Capítulo 1. "Perdida"

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1.Perdida


La puerta tras de mí no se quería abrir para nada, ni para dejarme ir al baño. Es una perra. Estaba en una habitación muy, muy, bastantemente muy pequeña. Puedo con ésto, me decía a mí misma. Las paredes estaban mugrientas, aparentemente eran blancas, pero eso ya sería en otro tiempo. Deseé que estuviera un ropero para que me llevase a narnia. Pero nada.

Se preguntarán: ¿Qué estoy haciendo en una habitación donde no hay nada más que cuatro paredes sucias, sin ventanas, una idiota de 16 años que parece perdida, ¡oh, esperen! Lo está, y un bicho qu....¿un bicho? ¡Hay mamá! ¡Mami, ven por mí!. ¡Ah! Y también cabe destacar que la idiota con cara de trauma le teme a los bichos y quiere que venga mami por ella como si supiera dónde está. Que vida la mía.

Bueno les contaré desde el principio....

Nací un 14 de abril. Esperaba a que mi madre me sacara de su vientre y la única forma de salir, como todos lo hemos hecho y sabemos, era por...¡Esperen! Demasiado lejos. Vamos mejor al verdadero principio de la historia, comenzando el día de hoy. O mejor un poco más adelante, no quiero aburrirlos con mi mañana.


Holmes Chapel Comprehensive School 09:30am


—Hermanita preciosa de mi corazón —me llamó mi hermano haciendo ojitos. Odio que haga ojitos.

—¿Qué quieres, engendro del demonio más endemoniado que el endemoniado gato de Sheshire? —le dije, ya con notable fastidio. Éste de seguro quiere que le haga un favor.

—¡Wow! Que lindo tienes hoy el cabello.

—Gracias, me lo voy a teñir d... —y ahí se acabó el encanto al saber lo que mi querido hermano mayor estaba haciendo—. Ahora si. Si es un favor, la respuesta es ¡NO!

—No es un favor.

—Entonces, ¿qué es?

—¿Podrías ayudarme con una chica? —no estaba nervioso, se hacía el nervioso. Y podría jurar que no era una chica, era una broma.

—¿Gavin? —comencé sonriendo a lo cual él notó que ya sabía lo que estaba planeando.

—¿Si? —ahora sí estaba nervioso.

—¡NO! —le grité en su cara. Casi, casi que le doy un buen zape pero me aguanté.

—Entonces me tendrás que ayudar por la malas. —oh, oh.


*5 min. Más tarde*


—¡¿Qué demonios hacemos en un bosque?! —grité reprimiendo un gemido. Los imbéciles amigos de Gavin y el idiota, o sea Gavin, me llevaron a un bosque que estaba cerca del Instituto—. Ya bájenme, idiotas.

Primero: mi hermano me encerró en mi propio casillero. Segundo: llega Josh, su mejor amigo que por supuesto también es amigo mío; dice que soy como su hermana pero yo le veo otras intenciones, okno, pero si es un buen amigo. En fin. Llega, me saca y de repente me encuentro admirando la hermosa vista de su trasero, me daban ganas de apretarlo, y ahora ésto. En un bosque con cinco infantiles y un estúpido cabeza de cacahuate llevándome sobre ellos como una ofrenda hacia su rey o reina. Lo peor de todo es que no había nadie, ni un profesor, ni un alma, que estuviera por los pasillos para salvarme de estar en un bosque con éstos engendros.

—Oye, Jane. ¿No notaste que alguien se había llevado mi cuchara favorita cuando estábamos desayunando esta mañana? —¿en serio? ¿Era por esa estúpida cuchara de buzz lightyear que el imbécil, infantil e inmaduro de mi hermano me tenía así, y aquí?

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