11.- La primera carta

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En la soledad de su departamento, He Xuan contempló el sobre que Xie Lian le había entregado, el cuál estaba sobre la mesa de centro en la sala. Esa mesita no le gustaba para nada, pero Shi QingXuan la había escogido y por eso estaba ahí; He Xuan sonrió al recordar el momento en que compraron esa mesa, junto con un montón de muebles más: habían llegado al acuerdo de que cada uno amueblaría cada habitación cómo quisieran, de tal forma que He Xuan se encargó de la habitación que compartirían, Shi QingXuan decidió ocuparse de la cocina y ambos se pusieron de acuerdo en el estudio. Solo hacía falta la sala, y mientras He Xuan estaba mirando unos sillones, Shi QingXuan se colgó de su brazo y dijo:

—Encontré algo perfecto para la sala. 

—¿Qué es? —preguntó He Xuan.

—Una mesa. 

Y así fue como lo llevó a la sección y vio aquella mesa baja de patas rechonchas y superficie de cristal, la cual terminaron llevándose.

La misma mesita en la que estaba lo que probablemente había sido la última carta escrita de puño y letra de QingXuan. 

—Bien, hagamos esto de una vez —dijo He Xuan con un suspiro, tomó la carta y la abrió sacando una tarjeta y una hoja doblada. Estaba confundido, pero luego de unos minutos tomó la tarjeta y la leyó.

"Espero que cuando leas esto ya estemos casados y yo esté bien, lo suficientemente bien para darte esta carta yo mismo. El doctor Mei dijo que debía escribir todo lo que sentía en una carta y se la diera a alguien de confianza. Ruego que cuando la leas, podamos tomar esto como una anécdota divertida. Y sobre todo, ruego por que no me malinterpretes cuando leas esto. 

Siempre tuyo, QingXuan"

He Xuan tuvo un mal presentimiento al ver la hoja doblada y tragó saliva, tomando la hoja, y la desdobló. Apenas leyó el primer renglón sintió un nudo en la garganta.

"Estoy cansado de vivir"

—QingXuan… ¿Qué te hemos hecho? —susurró He Xuan, respirando hondo para continuar leyendo. 

"Todos los días intento no sentirme así, porque sé que no es mi culpa. No es mi culpa que mi hermano y mi prometido esten peleados, no es mi culpa que no se agraden… pero duele estar en el medio. Duele tener que hacer cosas por separado porque no pueden verse sin discutir, duele tener que justificar ante mi hermano lo que siento, duele tener que excluir a mi novio de los planes familiares… simplemente duele ser un fallido puente de comunicación.

Sé que no es mi responsabilidad, pero aún así decidí hacerlo. Ambos son mi familia, y nada me haría más feliz que poder estar con ambos en paz. Pero estoy a punto de alcanzar mi límite. No quiero que mi hermano se preocupe demasiado así que no le digo nada, no quiero que He-xiong se agobie así que sonrío frente a él ocultando mi desasosiego. Los amo a los dos, pero ya no puedo soportar que sus diferencias terminen recayendo sobre mí. Tal vez pueda invitar a mi hermano a mi boda, y si decide no venir… con todo el dolor de mi corazón tendré que dejarlo ir. Lo quiero, pero no pienso detener mi vida por él, y si él no está dispuesto a aceptarlo…"

Las palabras de Xie Lian resonaron en la mente de He Xuan. ¿Por qué Shi WuDu lo odiaba? ¿Por qué él odiaba a Shi WuDu? ¿Por qué no había notado cuánto lastimaba a Shi QingXuan? La carta terminaba con una frase que para el joven, fue una sentencia lapidaria.

"Tendré que sacarlo de mi vida"

He Xuan pensó en cuánto le habría dolido a Shi QingXuan escribir estas últimas palabras. Si él tuviera que separarse de su hermanita, estaría igual de destrozado. Y la razón por la que había mantenido todo esto en silencio era porque sabía que él no estaría tranquilo sabiendo que sufría.

—Lo siento —musitó, comenzando a llorar.

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