Este es un escrito que hice para ayudar a chava2110 el hizo 10 relatos cortos y este era el séptimo,yo y otros mas ayudamos, ayudaría que leyeran igual los demás escritos,fue un evento navideño.
Disfruten.
El pequeño canario y la lluvia blanca.
En la vieja cabaña de un pueblo pequeño, una anciana se mecía mientras tejía una bufanda para su nieto mayor ,siendo las tres de la tarde, la nieve caía como de costumbre en esas fechas ,se oían las voces de los vecinos criticar las decoraciones ajenas y a los niños correr con sus trineos ,la feliz anciana miró como la bufanda ya casi estaba terminada y sonrió para después levantarse y caminar a la cocina por una taza de chocolate caliente ,escuchó el timbre y casi corriendo fue a abrir recibiendo a su nieto mayor, el único que la visitaba y llevaba regalos, sonrió ampliamente y el muchacho de dieciséis años entro con una canasta llena de pan y algunos dulces.
- Hola abue- Le saludó este con un gran abrazo y un beso en la mejilla.
- Hola mi querido canario- Respondió la anciana feliz de poder ver al único familiar que aún la recordaba.
- ¿Cómo has estado abue?- Preguntó el chico al sentase y dejar el canasto a un lado.
- Bien mi canario y feliz por tu llegada- El joven y la anciana hablaron durante horas de toda clase de cosas, preguntó por la familia, sobre si su querido nieto tenia novia a lo que él solo se sonrojo y desvió la vista causando que la anciana riera y revolviera su cabello, habló con él acerca de sus notas y su desempeño en clase y otros temas que serían aburridos para cualquiera pero para ella eran un tesoro valioso.
- Abuela aún no colocas el árbol- La anciana suspiró y miró con melancolía la silla vacía de su lado izquierdo.
- No querido, desde que tu abuelo murió yo ya no coloco el árbol¬- El joven se mantuvo en silencio y asintió, comenzó a acomodar algunos artículos navideños y limpiar la casa, la anciana ya no tenía la condición de antes y sus alergias y enfermedades no ayudaban en nada.
- ¿Qué es esto abuela?- El joven tenía un viejo disco en sus manos, la anciana sonrió al recordar a quien le pertenecía ese pequeño disco.
- Es el video de tus primeras palabras, dámelo ¿sí?- El joven se acercó a su abuela y le entrego el disco en sus temblorosas y arrugadas manos-. Recuerdo lo parlanchín que eras, por eso eres mi querido canario- El joven soltó una risilla y continuó limpiando el lugar, cuando termino le sonrió a su abuela y comenzó a tararear un melodía.
- Oh dios no creí que la recordaras- La anciana feliz comenzó a cantar al compás de la melodía, cuando la noche cayó el joven encendió las luces y más que feliz contemplo las calles decoradas, era un ambiente agradable y lleno de alegría y felicidad.
- Querido, dime, ¿Te iras hasta cuándo?- El joven desvió la vista de la calle y la centró en su abuela.
- Me iré el 26, mis padres no me han dejado quedar más tiempo- La anciana solo asintió y miró su pequeña libreta.