OS || Wenclair

Yellow

Era luna llena, por ende Merlina no podría pasar aquella noche con su mejor amiga... O ya nisiquiera sabía si llamarla así, se sentía tan irritada.

¿por qué tuvo que sentir algo por la rubia? ¿No seria más fácil si siente algo por Xavier o Eugene? Pero no, tenía que ser por su mejor amiga.

Trato de ignorar todos sus estúpidos e idiotas pensamientos, así que se propuso a seguir tocando.

La melodía está vez era diferente, no era algo obscuro o triste como acostumbraba, sus dedos se movían solos, creando algo que... de alguna manera la hacia recordar a la mayor.

-Ojalá estuviera aquí... para poder decirle: Mira como brillan las estrellas por ti, porque eres como un sol, por todo lo que haces... y adivina, si, todas eran amarillas.

-Vine desde lejos Enid... y aquí estoy, incluso escribí una canción para ti... y por todo lo que me haces... se llama Amarillo, cuando terminaste con Ajax me puse tan feliz, al fin podía tomar mi turno.
Lamentablemente soy muy miedosa para hacerlo.

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Tu piel y tus huesos, todo de ti es hermoso.

¿Lo sabes? ¿Sabes que te amo tanto? ¿Qué me enamoraste tanto?

La carrera de la Copa poe había llegado, de nuevo hizo equipo con Enid, la misma competencia que la vez pasada, sólo su está vez tenían un aspecto de ladrones.

Sabía que si perdían Enid estaría muy triste, así que haría lo mejor para poder ganar... por ella.

Las cosas se complicaron más de lo esperado, otra vez Bianca haciendo trampa... Y está vez no estaba dedos para ayudarla entonces tendría que hacerlo ella misma.
Sin pensarlo mucho se lanzó al agua para poder golpear al idiota que empujaba su canoa.

Cuando logró deshacerse de el la canoa de su equipo ya estaba muy adelante por ende tuvo que nadar hasta la orilla.

¿Por qué salto? Se preguntaba Enid, era muy peligroso, las sirenas eran conocidas por ahogar a la gente.
Quería frenar la canoa para esperar a Merlina, pero Yoko no se lo permitió, sin más remedio tuvo que llegar hasta la orilla.

Tan sólo unos segundos después Merlina ya estaba ahí...

-¡¿Por que hiciste algo tan tonto?! -preguntaba histérica mientras ambas iban por la bandera.

- Por ti, se que te gusta ganar.

Esto dejo helada a Enid... Cruzo el lago por ella? Salto por ella?
Dios que gran hazaña, a sus ojos Merlina cada día brillaba más, como el amarillo

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Era clase de artes, Tenían que pintar algo que los hiciera sentirse bien.
Sin querer comenzó a pensar en cierta Azabache de cara seria...

Dibujo una línea.

Una línea pensando en ella.

Y era amarilla.

Cada día la piel de la menor se volvía hermosa, algo que podría ver durante toda su vida.

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Un accidente ocurrió, en la luna llena uno de los chicos se salió de control, trato de atacar a Merlina, por suerte Enid estaba ahí para cuidarla.

La rubia había salido lastimada, algunas cuantas heridas pero nada grave... el problema fue cuando volvió a su forma humana.

-idiota -recibió un regaño de Merlina -Pudiste morir desangrada, imbécil -Decía mientras ejercía precio en la pierna de su mayor.

- Oh Merlina, ¿no lo sabes? Por ti estaría dispuesta a morir desangrada.

-¿Que?

-¿No lo notas? Por ti todo brilla, mira como brilla -Tenia una gran sonrisa en la cara -mira las estrellas, mira como brillan por ti.
Brillan por ti y por todas las cosas que haces.

De repente todo se volvió negro para la rubia.
Cuando despertó estaba en la enfermería de la escuela ¿Qué paso?

-¿Morí?

- Por pura suerte no, idiota, no puedes arriesgarte tanto, pudiste morir.

-Al menos te salve.

-a que costo? Al de tu vida? ¿Acaso creiste que si me salvabas estaría contigo?

-yo... -esto bajo los ánimos de la mayor, tenía razón, tal vez a la menor le gustaba Xavier...

- Porque si... si lo haré, pero no pudo salir con un cadáver, así que piensa mejor para la siguiente.

-¿eh?

-Enid, tu también me gustas, y también haría cualquier cosa por ti, pero no algo tan idiota, quiero que sepas algo; jamás deberías morir por mi, me alegraría un poco el saber que matarias, más no moririas por mi.

-Yo... yo mataría por ti, y si es necesario también viviría por ti.

Merlina acaricio su mejilla con cuidado, viéndola fijamente.
Por instinto la rubia bajo su mirada a los labios contrarios.

La menor noto esto... poco a poco aportaban la distancia, que en algún momento se volvió de centímetros.
Un punto en el que sus alimentos chocaban, se mezclaban.

Al fin se besaron, fue un beso lento y algo torpe, pero esto no les interesó, ya que al fin podían expresar sus sentimientos por la otra.

Era como tener una explosión dentro de tu cuerpo.
Por parte de Merlina fue como una bomba de color, el color más brillante y creador,

Y ese era un amarillo.

Para Enid era como tener fuegos artificiales en el estómago, algo que la podía hacer que hasta la habitación más obscura se iluminara, al contrario de lo pensado no sentía ni un negro ni un blanco. 

Sentía algo más, algo que la iluminaba por dentro, algo que le daba alegría de tan sólo pensarlo... algo de color amarillo.

Al final pudieron demostrarse todo lo que sentían, al final eran dos milagros que dejaron de ser un desastre.

Eran la secuela de alguna guerra.

Una guerra que lograron ganar juntas.