¿Son celos o simplemente envidia?

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Primer día de clases, estaba comenzando el invierno por lo que Leorio y kurapika debían ir abrigados a clases, ambos chicos uno de 15 y el otro de 17, caminaban juntos a la escuela
- ¡Kurapika, mira! Hay muchas chicas lindas
Susurró Leorio para su amigo, Kurapika puso expresión de disgusto, Leorio creyó que a Kurapika no le gustaban las chicas que estaban allí, pero no, a Kurapika no le gustaba que Leorio viera a otras chicas.
Al entrar a clases fueron al aula, Leorio inmediatamente fué a sentarse cerca de un grupo de chicas, mientras, Kurapika se sentó al fondo del aula, notó que, sí, habían muchas chicas, y había una en especial que... ¡Se parecía mucho a él! ¿Quién era ella y por qué se parecía a él? Trató de no tomarle mucha importancia, Pakudona-sama entró al aula para comenzar a dar las clases, Kurapika anotaba todo lo que la profesora decía para no olvidar nada, estaba concentrado escribiendo que por un rato olvidó a Leorio.
Pasaron las horas hasta que terminó la clase, salió al receso con una manzana y un libro, fué a una plaza de allí cerca y se sentó apoyabdo su espalda en un árbol que estaba allí, comenzó a leer mientras se comía la manzana, cuando terminó de comer la manzana verificó la hora para ver si aún estaba a tiempo, ¡Se le estaba haciendo tarde!, Corrió hacia el aula de clases y apenas entró se sentó en su silla, vió como Leorio conversaba con las chicas, estaba tan concentrado viendo a Leorio que no notó que una chica se le acercó con una carta
- Disculpa...
Habló la chica, Kurapika salió de sus pensamientos y la miró
- ¿Sucede algo?
- Quería saber si querías almorzar conmigo...
- No gracias.
Kurapika rechazó la invitación de la chica, la cuál se alejó con una expresión desanimada luego de dejar la carta en la mesa de Kurapika, el recién nombrado tomó la carta y la guardó en su bolsillo, la leería después.
Las horas pasaban y pasaban, veía a Leorio tan alegre conversar con chicas. Al igual que los días también pasaban.

Dos meses después se seguía repitiendo la misma rutina, solo que... Leorio se la pasaba hablando de una chica en particular
- ¡Kurapika, le pedí que seamos novios!
El rubio al escuchar esto se frustró un poco, mejor dicho, celos, ¿Cómo es que tan rápido Leorio ya estaba saliendo con una chica? Solo llevaban dos meses allí, pero Leorio no dejaba de hablar de ella
- ¿Que opinas Kurapika? Eres mi mejor amigo, necesito tu opinión.
-... Está bien, supongo.
- ¿Supones? Deberías alégrarte ¡Hay que celebrar!
- Bueno.
Kurapika habló con un tono algo más frío de lo normal, Leorio no prestó mucha atención estaba tan ocupado pensando en su novia, la cual rato después se le acercó y lo abrazó, Leorio la abrazó por la cintura y ella por el cuello, se dieron vários besos antes de separarse, Kurapika observaba todo, deseando ser esa chica, pero... ¡¿Por qué quería estar en el lugar de esa chica?! Que ridículo. Kurapika fue de largo al aula de clases, tenía un nudo en la garganta, rabia acumulada y estaba frustrado pero no sabía el porqué, entró al aula y se sentó en su lugar, esta vez no anotó nada de lo que decía la profesora y simplemente apoyó sus brazos sobre la mesa y recostó su cabeza en ellos, estaba cansado, pero no sabía porqué ¡No entendía nada! ¡No entendía sus sentimientos! Quería abrazar a Leorio y romper a llorar en sus brazos, abrazarlo de la misma manera en la que lo había abrazado esa chica, pero se limitó a solo quedarse en su lugar y no hacer nada más que eso, ese día no le habló a Leorio, aunque tampoco es que Leorio haya querido hablarle mucho, estaba ocupado con su novia
- Oye, Kurapika.
Leorio tocó el hombro del rubio, se había quedado dormido de tanto pensar en Leorio
- ¿Sucede algo?
- No, solo es que, te ví durmiendo y siempre estás escribiendo.
Kurapika se encogió de hombros tratando de no saltar a los brazos del pelinegro para abrazarlo.

Los días pasaban, semanas, meses, ¡Dos años ya! Y aún no podía confesarse a Leorio, el recién nombrado ya había comenzado a trabajar, por lo que el rubio caminaba a casa solo, como todos los días, solo que esta vez pasaría algo nuevo. Mientras cruzaba la carretera vió una luz a lo lejos, se detuvo por instinto, sintió un gran dolor y "segundos" después despertó en un hospital, no estaba solo allí, había una enfermera y más personas ¿Dónde estaba Leorio? Bueno, no importaba, quería saber que había pasado, se levantó y se acercó a la enfermera
- Oh, ya haz despertado Kurapika, ¿Cómo te encuentras?
- ¿Que fué lo que pasó?
- Bueno, por lo que me contaron estabas parado en medio de la carretera y un auto avanzaba a gran velocidad, casi te atropella, estuviste inconsciente por dos semanas.
¿Dos semanas? ¡¿DOS SEMANAS?! ¿Qué había pasado con Leorio? ¿Y sus estudios? ¡Debía terminar el año escolar
- ¿Puedo irme?
- lamento decirte que no por ahora, debemos hacerte unos exámenes de sangre antes de que te vayas.
Dicho y hecho fué, solo un día después ya estaba de camino a casa, llegó y usó sus llaves para abrir la puerta, entró a la casa y vió a Leorio bebiendo como era de costumbre, no hace más de un año se habían mudado a un departamento, Leorio bebía mucho, pero Kurapika ya estaba acostumbrado.
- Hola Leor-
El rubio fué interumpido por un abrazo el cuál correspondió
- ¿Te encuentras bien?
- Sí, no te preocupes, Leorio.

Leorio seguía hablando y hablando de su novia, Kurapika no sabía su nombre y raramente se le ocurrió preguntar
- ¿Como se llama ella?
- !Ella se llama Emma!
Exclamó Leorio, que horrible nombre
- !Hoy vendrá, podrás conversar con ella!
Si es que le agradaba... Pasaron las horas y ella llegó, ¡Era ella, la chica identica a él! solo que ella era mujer, descartando eso, eran exageradamente parecidos !Leorio estaba saliendo con su maldita copia!

¿No fue más que un sueño? - LeoPikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora