Shi MingJing, inesperadamente atrapado en una situación extraña, señaló al hombre a su lado y dijo:
—Este es mi maestro de clases particulares. Maestro, este es mi hermano mayor.
Shi WuDu y Chu WanNing se saludaron cortésmente luego de la presentación. Aquello había sido una gran casualidad: Shi WuDu había decidido visitar a su medio hermano y había llegado al edificio dónde vivía justo cuando salía acompañado de Chu WanNing y otro chico al que reconoció como un compañero de QingXuan. Si mal no recordaba, su nombre era Ming Yi.
—MingJing me contó lo sucedido con su otro hermano —dijo Chu WanNing—. Lamento lo sucedido y espero que se recupere.
—Se lo agradezco —dijo Shi WuDu.
—Su hermano me llamó —le dijo Chu WanNing luego de un rato—. ¿Sabe cuánto tiene con sus problemas escolares?
—Puedo decirle más tarde —dijo Shi MingJing.
—¿Puedo hablar con usted un momento? —preguntó Ming Yi.
Shi MingJing se despidió, alejándose con Chu WanNing, mientras que Ming Yi guió a Shi WuDu hacia un callejón apartado de la vista. Una vez allí, el joven le dijo una sola cosa:
—Es culpa suya.
—¿Perdón? —dijo Shi WuDu sin dar crédito a sus oídos.
—Es culpa suya —repitió Ming Yi—. Si no hubiera presionado a Shi QingXuan del modo en que lo hizo, sus notas no habrían bajado y tampoco necesitaría ir a terapia.
—¿Cómo que a terapia?
Ming Yi negó con la cabeza indicando que no era su deber explicar al respecto y le entregó una carta.
—Esto lo escribió QingXuan —dijo—. Lo convencí de guardarla y él me la dio para que se la mandara a usted.
Después de entregar la carta, dio media vuelta y se fue.
ESTÁS LEYENDO
Lo que nos une
Fiksi PenggemarA He Xuan no le agrada Shi WuDu, y a Shi WuDu no le agrada He Xuan, pero ambos intentaron llevar una tregua por Shi QingXuan. Pero cuando Shi QingXuan sufre un accidente, ambos descubrirán una serie de revelaciones que les lleva a notar cuánto han a...