Un último beso

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Habían pasado 6 meses desde que Leorio y kurapika comenzaron a salir, Kurapika estaba más alegre de lo normal ya que, por fin estaba con la persona que amaba, sin inconvenientes ni extras que los separaran. Se sentía vivo, felíz, amado y todas los sentimientos buenos que puedan existir, pero aún había algo que lo inquietaba, y era que ese hombre no había aparecido en los últimos nueve meses, pero aún así trataba de centrarse en su vida y pensar que lo habían arrestado.

Parecía ser un día completamente tranquilo, transcurría cómo cualquier otro, Kurapika estaba leyendo un libro sofre investigaciones, tranquilamente sentado en un sofá de la sala, Gon estaba ocupando la televisión, hasta que pudo poner el canal de noticias, estaban informando que el asesino nombrado "Lucifer"(cuyo nombre había sido recientemente relevado), de la banda de criminales "Genei Ryodan" estaba nuevamente suelto, merodeando por las calles y asesinando gente a sangre fría, algo que alertó a Kurapika y a Gon, los cuales estaban en la sala.
- Maldita sea, de nuevo hay que salir de aquí por mi culpa...
Dijieron los pensamientos del kurta, estaba agobiado de tener que estar de casa en casa solo para cuidarse de esos asesinos despiadados, que habían matado a su familia sin problema alguno y ahora estaban atrás de él, claramente el Kurta ya sabía que no era por él si no, por sus ojos escarlatas, un color de ojos considerado hermoso ante la vista de cualquier persona normal, pero para quienes lo poseian, una tortura.
- Kurapika, ¿Que harás ahora que esos asesinos están libres de nuevo?
- Lo mejor será salir de acá, no quisiera que salgan lastimados.
Se levantó del sofá dejando su libro sustituendo su lugar en esa sala, Leorio estaba trabajando y Killua en la habitación de Gon, Kurapika le dijo a Gon que le informará a Killua que tendrían que irse de allí, de nuevo, Kurapika tomó su celular para llamar a Leorio.

¡Hola Kurapika! -
¿Sucedió algo? -

- Sí... De nuevo tendremos que irnos, el Genei Ryodan está libre, nuevamente.

Comprendo, ¿Le dijiste a Killua y a Gon?-

- Gon se está encargando de decirle a Killua.
- Mientras tanto, comenzaré a empacar, si esos asesinos pudieron con mi familia podrán conmigo...

Está bien Kurapika, trataré de llegar temprano -

Kurapika cortó la llamada y tal como dijo, comenzó a empacar, en eso Leorio llegó del trabajo e hizo lo mismo que los otros tres que vivían en la misma casa, mientras Leorio y kurapika ordenaban maletas en la misma habitación, se escuchó como derrumbaban la puerta principal, inmediatamente los cuatro salieron a ver, aunque Killua fue el primero, ya que estaba en la sala, pero les tomó por sorpresa ver que el "ladrón" era ese asesino que tanto temor le tenían, este inmediatamente sacó una navaja de su bolsillo y se acercó a Killua, pasando lentamente la navaja por el cuello del albino, el cuál estaba paralizado por el miedo, casi en segundos ya había destrozado el cuello de este, el cuál estaba llorando y retorciendose de dolor, Gon en un acto de valentía corrió hacia el asesino, el cuál puso su mano en el rostro de este, aplastándolo
- No dí una presentación formal, mi nombre es Chrollo Lucifer, vengo por los ojos del único sobreviviente Kurta, valen millones y ese dinero es muy necesario.
- ¿¡QUE HACES MALDITO INFELIZ!?
Leorio sacó una navaja de su bolsillo, corriendo hacía el pelinegro y logrando enterrar la navaja en la espalda de este, el cuál no hizo ningún movimiento de dolor y mucho menos una queja.
- Con que tú eres el hijo de puta que mató a mi familia.
- Quédate allí, o mataré a tus únicos dos amigos que quedan vivos.
En ese momento el miedo y la sed de venganza se estaban apoderando el Kurta, el cuál estaba parado mientras veía como dos de sus amigos se retorcían de dolor en el suelo, uno con el cuello a medio cortar y el otro con una navaja enterrada en la frente, la persona que le otorgó felicidad en esos últimos meses, estaba tirado en el piso desangrándose, y él no había podido hacer nada. El sentimiento de culpa se lo tragó, e inmediata sacos una navaja de la cocina y caminó hacia el hombre lentamente, mientras veía como despedazaba a sus amigos. El rubio enterró la navaja en la espalda alta del pelinegro, ya que se había movido justo cuando iba a enterrar la navaja en el cuello de este
- Que imprudente eres, actuando sabiendo que morirás, ¿Me permites tomar tus ojos?
El pelinegro había tomado de la barbilla al rubio, el cuál estaba paralizado del dolor, tenía otra de las navajas del pelinegro enterradas a lado de su costilla.
El pelinegro comenzó a pasar la navaja que había sacado de su espalda por alrededor de los ojos del Kurta
- Tus ojos escarlata son una belleza para el mercado negro, no te dolerá.
En eso el pelinegro estaba sacando la piel de alrededor de los ojos del Kurta, tratando de no dañarlos.
El Kurta solo podía retorcerce del dolor, mientras rogaba y gritaba para que el pelinegro dejara de cortar su piel
- Shh... No tomará mucho tiempo sacarlos.
Cuando el pelinegro terminó de retirar los ojos del Kurta, los guardó en dos frascos, cada ojo en uno.
El Kurta estaba arrodillado en el suelo con sus manos cubriendo el vacío que había quedado en el lugar de sus ojos, mientras de su rostro caía sangre a montones, sintió como lo abrazaban
- Tranquilo Kurapika...
Era Leorio, abrazándolo con sus últimos alientos, este correspondió el abrazo lamentándose de no haber podido hacer nada
- Perdóname Leorio...
- No tienes porqué disculparte.
Antes de caer desmayado sintió como el pelinegro lo besaba, luego de esa bonita y dolorosa sensación...

¿No fue más que un sueño? - LeoPikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora