, solo para comprar un poco de ropa.

Mi destino (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora