Nuevo día, nuevas esperanzas... destrozadas.

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Kurapika estaba despertando, se sentía cálido y acogedor el lugar donde estaba recostado, cuando pudo abrir los ojos se sentó en la cama ¿Dónde estaba? Esa no era su habitación ¿Todo había sido un sueño? No lo recordaba hasta que escuchó una voz familiar provenir de fuera de esa habitación mientras abrían la puerta
¡Buenos días Kurapika!
El pelinegro de solo 8 años había llevado a su nuevo amigo a su casa y lo recibieron acogedoramente. Kurapika estaba sentado en la cama de su amigo
Buenos días Leorio.
Kurapika se levantó y caminó hacia su amigo
Lamento haberme quedado dormido ayer... Tuviste que haberme despertado.
– No te preocupes Kurapika, Eso hacen los amigos.
Leorio sonrió y tomó de la mano a Kurapika, al cual se le ruboraron las mejillas, nunca había tenido otro amigo además de su difunto amigo Pairo, por lo que sintió una punzada en el pecho y supuso que era por su nueva amistad. Bajaron las escaleras y kurapika saludó alegremente a su "nueva familia", la madre de Leorio lo abrazó
Supongo que ayer fué un día difícil, vamos a almorzar ¿Sí?
Ambos pequeños asintieron con la cabeza y se dirigieron a la mesa, se sentaron en una silla cada uno y comenzaron a almorzar.
Estoy felíz de tener un nuevo amigo.
Leorio terminó de almorzar rápidamente mientras Kurapika aún miraba su plato de comida
– ¿Por qué no comes, Kurapika?
– No tengo mucha hambre.
– Es normal, pero debes alimentarte.
Conversó la madre de Leorio con Kurapika, logrando que el pequeño comiera su comida.

Llegó la noche, Leorio nunca había invitado a nadie a quedarse a dormir por lo que no sabía donde dormiría él y sus padres esa noche habían salido
Leorio.
Habló el pequeño kurta sentado en la cama de su amigo
¿Que pasó Kurapika?
– Tengo miedo...
Leorio al escuchar las palabras de Kurapika río, por lo que se acostó a su lado y lo abrazó tiernamente
!Dormiré contigo para protegerte!
Nuevamente las mejillas de Kurapika se ruborizaron
¡Sin abrazos!
Exclamó Kurapika enfadado, Leorio dejó de abrazarlo
Está bien.
Leorio cerró los ojos para tratar de reconciliar el sueño, hasta que sintió que lo abrazaban, era Kurapika, se había quedado dormido e inconcientemente lo había abrazado.

Nuevamente amaneció, Leorio escuchó ruidos en la planta baja y se levantó, fué hacía la puerta, estaba cerrada con llave, no sabía por qué. Abrió la puerta y fué a buscar a sus padres, al entrar a la cocina vió ambos cuerpos tirados en el suelo cubiertos de ssngre y a lado de ellos a dos policías
¿Qué... Pasó con mis padres?
Los policías miraron al pequeño, uno de ellos fué a abrazarlo
– Tranquilo pequeño, sal de la casa un rato ¿Sí?
– ¡NO! ¿Que le paso a mis padres?
De los ojos del pequeño Leorio comenzaron a caer lágrimas, lágrimas de tristeza y furia ¿Qué le pasó a sus padres? ¿Qué hacían muertos?. Entró un policía y tomó al pequeño Leorio del brazo
Vamos afuera
Habló el policía, parecía tener cabello negro cubierto con una banda, ojos color café claro, una bufanda negra y el traje de policía.
¡No me iré sin Kurapika!
Suspiró el policía
¿Dónde está tu amigo?
– ¡Yo lo iré a buscar!
Leorio subió las escaleras corriendo y fué a su habitación, despertó a Kurapika y lo tomó de la mano para bajar las escaleras con él
Vengan conmigo.
El policía camino hacia la puerta, se veía muy despreocupado, Leorio junto a Kurapika lo siguieron.
¿Quién eres?
Preguntó Leorio
Mi nombre es Ging Freecss, soy policía ¿Ustedes?
– Yo soy Leorio, mi amigo se llama Kurapika
Siguieron caminando, Leorio sosteniendo la mano de Kurapika caminando detrás de Ging
– Vendrán conmigo, los llevaré con alguien que los cuide.

¿No fue más que un sueño? - LeoPikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora