16.- La luz al final del camino

225 23 4
                                    

He Xuan cepilló el cabello de Shi QingXuan, como lo había hecho desde que había sido internado, pero esta vez lo hacía con la certeza de que su amado despertaría pronto. Lo primero que haría en cuánto abriera los ojos sería decirle lo mucho que lo amaba, cuánto lo había extrañado, y que lamentaba ser un idiota. Lamentaba haberlo lastimado, pero eso iba a cambiar a partir de este momento.

La puerta del cuarto se abrió, He Xuan volteó en el momento en que Shi WuDu y Shi MingJing entraron al cuarto.

—Hola —saludó alegremente, mirando su reloj—. Llegan tarde.
—El tráfico estaba terrible —dijo Shi WuDu con indiferencia.
—Ya…
—Le dije que tomarámos el metro —dijo Shi MingJing—, pero no quiso. 

Shi WuDu se encogió de hombros y Shi MingJing soltó una leve risa antes de añadir:

—Gege no sabe andar en metro. 
—Yo no he dicho eso —diji Shi WuDu.
—No has dicho nada —dijo He Xuan—. Eso querría decir que es cierto.
—Que tontería.

Los tres se echaron a reír. Las risas terminaron abruptamente cuando se escuchó otra voz.

—Eh. ¿Tuve que casi morirme para que ustedes se llevarán bien? Son unos idiotas.
—¡QingXuan!

Los tres se acercaron a la camilla, dónde un despierto Shi QingXuan les sonreía encantado. Al principio creyó que esto había sido un sueño, porque sabía que su intransigente hermano mayor no aceptaría ni a su novio ni a su medio hermano, pero el dolor punzante que recorrió su cuerpo en cuanto abrió los ojos le hizo saber que esto era el mundo real. Quiso llorar de la felicidad. Mirando a He Xuan, Shi QingXuan dijo:

—Quiero casarme cuánto antes. Siento que perdí mucho tiempo estando aquí.
—Está bien —diji He Xuan, tomando su mano para besarla—. Hemos esperado mucho tiempo. 
—¿Puedo organizar su boda? —dijo Shi MingJing con emoción—. Soy bueno organizando fiestas y mis clases ya terminaron.
—Bueno… —dijo Shi QingXuan mirando a su novio.
—Supongo que está bien.
—¡Sí!

:::::

P

ese a los deseos de la pareja, tuvieron que esperar un año para celebrar su matrimonio. Shi QingXuan tuvo que recursar el semestre perdido debido tanto a sus malas notas como al accidente que lo dejó en coma, tomando clases particulares con Chu WanNing para cubrir los fallos que pudiera tener en su aprendizaje. Durante ese mismo año, He Xuan se graduó y consiguió trabajo en una editorial, revisando los borradores de jóvenes escritores que deseaban ser publicados; al mismo tiempo comenzó a trabajar en su propia obra original, deseaba ser dramaturgo y trabajar en teatro.

Por su parte, Shi QingXuan seguía acudiendo a terapia, además de recurrir a sesiones de ejercicio y análisis para descartar secuelas producidas por el coma. Estaba decidido a ser diseñador y que sus vestidos fueran usados por todo el mundo, de modo que puso todo de su parte para lograr aumentar sus notas.

Y finalmente, días después de su graduación, la joven pareja estaba por celebrar su casamiento.

—Deja de dar vueltas. Vas a hacerle un hoyo al piso. 

Bai WuXiang rió entre dientes con las palabras de Hua Cheng. 

—Hong-er, no molestes a Hei-didi —dijo.

Ambos rodaron los ojos al escuchar los apodos que su hermano mayor les había dado. El primero se debía al ojo derecho de Hua Cheng, que era de un brillante color rojo; y el segundo se debía a la predilección de He Xuan por las prendas negras. Bai WuXiang se acercó a He Xuan, acomodando su corbata deshecha, y dijo:

—Además, todos sabemos que tú te pondrías peor el día que te cases con Xian Le.

He Xuan se echó a reír con la expresión anonadada de Hua Cheng. Después de unos minutos, la ceremonia comenzó y Shi QingXuan apareció del brazo de Shi WuDu. Los hermanos Shi habían tenido ciertos desacuerdos en algunas cosas, pero lo único en lo que concordaron de manera unánime fue en que no querían ver a su padre: ninguno de ellos estaba dispuesto a perdonar el engaño en el que había tenido a Lin Xiaonan y a Hua Gui, la madre de MingJing; que sí fue invitada a la boda. Para los tres hermanos fue sorprendente que las dos mujeres se llevarán bien luego de conocerse, como si lo sucedido no fuera importante.

Así, sin Shi FengHua, Shi WuDu tomó su lugar llevando a su hermano menor al altar.

—Les deseo la mayor felicidad —dijo Shi WuDu, entregando a Shi QingXuan en el altar—. Ambos la merecen.

El mayor se retiró tomando asiento junto a Pei Ming, que no pudo evitar molestarlo un poco.

—Y pensar que no podías ver a tu cuñado ni en pintura —dijo—. Ahora incluso le entregaste a tu hermano en el altar, que lindo. 
—Cállate —dijo Shi WuDu con sequedad, tomando su mano. 

Así, dio inicio la ceremonia, en la que He Xuan y Shi QingXuan pudieron finalmente unir sus vidas para siempre.

❁❁❁❁❁

Creo que es la primera vez que escribo algo parecido a una boda Beefleaf, que lindo ❤️

Ahora tengo ganas de hacer un spin-off sobre la señora madre de He Xuan y la familia. Lol

Y nada, así acabamos está historia, espero que les haya gustado. Gracias por su apoyo 🖤💚

Lo que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora