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El día había llegado y no estaba dispuesto a aceptarlo, aquello ya era algo que sabía que iba a suceder, pero el momento llegó más pronto de lo que se imaginaba.
Los hermanos mellizos ya cumpliendo sus 18 años de edad, muy cerca de graduarse habían decidido precipitadamente en acompañar a su abuelo en una gira que iba a tener, un recuerdo de viejos tiempo que los fans del artista esperan con ansias, nada mejor que sus nietos junto a él aprendiendo de su talento.
Pero Luka se negó en el momento en que sus hijos lo sugirieron, un muy directo "NO" les causó asombro ya que creyeron que aceptaría de solo decirlo, pero aquello no estaba en discusión a pesar que insistieran e incluso su abuelo tratara de convencerlo, claro que no iban a viajar sin el consentimiento de su padre, pero querían realmente hacerlo.
"Seguir sus pasos" fue su frase más convincente, pero siguió negándose a dejarlo ir.
En ese momento se encuentran los dos hermanos planeando algo, día de limpieza no iban a desaprovechar la oportunidad de sugerir su viaje, pero se les terminaron las ideas.
Pero convencieron a su tía Colette de ayudarlos, ella no muy convencida accedió, si sus sobrinos lo querían y tenían la oportunidad, no iba a negarse.
Colette apareció de nada en ese día, ayudaba limpiando pensando por un largo momento en qué decir, sus sobrinos estaban nerviosos por lo que fuera a decir a su padre, pero esa su mejor arma para ayudarlos.
―Luka... ¿No has pensado en salir con alguien de nuevo?
No fue la mejor pregunta.
James por poco tira un adorno de la sala, Nadine casi se atora con su propia saliva y el mencionado... tiró un disco que tenía en manos.
―Solo digo ―levantó los hombros restándole importancia―. Mis sobrinos tienen 18, tienes derecho si quieres rehacer su vida.
―Tía ―murmuró entre dientes Nadine.
―No viajarán, es un tema sin discusión ―sentenció Luka levantando el disco, pero volvió a resbalar de sus manos.
―Estás reteniendo a mis sobrinos solo por miedo a sentirte solo.
James hizo señas con sus manos para que se detenga, Nadine se le unió de solo considerar tener una "madrastra" nunca estuvieron en sus planes y nunca estarán.
―No viajarán, punto.
―¿Y por qué no vas con ellos? ―cuestionó Colette viendo a sus sobrinos que se detuvieron abruptamente, se vieron entre sí sin haber pensado en eso antes―. Juleka y Rose pueden volver aquí, allá afuera mis sobrinos encontrarían muchas oportunidades.
