une nuit compliquée

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Pasaron sólo unas horas para que Merlina al fin despertará.
Cuando logró abrir bien los ojos estaba en un lugar no reconocido, trato de ubicarse por completo, hasta que sintió unos brazos apretar su cintura.

Ahí fue cuando noto que aquel lugar desconocido era el pecho y dorso de su novia, la cual seguía dormida.

Con cuidado se levantó y puso una almohada en su lugar, para así evitar que la mayor despertará.
Seguido de esto se dirigió al baño para poder hacer su aseo personal.

-¡Tks! -al quitarse la camisa vio el rasguño que ayer le había hecho su novia la noche anterior.

Se veía mucho peor de lo que pensaba... y no de buena manera, incluso se le podía infectar.
Tal vez si fuera un parte insignificante de su cuerpo lo dejaría pasar, pero era casi todo su abdomen el que había sufrido las consecuencias.

Estaba buscando algunas cosas para poder desinfectar aquella herida que estaba tratando se sanar por si misma, la ventaja era que no estaba tan profunda, entonces no era un daño grande.

-¿Linda? -Sinclair entró al baño sin preguntar, dado a que ella apenas había despertado al no sentir a su novia a su lado.

Todo el sueño desapareció de su cuerpo cuando vio la espalda casi desnuda de su menor ¿entró en mal momento o en buen momento?

Un pequeño chillido de sorpresa salió de su boca ante tal escena.

La menor al sentir una mirada quemandole la espalda suspiró, ya que ella claro que sabía de quien se trataba.

-¿No sabes tocar?

- Lo siento...

-Lo sientes, pero no te vas.

-dije que lo sentía -Dijo la rubia mientras simultáneamente abrazaba por la espalda a su menor -Más no que me arrepentia. 

La rubia sintió algo raro en el abdomen de la pelinegra así que decidió investigar por su cuenta.
Volteó a su menor para así poder ver aquella marca no reconocida por su persona.

Su sorpresa fue grande al ver un gran rasguño que ubicaba desde el costado de su cintura hasta el centro.

-Yo... ¿Yo te hice eso?

-Puede, pero no lo hiciste a propósito, pasará.

-... al menos déjame desinfectarla ¿Puedo? -Ahora la más alta le quito el alcohol y el pañuelo que tenía la azabache en las manos. 

-Pues parece que no dejaste otra opción, adelante.

La mayor se agachó y comenzó a pasar el pañuelo por toda la herida, mientras todo esto pasaba el señor Addams las llamaba para desayunar.

Este al no recibir ninguna respuesta decidió subir a investigar que rayos pasaba o que las tenía tan ocupadas para no responder.

Al estar frente la habitación de su hija decidió tocar unos minutos... No había respuesta.
Volvió a esperar, hasta que su mente comenzó a volar respecto a lo.que pasaba e esa habitación, decidió dejar esos pensamientos de lado, su hija y nuera le dijeron que confiada en ellas, y eso haría.

Bueno, es iba a ser, ya que cuando estaba a punto de bajar escucho unos ruidos peculiares... muy muy peculiares, No. Tal vez sólo era su imaginación, si.

-¡Ten cuidado! Parece que nunca hiciste esto antes... -eran pequeños gemidos de su hija.

-Claro que lo he hecho antes, pero tu te quejas mucho, y lo mejor será que cierres esa boquita, tus padres nos pueden escuchar -Ahora era la niña lobo tratando de no hablar tan fuerte.

Eso sí que no lo iba a permitir, ¡JAMAS debió confiar en esa estúpida lobo sin educación! Esta vez trato de abrir... la puerta tenía seguro ¿como?
Bueno, hace unas horas antes de retirarse de esa habitación Morticia la cerró por completo para que nadie molestará a las adolecentes cansadas.

Ahora Homero golpeaba la puerta con fuerza, hasta que le logró dar un golpe certero que la abrió.
Cuando lo logró corrió al baño para ver que sucedía.

¿Qué mierda?

-10 minutos atrás-

-espera, ¿has limpiado heridas antes? Digo, no es que no confíe en ti... pero no lo hago -Decía con un leve temor la menor.

-Pff, claro que sí... -esto hizo que su novia sacara un pequeño suspiró de alivio - En un juego, pero es casi lo mismo, ahora déjame trabajar.

La rubia pasaba lo más delicado posible el pequeño pañuelo, para así no lastimar a Merlina, al terminar de limpiar la sangre de aquella herida tomó un poco de jabón y lo puso en el paño (que fue previamente limpiado)

Ahora estaba limpiando con jabón para así evitar que algo más entrará a infectar, por obvias razones esto hizo a Merlina sentir un ardor, aunque no lo aceptará... dolía.

-Listo, sólo falta el alcohol y vendarlo, ¿si?

-aja...

Enid paso el paño con alcohol sobre la herida, lamentablemente no midio bien la fuerza y trayectoria con la que lo hizo.

-¡Enid! -un gemido de dolor salió de la boca de la menor.

- ¡Lo siento!

-¡Ten cuidado! Parece que nunca hiciste esto antes... -eran pequeños gemidos de su hija.

-Claro que lo he hecho antes, pero tu te quejas mucho, y lo mejor será que cierres esa boquita, tus padres nos pueden escuchar -Estaba susurrando, porque sí gritaba era probable que todos la escucharán.

-¡Bien! Pero fíjate a la siguiente, Idiota.

-si, también te amo.

Enid continuo con lo suyo hasta que la puerta fue abierta de forma abrupta.

-Quita tus manos de mi hij-... ¿qué estan haciendo? -Homero se veía muy confundido, al igual que las menores.

-Ayer hubo luna llena, fue un accidente con lobos.

-si, y lo lamento señor, estoy tratando de arreglar lo que hice -Sonrío con nervios.

- Oh...

-espera... ¿Y tu que mierda hacías aquí? - Merlina se alejó de Enid para así encarar a su padre.

-Esto... el desayuno está listo -Y evitando más preguntas el mayor bajo corriendo.

-Raro... Bueno, ahora sólo- Enid comenzó a envolver el abdomen de su novia con una venda -Listo.

-Gracias.

-Merlina, se que no es el momento, pero me gustaría que conocieras a mis padres.
Claro, sólo si quieres.

-¿Cuando y por cuánto tiempo?

- En estos días... sólo una semana, ¿si?

-Supongo que si, si eso te hace feliz.

Lo único que recibió Merlina fue un abrazo y un beso en los labios.

No Le molestaba conocer a la familia de la mayor, pero si le preocupaba que las visiones se realizarán... aún no tenía un plan para nada.
Tal vez lo mejor era comenzar a pensar.

Porque al final, no quería tener que dejar a Enid atrás.
Se aferró al abrazo lo más que pudo, tratando de no llorar.

- Enid, Gracias por aparecer un día cualquiera y cambiar mi mundo para siempre.

-Cuando quieras linda.

Como si algo malo fuera a pasar, ambas se despedían sin darse cuenta.

Conociendo a los Addams|| Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora