003

656 73 3
                                    

— Perú, ¿puedes mirarme a los ojos?

— ¿por qué?

— desde hace una semana estás un poco extraño, lo sé por la marca ya que de repente me sentí triste y ansioso en el trabajo.

— el bebe está bien... — respondió corto.

— no, hablo de ti. — tomó ambas de sus manos. — en estos momentos hablo de ti... quiero saber.

Perú suspiro con un nudo en su garganta creciente.

—... Usa.

— necesito que seas sincero conmigo.

— tu... ¿terminaste con México porque no podía tener un hijo?...

— ¿México?, ¿por qué de repente hablas de él?, ¿lo viste en el hospital?

Perú asintió. Él no había respondido a su pregunta.

— México es un ex novio, Perú, no sentí la necesidad de decírtelo porque no importaba mucho.

— ¿no importa él?.

— ¿por qué habría de importante él? Si ahora somos tu, yo, y el bebé.

— ¿cuando sea tu ex tampoco importaré yo?...

— ¿de qué hablas, Perú? Yo... te amo demasiado, ¿puedes entender que no existe la palabra "ex" junto a tu nombre en una misma oración?... — por alguna razón, el estadounidense sentía mucho enojo.

¿Por qué estaba tan enojado?

Perú se sentía un tonto.

— ¿es porque yo sí puedo darte un hijo?

¿De que estaba hablando el peruano? Simplemente lanzaba cosas tras cosas, y cada una sonaba peor que la anterior.

— ¿qué cosas te metió en la cabeza? Incluso sin un hijo, seguiríamos juntos, Perú. — comento tomándolo de los hombros. — por favor... no digas que en algún momento nos separaremos... — murmuro apoyando su cabeza en el hombro del peruano. — no puedo soportar la idea de tenerte lejos...

— perdón... perdón Usa, lo siento...

Lágrimas caían de los ojos del bicolor, no entendía porque se sentía tan culpable sobre la mirada que el estadounidense estaba haciendo, solo sentía una punzada en su corazón que no paraba de molestarlo, sabía que eso no era bueno para el bebe y Usa también se había percatado de ello.

No supo cuando, pero las feromonas del estadounidense inundaron toda la habitación y Perú pegado a él, no quería soltarlo.

Sentía que sino se aferraba a él en ese instante sería dejado.

—-

Mr. Loverman l UsperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora