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[...]

— ¿vas a seguir de esta manera?.

—...

— Perú, enserio te necesito...

La mirada del peruano estaba perdida. Sus ojos solo se fijaban en el techo y las lágrimas recorrían sus mejillas.

Ya no pensaba en lo que había causado Usa en él, aunque todavía dolía y la marca en su cuello quemaba.

Si hubiera estado en otra situación, habría pedido que arrancarán su piel de tanto dolor, sin embargo ya no sentía.

Su dolor se destinaba solo a su pecho, justo en su corazón.

— mi hijo...

— haré lo que quieras, Perú, yo te lo recompensaré, iremos de viaje, ¿te gusta mucho viajar, no? Iremos donde quieras... Tu decides, ¿si? — tomó su mano. — Perú, solo di donde... iremos ahora.

—...

¿Haría lo que él quiere?

Pero lo único que Perú deseaba era ser amado.

Y lo fue por algunos momentos.

Usa lo expresaba tan seguro que el peruano se sentía mal cuando no podía brindarle el mismo amor con el que él lo envolvía.

Quizás, solo quizás después de todo fue su culpa.

Quizás no pudo amar lo suficiente a Usa.
Quizás no pudo demostrar lo suficiente a Usa.
Quizás Usa ya no lo quería más.

Pero, ¿por qué seguía mintiendo?

— Perú, te amo. Por favor, vuelve... estaremos bien.

—...

Lo amaba.

Era cruel. Usa era bastante cruel.

—-

Mr. Loverman l UsperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora