Kurapika se encontraba en su habitación, leyendo un libro mientras escuchaba a Leorio hablar con Emma, le partía el corazón escucharlos juntos, pero Leorio era felíz así que el también debía estarlo, después de todo, solo eran amigos ¿No? No, para Kurapika Leorio era mucho más que su amigo, mucho más que su mejor amigo, Kurapika lo amaba y no quería que Leorio estuviera con alguien mas que no sea él, salió de su habitación, iba con una camisa blanca, unos pantalones negros y unas zapatillas negras, se dirigió a la puerta del departamento
– ¿Kurapika, a dónde vas?
– Solo saldré, no te importa.
– Lleva un abrigo, está lloviendo.
– No hace falta.
Kurapika salió de la casa y se dirigió a un bar cercano ¡No podía mas! Necesitaba tomar algo a pesar de haber dicho que no lo haría nunca, no, Kurapika dejó de caminar a mitad de camino, estaba empapado por la lluvia, de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas, tenía el corazón partido, por más que quisiera negarlo odiaba ver a Leorio con su copia, Emma, que Emma aquí y que Emma allá ¡Todo Emma! No podía ser él, debía ser su copia, ¿Si tan solo fuera mujer Leorio lo amaría? Quizás si así fuera... Leorio lo amaría tanto como quiere a Emma, mientras lloraba siguió caminando al bar, habían muchos hombres borrachos y Kurapika sintió un leve escalofrío, se acercó a la barra
– Deme lo más fuerte que tenga.
Necesitaba emborracharse, el mesero le dió el trago a Kurapika, el recién nombrado tomó por horas hasta emborracharse, había mucha gente, por lo que nadie se dió cuenta cuando se levantó del asiento y salió del bar, excepto por un hombre de cabellos oscuros que comenzó a seguirlo, le tapó la boca a Kurapika y comenzó a arrastrarlo hacía un callejón, cuando estaba comenzando a quitarle la camisa a Kurapika el cuál no dejaba de resistirse, fue interrumpido por un puño, era Leorio, el recién nombrado, subió a Kurapika a su espalda salió del callejón, Kurapika estaba muy aferrado a Leorio, tenía miedo y estaba llorando, había pasado mucho tiempo desde que leorio no veía a Kurapika así, ambos empapados por la lluvia, camino a casa, ...¿Casa? Kurapika no lo sentía así, llegaron al departamento, Leorio llevó a Kurapika a su habitación y salió de allí luego de dejar a Kurapika sentado en su cama, Kurapika se puso su pijama con las pocas fuerzas que tenía, estaba cansado y borracho, se recostó en su cama luego de secar su cabello y sus lágrimas.A la mañana, Kurapika se levantó con un fuerte dolor de cabeza, mareado y con náuseas, se levantó y se dirigió a la cocina, tomó unas pastillas que tenía guardadas y se las tomó, no recordaba nada de lo sucedido la noche anterior, solo recordaba que fué a un bar a tomar, el resto lo había olvidado, luego de tomarse una pastilla fué a su habitación a leer, era domingo, Kurapika estaba recostado en su cama hasta que escuchó la puerta principal, antes de que pudiera salir de su habitación para comprobar quién era, la pudo escuchar, era Emma ¡Tenía que ser Emma! No... No podía odiala, ella no había hecho nada malo, solo estaba celoso de que ella pudiera estar con Leorio y él no, Kurapika se peinó y se vistió, iría a la biblioteca por un libro que le hacía falta, salió de su habitación y fué hacia la puerta principal, esta vez no recibió preguntas, por lo que solo cerró la puerta detrás de él y se dirigió hacia la biblioteca, pidió el libro y nuevamente caminó hacia el departamento, ya lo tenía decidido, se iría de allí, quería olvidae completamente a Leorio, estaba harto y cansado de escucharlo con Emma ¡Lo hacía enojar!, Cuando llegó al departamento, pasó algo que no tenía pensado que pasaría nunca
– ¡Hola Kurapika!
¿Emma lo había saludado?
– Ah, hola Emma.
Miró con seriedad a la chica, la cual se le acercó
– No lo había notado, nos parecemos mucho.
Dijo con un tono de sorpresa la chica
– Sí, supongo...
Respondió el rubio con total seriedad, ¿Parecerse? ¡No, no se parecían en nada! Únicamente en la apariencia
– ¿Por qué no nos acompañas a almorzar? ¡Iremos a un restaurante!
– Está bien.
Espera... ¿Por qué había aceptado la propuesta de la chica? Su respuesta fué automática, ¡Él no quería ir!
– Me parece sorprendente que hayas aceptado tan rápido, Kurapika.
Habló el pelinegro ¡Tenía que ser él! Estaba cansado de escuchar a Leorio
– ¡Vamos al restaurante, o se hará tarde!
La chica salió con entusiasmo por la puerta principal, seguida de esta salió Leorio, y si... ¿Era mejor dejarlos ser felices juntos? Ambos de veían muy felices, Kurapika no quería arruinar esa felicidad tan notoria en ambos, quería a Leorio para él pero no quedar como el malo de la historia separando a Leorio de su felicidad, Kurapika salió del departamento cerrando la puerta trasdecí, caminaba detrás de la pareja hasta llegar al restaurante, se sentaron en una mesa de 3 personas, ordenaron la comida
– !Kurapika, Leorio me comentó que se acerca tu cumpleaños! ¿Qué te gustaría de regalo?
!Que te largues de la vida de Leorio!
– No hace falta.
Pronto se iría, no necesitaba otro regalo además de ese, más que nada, quería tiempo a solas con Leorio, !Quería a Leorio solo para él!, Luego de comer fueron a un parque de atracciones, cuando iban a subir a la rueda, se percataron de que en una cesta solo entraban dos personas, Kurapika creía que iban a pasar a Leorio y a su novia, en cambio ¡Fueron a él y a Emma a los que hicieron subir! Era incómodo, Leorio se había quedado sentado en una banca que estaba en frente del juego
– Kurapika ¿Por qué miras de esa manera a Leorio?
– ¿A qué te refieres?
– Lo miras como... Si estuvieras enamorado de él.
– Solo es mi amigo.
– Está bien...
Bajaron del juego y Emma fué corriendo a Leorio a contarle la gram experiencia que fué haberse subido a ese juego por primera vez, Kurapika solo la observó y se fué por otro camino, quería volver rápidamente al departamento a empacar, Leorio, lo notó.Kurapika había llegado al departamento, tomó una maleta y guardó sus cosas en ella, tenía lista su maleta cuando escuchó a alguien detrás de él
– ¿A dónde vas, Kurapika?
– A ningún lado que te interese, estaré ocupado con trabajo.
– ¿No eres muy joven para trabajar?
– No.
Tomó la maleta y salió de la habitación, rápidamente fué interumpido por alguien que agarraba su muñeca
– ¿Por qué piensas irte?
– Déjame en- paz...
Sintió como lo abrazaban antes de terminar de hablar, recibió el abrazo con gusto, sin corresponderlo mostrando desinterés, no quería que Leorio notara que lo necesitaba, necesitaba ese abrazo mas que nunca
– ¿Por qué piensas irte?
– No te importa.
– Kurapika, si me importa y mucho, somos amigos, deberías decirme
¿Amigos? Amigos... La palabra que no quería escuchar y mucho menos de Leorio,
– Si tan solo supieras que me gustas, Leorio.
Dijo el rubio en un susurro casi inhaudible, Leorio solo pudo escuchar la mitad de lo que dijo el rubio
– ¿Saber qué?
– Olvidalo.
¡Quisiera saber si lo que siento es mutuo!, ¡Quiero ser correspondido! Decían los pensamientos del rubio, trataba de no romper a llorar en los brazos de Leorio. Kurapika se dirigió a la puerta con su maleta y salió del departamento
– Al menos dime a dónde vas.
– No.
Kurapika pidió un taxi y le pidió que lo llevara al aeropuerto, adiós Leorio...
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¿No fue más que un sueño? - LeoPika
Roman d'amourKurapika quería distanciarse de Leorio, pues estaba enamorado de su mejor amigo. Mientras este caminaba por la carretera sufrió un accidente del cual "despertó a los dos días". -LeoPika. -"KilluGon". -Terminada. -Faltas ortografícas.